Cinco días, tres gobernadores: Wanda Vázquez asume el poder en un Puerto Rico convulsionado
SAN JUAN, Puerto Rico. - Hace diez días, la secretaria de Justicia Puerto Rico y que lo haría únicamente porque así lo exige la Constitución. Pero una inédita decisión del Tribunal Supremo la obligó este miércoles a tomar el poder en medio de la profunda crisis política en la isla.
Vázquez se convirtió en la tercera persona que jura el cargo en los últimos cinco días. Tuvo que hacerlo, además, tan solo cuatro horas después de que el máximo tribunal sentenció que la juramentación de Pedro Pierluisi el viernes pasado fue inconstitucional, por no contar con el aval de las dos Cámaras de la Legislatura.
La funcionaria, segunda en la línea de sucesión, juramentó en el Tribunal Supremo junto a su esposo e hija en una sala atestada de periodistas, diferente a como lo hizo Pierluisi el viernes pasado, a puertas cerradas en casa de su hermana. Le correspondió hacerlo porque la secretaría de Estado se encuentra vacante.
Tras asumir el cargo de gobernadora, Wanda Vázquez envió su primer mensaje a los puertorriqueños, en el que hace un llamado a la estabilidad, la reconstrucción y el diálogo.
"Hoy, además de responder a un deber, respondo a un emplazamiento colectivo que exige darle estabilidad a nuestras instituciones gubernamentales, pulcritud a los procesos y participación amplia a todos los sectores en el ejercicio democrático que es la gobernanza de un pueblo", declaró en un mensaje que se transmitió en directo por la cuenta de Facebook de La Fortaleza de Puerto Rico.
Su llegada al sillón ejecutivo, sin embargo, estaría lejos de poner punto final a la incertidumbre y más bien podría abrir nuevas pugnas políticas y avivar las manifestaciones que ocasionaron la renuncia de Ricardo Rosselló.
Principalmente porque es vista como una funcionaria demasiado cercana a la istración caída en desgracia e incluso afronta una investigación en la oficina de ética gubernamental por su desempeño como cabeza del Departamento de Justicia. En esa pesquisa, la oficina de ética evalúa si la abogada de 53 años fue negligente al no investigar el hallazgo de vagones repletos de suministros que jamás llegaron a los damnificados del huracán María en el 2017.
A ello se han sumado recientemente las críticas por la lentitud con la que el Departamento de Justicia decidió investigar si hubo comisión de delito en el chat de Telegram donde Rosselló y su equipo cercano insultaban y se mofaban de opositores, periodistas y hasta aliados del oficialismo, y compartían información sensible del gobierno con un exfuncionario que ahora hace lobby a favor de empresas privadas.
Manifestantes advirtieron el viernes pasado, cuando se hizo efectiva la renuncia de Rosselló, que mantendrán la ‘lucha’ mientras sea necesario. “Vázquez se tiene que ir (...) no merece ese puesto”, dijo Vanely de León, una joven de 18 años, en el Viejo San Juan.
Genera anticuerpos dentro del oficialismo
Wanda Vázquez, que se convirtió en la segunda mujer en ostentar la gobernación local, también genera escozor dentro del oficialismo.
Thomas Rivera Schatz, el presidente del Senado que lideró la demanda en el Tribunal Supremo para remover a Pierluisi, la emprendió en su contra el año pasado y probablemente se incline porque otra figura del Partido Nuevo Progresista sea quien gobierne hasta las elecciones del 2020.
Ello podría concretarse si ocurre lo siguiente: Vázquez nombra a un secretario de Estado (Pierluisi dejó claro en la víspera que de ser removido del cargo no permanecería en la secretaría de Estado), las dos Cámaras legislativas confirman al designado y, posteriormente, ella renuncia a la gobernación.
Una columna de Rivera Schatz que será publicada este jueves en el diario El Vocero desliza quién podría ser. Debe “tener los mejores s y os en el Casa Blanca, incluyendo con el Presidente (Donald) Trump quien, guste o no, estará allí hasta enero de 2021 y tiene en sus manos tratar mejor a Puerto Rico en las ayudas urgentes que tanto necesitamos para la recuperación y nuestra economía. Una persona sin amarres con grupos de intereses particulares ni buitres (...) Esa persona está a nuestro alcance. Yo se lo solicité y está disponible. Con esa persona completaremos este cuatrienio con éxito”, escribió de acuerdo con un avance de la columna publicada por ese periódico.
Según analistas, la persona a la que se refiere Rivera Schatz es la actual delegada de la isla en Washington, Jenniffer González, cuyo nombre fue mencionado fuertemente en las últimas semanas como potencial secretaria de Estado.
Pero, en este momento, se desconoce qué decisión tomaría Vázquez y la incertidumbre que ha arropado a Puerto Rico en este verano ha demostrado que se pueden cumplir escenarios impensados. Y en cuestión de horas.
Sí está claro el rechazo hacia Vázquez que en el pasado expresó públicamente Rivera Schatz. En el 2018 pidió con vehemencia su salida de Justicia cuando fue acusada de haberse inmiscuido en un caso judicial que involucró a su hija.
De hecho, la pugna de Rivera Schatz con Vázquez quedó evidenciada en una de las conversaciones del chat de Rosselló con su equipo, quienes celebraron cuando una jueza no halló causa para continuar con el caso. En una de las conversaciones, el mandatario planificó un viaje al exterior junto a su secretario de Estado –Luis Rivera Marín, quien renunció días después de que fuese desvelado– con el objetivo de dejar a Vázquez como gobernadora interina y mortificar así a Rivera Schatz.
El presidente de la Cámara de Representantes, Carlos Méndez, optó por ser cauteloso cuando se le preguntó este miércoles sobre la posibilidad de que González se convierta en secretaria de Estado y luego en gobernadora. “(En la Legislatura) vamos a hacer la evaluación que corresponda”, afirmó.
A Vázquez le esperan dos retos inmediatos. El primero, restaurar la confianza en Washington con el fin de que el Congreso no frene los fondos federales que Puerto Rico necesita para la reconstrucción después del huracán María. El segundo, sacar al gobierno de la parálisis generada por la hemorragia de renuncias de funcionarios en medio de la crisis política.