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La Mazda CX-5 llega a 2019 con poder turbo y un sistema computarizado de estabilidad a prueba de curvas traicioneras

Para 2019 Mazda elevó a la CX-5, una de las mejores camionetas compactas en el mercado estadounidense, a un nivel tecnológico y de equipamiento que bordea con las ofertas de lujo.
19 Dic 2018 – 05:23 PM EST
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El Mazda CX-5 2019 no tuvo problemas con la nieve y las partes heladas de las carreteras de British Columbia. Crédito: Simón Gómez

Si Bentley y Rolls-Royce son las casas de alta costura en el mundo del automóvil, Mercedes-Benz y BMW son fabricantes masivos de bienes de lujo, y Toyota, GM, Ford y Volkswagen hacen de todo para todos, entonces Mazda, y solo Mazda, es el equivalente a la mítica boutique de lujo que no va a arruinar tu cuenta bancaria.

La mejor prueba de lo anterior es la deliciosa Mazda CX-5 2019 que probé en la estación de esquí de Whistler, en la provincia canadiense de British Columbia, pocas horas después de una monumental nevada que preparó el escenario para que la crossover compacta de Mazda luciera sus atributos.

Este modelo es la primera actualización de la segunda generación de la Mazda CX-5, la camioneta crossover compacta del fabricante de Hiroshima. Un vehículo que, desde su llegada al mercado en 2017, se destacó rápidamente como un producto de alta calidad, especialmente para su segmento, favorecido con un manejo ágil y relativamente económico. La guinda de este helado está constituida por el hecho de que la CX-5 es extraordinariamente hermosa, gracias a un diseño limpio y elegante, que carece de los trucos de diseño de moda como, las líneas exageradas y los techos flotantes que han contagiado a una gran cantidad de diseños nuevos como si se trataran de una erupción viral. La Mazda CX-5 está construida sobre la misma plataforma que sustenta al Mazda3, por lo que la agilidad del compacto se ha trasladado, en la medida de lo posible, a la camioneta.


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La gran noticia de esta actualización del Mazda CX-5 es la inclusión en su menú de motores del cuatro cilindros turboalimentado Skyactiv-G de 2.5 litros de desplazamiento que Mazda usa en su camioneta grande, la CX-9. Bajo el capó de la CX-5 2019 este motor produce 250 caballos de fuerza con gasolina de 93 octanos, y 227 caballos de fuerza con gasolina de 87 octanos. Sin importar el octanaje de la gasolina que use, el motor Skyactiv-G 2.5T genera 310 lbs-pie de torque y rinde 24 millas por galón en circuito combinado, una cifra que sospechamos sería mejor si Mazda hubiese acoplado al motor una transmisión de 8 velocidades. Pero las boutiques pequeñas no siempre cuentan con los fondos necesarios para satisfacer todos sus deseos, por lo que deben establecer prioridades. En todo caso, la transmisión de 6-velocidades de la CX-5 es una unidad competente, aunque nos gustaría que los cambios fuesen más rápidos. ¿Alguien dijo embrague doble? Todos los modelos que utilizan el motor Skyactiv-G 2.5T cuentan con tracción integral.

El motor básico sigue siendo el cuatro cilindros Skyactiv-G de 2.5 litros de desplazamiento y aspiración natural que produce 187 caballos de fuerza y 186 lbs.- pie de torque, el cual, a diferencia de la unidad turbo alimentada, puede ser encontrada en modelos CX-5 con tracción delantera.

Otra de las novedades para 2019 es un sistema de estabilidad al que Mazda llama G-Vectoring Control Plus (GVC+), y que llega como equipo estándar para todas las versiones. Este sistema computarizado corrige y mejora la respuesta de la dirección reduciendo el torque del motor levemente cuando el vehículo entra a una curva a velocidad, lo que desplaza el peso del vehículo hacia adelante dándole más agarre a las ruedas delanteras y ayudando la maniobrabilidad. Cuando el conductor regresa el volante hacia el centro el sistema aplica levemente los frenos de las ruedas en la parte exterior de la curva, que normalmente van más rápido que los de la parte exterior, a fin nivelar la dinámica de las ruedas, ayudando a retomar la línea recta más fácilmente. Sin embargo, en una aproximación casi filosófica al tema de los controles electrónicos, el sistema GVC+ no entra en funcionamiento sino hasta que el vehículo y el conductor hayan agotado sus limites naturales de maniobrabilidad, dando permiso por unas fracciones de segundo, a que la emoción y los escalofríos entren en escena.

Durante mi estadía en Whistler, Mazda me proveyó de una CX-5 del nuevo nivel Signature, lo que quiere decir que aparte de ser muy lujosa, también contaba con tracción integral y con el motor turboalimentado. Lo primero que llamó la atención es el torque casi instantáneo que el motor regala en generosa abundancia casi desde el inicio, lo que por cierto nos tomó un poco por sorpresa. Mazda nos preparó un pequeño circuito para manejo slalom donde el sistema toma mucho del control dinámico del vehículo, algo que fue un poco frustrante cuando tratábamos de divertirnos en la nieve, aunque tenemos claro que será bendición para quienes viajan con sus familias, sobre todo cuando encuentran situaciones de emergencia. Nada como la tranquilidad de espíritu en la carreta.

Mi vehículo de prueba estaba equipado con neumáticos de invierno que junto con el sistema GVC+ y el control de tracción mantuvieron todas las situaciones bajo control a pesar de haber alcanzado velocidades superiores a 60 millas por hora, incluso sobre pavimento helado que suele ser muchos más traicionero que las vías nevada. También felicito a los encargados de limpiar las vías de Whistler, sus palas de limpieza nunca dejaron de trabajar.

Todo este portento de control tecnológico se maneja desde un lugar privilegiado. La cabina de nuestra Mazda CX-5 2019 nivel Signature con sus cómodos asientos calentados forrados en cuero Nappa en color marrón Caturra, los cuales nos mantuvieron cómodos y firmemente plantados detrás del volante, es un lugar con todo el lujo que dan, no solo las superficies suaves al tacto y las los apliques de madera de poros abiertos, sino también un diseño sobrio y una excelente calidad de construcción. La cabina fue siempre un lugar silencioso y compuesto que nos mantuvo calientes y relajados. La gran novedad en la cabina de la CX-5 2019 es la adopción de compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, lo que deberá aumentar el atractivo del modelo entre los compradores más jóvenes.

Aparte del nivel de equipamiento Signature que probamos, la Mazda CX-5 puede ser ordenada en los niveles Sport, Touring, Grand Touring, y Grand Touring Reserve. Los niveles Signature y Grand Touring Reserve, deben contar obligatoriamente con el motor Skyactiv-G 2.5T y tracción integral. El resto puede contar con tracción delantera, pero con el motor más poderoso.

Mazda convirtió una de las mejores camionetas en el disputado segmento de las SUVs compactas, y la hizo mejor aún, colocándola así cenrca del tope del segmento. A mi criterio la CX-5 es la camioneta más atractiva en su categoría y el día que Mazda le de una transmisión más rápida y versátil y consiga más espacio de almacenamiento en su interior, será la mejor del disputado grupo.

Los precios de la línea Mazda CX-5 2019 arrancan en 24,350 dólares para la versión CX-5 Sport con tracción delantera y culminan en 36,890 dólares para la versión Signature. La CX-5 ya se encuentran en los concesionarios Mazda en todo el país, y francamente nadie debería darse el lujo de comprar una SUV compacta sin probar una de ellas.

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NOTA: Mazda North American Operations corrió con los gastos de pasaje aereo y hospedaje en Whistler, British Columbia, Canadá.

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