El juicio político a Trump llega a su fin: ¿es ahora el presidente más poderoso que el Congreso?

Este miércoles por la tarde el Senado votará si condena o no a abuso de poder y obstrucción al Congreso. Con la mayoría republicana el presidente será exonerado, finalizando la guerra que ha mantenido a Washington bajo una paralización partidista extrema. Entre sumas y restas, ¿cuál es la cuenta del juicio político y quién la paga?
El 24 de septiembre de 2019 la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció el inicio de la investigación por la llamada que sostuvo Trump con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en julio de 2019, donde el magnate lo presionó para que anunciara una investigación en contra del hijo del exvicepresidente Joe Biden a cambio de liberar 400 millones de dólares en asistencia militar.
El 18 de diciembre de 2019 la mayoría demócrata logró aprobar los dos artículos en contra de Trump. Estados Unidos vivió Navidad y Año Nuevo en espera de que el proceso comenzara en el Senado, donde ahora concluirá. Los republicanos cuentan con una mayoría de 53 votos en el Senado, mientras los demócratas suman 45 más 2 independientes. Se necesitan 67 votos para sacar a Trump de la Casa Blanca.
El número es imposible de lograr, lo que ha quedado claro tras los casi tres días de discursos donde los legisladores han explicado su voto uno tras uno en el pleno del Senado. Lo más seguro es que los senadores voten en líneas partidistas siguiendo a su liderazgo.
El resultado será la absolución del mandatario, el mismo camino que siguieron sus predecesores: Andrew Johnson en 1968 y Bill Clinton en 1998. Luego de que Trump sea exonerado todo seguirá igual en la Casa Blanca, nada cambiará, excepto para los libros de historia.
¿Un Congreso con menos poder?
“Con este voto estamos convirtiendo a Trump en un dictador. ¿Cómo convenceremos a la gente ahora de que nadie está por encima de la ley? Estamos cediendo el balance y separación de poderes”, dijo este martes el senador demócrata Ed Markey de Massachusetts. Aunque el legislador resumió lo que describió como “pruebas irrefutables” de que Trump abusó de su poder como presidente y obstruyó la investigación del Congreso al negarse a proporcionar documentos y testimonios, el voto del Senado es una señal clara de que el Congreso no puede hacer nada más en su contra.
Entre sumas y restas, los expertos coinciden en que el mayor perdedor luego de este juicio político es el Congreso. “Desde ahora será mucho más difícil hacer cualquier tipo de supervisión al presidente”, aseguró a Univision Noticias David McLennan, profesor de ciencias políticas en Meredith College.
“Será mucho más complicado para el Congreso conseguir documentos, testigos dispuestos a declarar y verificar, entre otras cosas, si el dinero que aprueba y asigna realmente está siendo usado”, explicó a Univision Noticias Jon Marshall, profesor de la Universidad Northwestern y autor de "The Great Coverup: Nixon and the Scandal of Watergate".
Por ahora y probablemente durante todo el año, demócratas y republicanos seguirán debatiendo sobre si el proceso fue o no un juicio justo y si era o no necesario itir nuevos documentos y testigos; además sobre si la investigación en la Cámara de Representantes fue realmente imparcial, pero son los legisladores quienes deberán explicar a sus votantes por qué dedicaron casi cinco meses de su tiempo a esto, además de su voto, mientras solo 23% de los estadounidenses aprueba su desempeño.
Al otro lado de la moneda está Trump, quien tan solo unas horas antes del voto que lo exonerará se paró ante el Congreso que lo juzgó para decir que Estados Unidos es ahora más fuerte y más grande, gracias a su presidencia.
Clinton en particular alcanzó su punto más alto de popularidad después de que terminara su juicio político, llegando a 73% de aprobación.
Trump parece seguir la misma tendencia. Aunque en la mayor parte de 2019 se mantuvo bordeando 39%, ahora alcanza 49%, según la encuesta Gallup. Y es que entre sumas y restas, él más que cualquiera, parece haber ganado ante los ojos de su base política.
En plena campaña por la reelección en noviembre, el magnate ha hablado de su juicio político una y otra vez, no solo para decir que “los políticos corruptos” lo quieren fuera de Washington, sino también para demostrar que digan lo que digan, él sigue en la Casa Blanca.
“El presidente Trump usará la absolución como un grito de guerra en sus discursos de campaña. Es probable que en el futuro tenga dificultades para trabajar con los demócratas en el Congreso. Pero como muchos aspectos de la presidencia de Trump, la absolución del juicio político será vista como uno de los aspectos únicos del tiempo en que el presidente Trump estuvo en el cargo”, comentó a Univision Noticias Kevin Johnson, decano de la escuela de leyes en UC Davis.
“Mi índice de aprobación en el Partido Republicano = 95%, ¡un récord! Gran victoria de Iowa. Índice de aprobación general = 53%, un nuevo máximo. Con nuestra gran economía y otros éxitos importantes, ¿serían 20 puntos más altos sin las falsas cacerías de brujas y engaños?”, escribió Trump en su cuenta de Twitter este martes.
Menos opciones para Biden
Entre las sumas y restas del juicio político, quien parece haber perdido más es Joe Biden, quien ahora lucha por ganar la nominación demócrata en la primarias. Aunque su hijo Hunter Biden nunca testificó y él tampoco, su nombre y su récord ha estado bajo el escrutinio público por meses y los analistas dudan que el proceso fuera beneficioso para su campaña.
“Esto no ha dañado a Biden en la primaria demócrata, porque la mayoría de los votantes se oponen a Trump, pero si se convierte en el nominado del partido, el cargo de su hijo en Burisma y su rol como vicepresidente en paralelo, será una sombra en su candidatura”, aseguró Marshall.
“Es un tema a la hora de pensar en los ataques en la elección general, da mucho material. Ahora se está hablando en el Senado de investigar a los Biden. Es un debate de nunca acabar”, agregó McLennan.
La próxima gran batalla entre Trump y el Congreso será cuando la Corte Suprema falle en el caso de sus declaraciones de impuestos. En diciembre de 2019 el tribunal acordó revisar tres casos que decidirán si Trump puede continuar protegiendo sus datos fiscales y financieros personales del Congreso y un fiscal de la ciudad de Nueva York.
La Corte escuchará los argumentos en marzo y se espera que falle en junio próximo. Más allá de la información de los impuestos de Trump, aquí está de nuevo el tema sobre el balance de poder y la capacidad del Congreso de vigilar y supervisar al presidente, otro gran debate donde será el Poder Judicial quien incline la balanza hacia el Congreso o hacia el presidente.