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Huracanes

Por qué ha habido tan pocos huracanes en esta temporada, contra todos los pronósticos iniciales de la NOAA

Investigadores de la Universidad Estatal de Colorado analizaron distintos factores que podrían explicar por qué esta temporada de huracanes ha registrado hasta ahora una menor cantidad de huracanes de lo que se esperaba inicialmente.
Publicado 6 Sep 2024 – 05:04 PM EDT | Actualizado 6 Sep 2024 – 05:04 PM EDT
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A mediados de año, agencias gubernamentales y expertos pronosticaban una intensa temporada de huracanes que no daría tregua al Atlántico, pero hasta ahora la amenaza de un periodo devastador de tormentas no se ha materializado.

Expertos consideraban en mayo que las temperaturas récord ocasionadas por el calentamiento global convertirían al Atlántico en un terreno propicio para huracanes y tormentas intensas.

En ese entonces, la Oficina Nacional de istración Oceánica y Atmosférica (NOAA), pronosticó probabilidades elevadas de la ocurrencia de entre 17 y 25 tormentas con nombre y entre 8 y 13 huracanes.

La NOAA sostuvo que esas cifras estaban por encima de las cantidades normales de este tipo de fenómenos meteorológicos.

"Estamos presentando un pronóstico muy agresivo", dijo en ese entonces Phil Klotzbach, del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad Estatal de Colorado (CSU, en inglés). "E incluso eso está socavando toda la orientación del modelo".

Pero desde mediados de agosto, cuando se formó el huracán Ernesto, que azotó Puerto Rico, no se ha formado ningún otro. Tampoco se ha materializado una tormenta con nombre desde el 6 de agosto.

Esa ausencia de formación de depresiones tropicales durante este periodo no había ocurrido desde 1968, de acuerdo con un análisis desarrollado por expertos de CSU para entender por qué la temporada de huracanes ha sido tan débil.

En el análisis, los expertos, entre los que se encuentra Klotzbach, identificaron cuatro razones principales por las cuales se podría explicar la baja actividad de huracanes en esta temporada.

Alteraciones en el monzón africano y más calor en la troposfera

De acuerdo con el reporte, la baja actividad ciclónica podría estar relacionada con la mezcla de temperaturas extremadamente cálidas del Atlántico, donde se forman los huracanes, con la temperatura de la superficie del mar, que actualmente es relativamente fría.

Este choque de temperaturas pudo haber desplazado los ciclos de viento del monzón africano más hacia el norte de lo que normalmente ocurre, lo que ha permitido el flujo de vientos del Este que reducirían la temperatura de la superficie del mar.

Además de esta alteración, las temperaturas más cálidas en la troposfera, la zona de la atmósfera más cercana a la superficie, donde se producen las nubes, lluvias, vientos y huracanes, también podrían estar impactando la formación de huracanes.

La combinación de temperaturas más altas en esta región atmosférica con la calidez actual del Atlántico podría ser una de las claves de la supresión de la actividad ciclónica, dice el análisis de CSU.

Anomalías en vientos del este y en la Oscilación Madden-Julian

De acuerdo con el reporte de CSU, otros dos factores podrían estar detrás de la menor formación de huracanes.

La primera está asociada con anomalías en el flujo de vientos del este, lo que podría explicar por qué se ha registrado una temporada “anémica” de huracanes, dice el análisis.

“Estas anomalías en vientos elevados del este se extienden hasta África, lo que indica un monzón africano extremadamente vigoroso”, dice el texto.

El cuarto factor está relacionado con una alteración en el fenómeno llamado Oscilación Madden-Julian, una perturbación de nubes, lluvia, vientos y presión que se mueve hacia el este y atraviesa el planeta en los trópicos.

Después de viajar al este, el fenómeno regresa a su punto de partida inicial en 30 a 60 días, en promedio.

La alteración en el comportamiento de los vientos del Este en combinación con el choque de temperaturas en el Atlántico han deprimido la actividad que usualmente es exacerbada por la Oscilación Madden-Julian, dice el reporte.

¿Qué pasará en lo que queda de la temporada de huracanes?

Aunque hasta ahora los expertos han calificado la temporada de huracanes como “anémica”, el periodo oficialmente concluye el 30 de noviembre.

El análisis de CSU sostiene que, hasta ahora, se podría considerar que la temporada ciclónica del 2024 podría ser dividida en dos partes.

“La primera parte de la temporada fue extremadamente activa, seguida de una parte extremadamente silenciosa”, dice el análisis.

De acuerdo con el reporte, fechado el 3 de septiembre, los pronósticos indican que las próximas dos semanas registrarán una actividad ciclónica “por debajo de lo normal debido a factores desfavorables”.

Sin embargo, dice el texto, la temporada de huracanes en el Atlántico no termina a mediados de septiembre.

“Aún tenemos un Atlántico extremadamente cálido y un Pacífico tropical que podría dirigirse más hacia La Niña conforme avanza la temporada”, dice el reporte.

Típicamente, el fenómeno de La Niña y un Caribe cálido amplían las probabilidades de más fenómenos tropicales en la fase más avanzada de la temporada de huracanes.

CSU sostuvo en su reporte que en su pronóstico para octubre y noviembre probablemente hablará de una fase final de la temporada “activa” en el Caribe.

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