El gobierno registra un descenso en los cruces ilegales en la frontera con México: ¿a qué lo atribuye?
La familia de Daniel Bermúdez huyó de Venezuela y se dirigía a Estados Unidos para solicitar asilo cuando funcionarios de inmigración detuvieron el tren de carga en el que viajaban a través de México.
Su esposa trató de explicar que su familia tenía permiso para ir a Estados Unidos. En cambio, la llevaron en avión a la frontera sur de México como parte de una oleada de acciones policiales que, según funcionarios estadounidenses, ha contribuido a una fuerte caída en los cruces fronterizos ilegales.
Además de obligar a los migrantes a bajarse de los trenes, México también reanudó los vuelos y los transportes en autobús a la parte sur de su territorio y comenzó a mandar a algunos migrantes venezolanos de vuelta a su país.
Bermúdez dijo que su esposa fue separada de la familia cuando habló con las autoridades mientras él se ocupaba del hijastro y sus pertenencias. Quería huir, pero ella le dijo que no debían hacerlo porque habían seguido el procedimiento correcto al concertar una cita con las autoridades de inmigración estadounidenses.
“Le dije: 'No confíes en ellos'. Escondámonos en la maleza'”, contó Bermúdez, y agregó que otros migrantes habían huido. Recordó que ella le dijo: “¿Por qué nos envían de regreso si tenemos una cita?”.
La semana pasada, Bermúdez, su hijastro y otros dos familiares la esperaban en un refugio en la ciudad fronteriza mexicana de Piedras Negras mientras ella un autobús de regreso con la esperanza de llegar a la fecha concertada.
Una buena noticia para la Casa Blanca
Los arrestos por cruces ilegales a Estados Unidos desde México cayeron a alrededor de 2,500 el lunes pasado, frente a más de 10,000 en varios días de diciembre, según las autoridades estadounidenses.
En el área más activa de la Patrulla Fronteriza, los arrestos totalizaron 13,800 durante el período de siete días que finalizó el viernes, un 29% menos que los 19,400 dos semanas antes, según el jefe del sector de Tucson, Arizona, John Modlin.
La caída llevó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos a reabrir el jueves el puerto de entrada en Lukeville, Arizona, después de un cierre de un mes en la ruta más directa desde Phoenix a sus playas más cercanas. Estados Unidos también restableció las operaciones en Eagle y otros tres puntos.
Aunque sea temporal, la disminución de los cruces ilegales es una buena noticia para la Casa Blanca. La istración del presidente Joe Biden está enfrascada en conversaciones con negociadores del Senado sobre la restricción del asilo y negocian 110,000 millones de dólares en ayuda para Ucrania e Israel.
Las propuestas que están discutiendo los enviados de la Casa Blanca y el Senado incluyen una nueva autoridad de expulsión que negaría el derecho a buscar asilo si los cruces fronterizos ilegales alcanzan un cierto umbral. Es casi seguro que cualquier autoridad de ese tipo dependería de la voluntad de México de aceptar de regreso a los no mexicanos que ingresan ilegalmente a Estados Unidos, algo que ahora hace solo en escala limitada.
El apoyo de México fue fundamental para anular las políticas de la era Trump que obligaron a 70,000 solicitantes de asilo a esperar en México las audiencias en los tribunales de inmigración de Estados Unidos y a negarles el derecho a solicitar asilo durante la pandemia de covid-19.
El papel de México en los cruces ilegales a EEUU
La agencia de inmigración de México envió al menos 22 vuelos desde su región fronteriza con Estados Unidos a ciudades del sur durante los últimos 10 días de diciembre, según Witness at the Border, una ONG que rastrea datos de vuelos. La mayoría eran de Piedras Negras, que está al otro lado de la frontera con Eagle , Texas.
México también realizó dos vuelos de expulsión a Venezuela con 329 migrantes. Este nuevo esfuerzo está marcado por la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a la Ciudad de México el 28 de diciembre para tratar la oleada de cruces sin precedentes hacia Estados Unidos.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que se resolvió el déficit financiero que había llevado a la agencia de inmigración a suspender las deportaciones y otras operaciones, pero no ofreció detalles.
Los comerciantes en Eagle , una ciudad de aproximadamente 30,000 habitantes, vieron cómo las ventas sufrieron “un gran impacto” mientras se cerraba un puente al tráfico de vehículos para que los agentes fronterizos pudieran ser reasignados para ayudar a procesar a los inmigrantes, dijo el juez del condado de Maverick, Ramsey English Cantu.
“Sobrevivimos prácticamente de todo lo que viene del lado mexicano”, afirmó.
El mes pasado, CBP reabrió el paso a trenes de carga en Eagle y El Paso, Texas, después de un cierre de cinco días que, según funcionarios estadounidenses, fue una respuesta a que hasta 1,000 migrantes viajaban en un solo tren a través de México antes de intentar cruzar la frontera a pie.
El jueves, en Piedras Negras, la Casa del Migrante albergaba a unos 200 inmigrantes, en comparación con los 1,500 que había recientemente.
Andrew Selee, presidente del Instituto de Política Migratoria en Washington DC, advirtió contra una sobreestimación del papel de México en la reciente caída del tráfico.
Panamá informó que menos de 25,000 migrantes atravesaron la selva del Darién en diciembre, aproximadamente la mitad de octubre y una señal de que menos personas están saliendo de Sudamérica hacia Estados Unidos. La migración generalmente disminuye en diciembre en medio de vacaciones y clima frío.
"Estados Unidos puede apoyarse en México para lograr un efecto de aplicación de la ley a corto plazo sobre la migración en la frontera, pero los efectos a largo plazo no siempre son claros", dijo Selee.
Mira también: