A la espera de nuevos datos sobre el asesinato de JFK, esto es lo que sabemos del magnicidio que sacudió al mundo
El asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy (JFK) es uno de los misterios más grandes en la historia de Estados Unidos. En noviembre se cumplirán 55 años de su muerte y aún nadie puede decir con certeza por qué lo mataron. Ahora, nuevos documentos de los archivos nacionales podrían dar luz al enigma.
En una de las paredes de la Casa Blanca, JFK aparece de brazos cruzados mirando hacia el suelo en su retrato presidencial. Aaron Shikler, el artista encargado de pintarlo, no alcanzó a terminar la obra antes que el presidente muriera en 1963 y decidió dejarlo así. Es el único presidente de Estados Unidos con un retrato de ese tipo, un reflejo literal de una historia incompleta.
El 26 de octubre próximo se vence el plazo puesto por el Congreso para que se divulguen 3,100 expedientes que nunca han sido vistos y otros 30,000 que fueron publicados antes, pero tachados. La mayoría está vinculada al trabajo realizado por las agencias de inteligencia CIA y FBI para investigar el caso.
Periodistas, investigadores, políticos y curiosos del mundo entero están a la espera de la presentación de lo que promete ser una fuente inagotable de datos para analizar uno de los episodios más oscuros de la historia estadounidense.
La ley “JFK records”, aprobada en 1992, determinó la creación del archivo y especificó que los documentos debían hacerse públicos a más tardar en 25 años. Hoy, el único que podría frenar el proceso es el presidente Donald Trump, que tiene potestad para retrasar la publicación otros 25 años.
Pero el sábado, el presidente dio a entender en un mensaje de Twitter que, "a la espera de mayor información", está inclinado a permitir que se conozcan los archivos,
Lo que se sabe
Kennedy fue asesinado en Dealey Plaza, en Dallas, a las 12:30 pm el 22 de noviembre de 1963, mientras viajaba en un auto descubierto junto al gobernador de Texas John Connally y la primera dama Jacqueline.
Fue llevado al Hospital Parkland donde pronunciaron su muerte cerca de la 1:00 pm. Tenía 46 años y había ejercido la presidencia 1,036 días, a un año de su posible presentación a la reelección.
Un exmarine, Lee Harvey Oswald, fue arrestado pocas horas despúes e inculpado por el asesinato. Oswald era conocido para los servicios de inteligencia, había vivido en la Unión Soviética entre 1959 y 1962, pero regresó a Estados Unidos junto a su esposa rusa Marina.
Oswald fue arrestado inicialmente por el asesinato del policía J.D. Tippit, quien era uno de cientos de policías que recorría la ciudad en busca de la persona que atacó la caravana presidencial.
Aparentemente Oswald caminó hacia el auto de Tippit, intercambiaron algunas frases y luego le habría disparado, tan sólo 45 minutos después del ataque al presidente. Cuando fue arrestado dentro de una sala de cine en la que se había refugiado, Oswald negó su responsabilidad en el asesinato del agente, pero varios testigos lo identificaron como el autor del crimen.
Dos días después, cuando iba a ser trasladado a la cárcel del condado, Oswald fue asesinado por Jack Ruby, dueño de varios clubes nocturnos quien dijo querer "vengar" la muerte del mandatario.
Una semana despúes, el nuevo presidente, Lyndon B. Johnson, ordenó la creación de la Comisión Warren (por el nombre de su director Earl Warren, presidente de la Corte Suprema) especialmente dedicada a investigar el crimen.
La comisión concluyó que JFK recibió dos balas. Una entró por la base de cuello y salió por el frente, la segunda entró por la parte derecha inferior de su cabeza y salió por el mismo lado. Además, determinó que Oswald actuó solo y que no hubo complot para el atentado.
Lo que no sabemos
Desde el primer día, y más aún despúes de que la Comisión Warren presentara sus conclusiones, empezaron a surgir teorías conspirativas que señalaban algún tipo de operación de encubrimiento por parte de diferentes sectores del poder, desde la Casa Blanca hasta los militares, gobiernos extranjeros o empresas petroleras.
Para quienes dudan de la versión oficial, el asesinato de Kennedy está repleto de cabos sueltos. El primero de ellos es si Oswald fue el único disparando o hubo otra persona con el mismo objetivo.
La comisión Warren dijo que éste actuó solo, basada en el testimonio de doctores que trataron al presidente en el hospital Parkland y quienes realizaron la autopsia. Pero las radiografías y fotografías que le tomaron en el hospital no fueron usadas para la comisión, ya que consideraron que era una invasión a la privacidad de los Kennedy. Muchos consideran que esta información era sustancial para determinar si el presidente fue víctima de uno o dos asesinos.
La familia tenía sus razones para mantener la autopsia fuera de los ojos del público. Según la investigación del historiador Robert Dallek, Kennedy sufría la enfermedad de Addison; una deficiencia hormonal que causa languidez, debilidad general e irritabilidad gástrica, entre otros síntomas. Además, los problemas en su espalda lo hacían vivir con dolor, algo desconocido por la opinión pública en aquellos tiempos.
Dallek verificó que Kennedy tomaba en ocasiones más de siete pastillas al día, entre ellas medicamentos para el dolor, como codeína y demerol, junto a meprobamate para la ansiedad, barbitúricos para dormir, inyecciones de gammaglobulina para combatir las infecciones, entre otros.
Otra pregunta abierta es ¿por qué disparó Oswald? ¿Tenía motivos personales y únicos, o era parte de un complot más grande, quizá internacional?
La comisión Warren consideró el comunismo de Oswald y su deseo de pasar a la historia como el asesino más conocido en el país, pero descartó cualquier conexión con el comunismo internacional, pese a las cercanías ideológicas del asesino con la entonces Unión Soviética o la naciente Revolución Cubana.
¿Qué pasó en México?
Siete semanas antes del atentado, Oswald viajó a Ciudad de México. Aparentemente su objetivo era obtener una visa que le permitiera ir a Cuba, país cuya revolución comunista iraba.
“Probablemente los nuevos archivos no dejarán contentos a todos. No existe mucho debate ahora respecto a que Oswald era el asesino, la pregunta es si fue contratado por alguien. ¿Qué estaba haciendo en Ciudad de México antes del asesinato? Si hay más detalles sobre lo que pasó ahí, eso sí sería de ayuda”, explicó a Univision Noticias Thomas Whalen, experto en JFK y académico de la Universidad de Boston.
La CIA estaba vigilando a Oswald, pero según declaraciones del entonces embajador de Estados Unidos en México, Thomas Mann, el Departamento de Estado no tuvo interés en profundizar la investigación respecto a su presencia en ese país.
En 1975 emergió información sobre una supuesta carta que había sido destruida por el FBI. Oswald habría escrito la misiva a un funcionario de la agencia dos semanas antes del asesinato de Kennedy. Al parecer Oswald estaba molesto por una visita que el agente James Hosty le habría hecho a su esposa Marina. La carta habría sido destruida luego del atentado al presidente.
Algunos estudiosos indican que hay información que manejaba la oficina de la CIA en México, y que fue surpimida por años, que puede ayudar a entender las motivaciones de Oswald.
Teorías
Una de las teorías del crimen, es que Oswald actuó como parte de un plan más grande liderado por Fidel Castro para matar a su colega estadounidense. Otra apunta a que fue la Unión Soviética la responsable del magnicidio, en momentos en que se vivía la cúspide de la Guerra Fría y tras la claudicación de Moscú en la crisis de los misiles de Cuba del año previo.
Los cabos sueltos en la investigación del atentado despiertan las dudas incluso de los más convencidos. Según Whalen, las agencias de inteligencia taparon muchas cosas. “Puedo entender por qué en aquel tiempo empujaron la teoría de un sólo asesino, estábamos hablando de una potencial Tercera Guerra Mundial”, explicó.
“Si hubiese habido lazos con el gobierno de Castro, Estados Unidos estaba obligado a invadir y eso habría desencadenado la respuesta soviética. No me extraña por qué el presidente Johnson quería resolver esto lo más rápido posible. Además estaba la Operación Mongoose, una guerra encubierta para tratar de desestabilizar el gobierno de Castro liderada por el hermano de JFK, Robert Kennedy”, agregó.
En 1979 el Comité Selecto sobre Asesinatos formado en la Cámara de Representantes (HSCA) concluyó que Kennedy “probablemente fue asesinado como resultado de una conspiración”, aunque reconoció que no logró recabar datos suficientes para afirmarlo con certeza.
Oswald en la opinión pública
A pesar de que ya pasó medio siglo desde el atentado, la opinión pública estadounidense sigue dividida respecto a qué sucedió. Una encuesta realizada por Gallup en 2013 mostró que un 61% cree en el veredicto de HSCA, mientras un 30% piensa que Oswald actuó solo.
No hay duda de que si Trump permite que se conozcan los archivos, estos desatarán una locura mediatica en Estados Unidos, con análisis instantáneos y el riesgo de que se den lecturas descontextualizadas, parciales o erradas de los documentos.
El real impacto se verá después de meses o quizá años de trabajo, cuando los historiadores y analistas logren poner todo en perspectiva y armar las piezas de uno de los rompecabezas más complejos de la historia contemporánea.