Cómo la creciente influencia de China en América Latina es una 'amenaza' para la normalización de sus relaciones con EEUU

Pero trabajar para solucionar los problemas de seguridad entre los dos países, un punto de discordia en las relaciones bilaterales desde hace mucho tiempo, puede tener un horizonte más largo.

De hecho, la decisión del ejército de EEUU de derribar un presunto globo espía chino que había estado volando sobre el país en febrero de 2023 descarriló el viaje diplomático programado por Blinken a China a principios de año.

Ahora hay informes noticiosos de que China hizo tratos con Cuba para establecer una estación de escuchas electrónicas en la nación isleña, a solo 90 millas de Florida, algo que los funcionarios del gobierno cubano han negado, y para construir allí un centro de entrenamiento militar. Tales movimientos reflejan los esfuerzos de China por aumentar su influencia en América Latina y el Caribe.

Un funcionario de la istración de Biden dijo en junio que el espionaje de China desde Cuba es un problema continuo anterior al mandato del presidente y que la inteligencia estadounidense sabía que China había mejorado las instalaciones de espionaje existentes en Cuba en 2019.

Como investigador de las relaciones entre China y América Latina y exfuncionario del gobierno de EEUU, he visto de primera mano la creciente influencia de China en América Latina y el Caribe lo que me preocupa por sus implicaciones de gran alcance para la seguridad nacional de EEUU.

Demasiado cerca para estar cómodos

La base de espionaje y el centro de entrenamiento militar planificados por China en Cuba estarían ubicados cerca de la estación naval de EEUU en la Bahía de Guantánamo y muy cerca de un área que alberga varias instalaciones militares de EEUU como el Comando Sur de EEUU en Miami, el Comando Central de EEUU y el Comando de Operaciones Especiales de EEUU ambos ubicados en Tampa.

La instalación permitiría a los oficiales de inteligencia chinos interceptar mejor la información militar confidencial transmitida entre los comandos militares de EEUU, rastrear a los líderes diplomáticos y militares de EEUU mientras viajan por la región, monitorear el movimiento de barcos comerciales y navales de EEUU y obtener detalles sobre ejercicios militares, conferencias y capacitación con varios países de América Latina y el Caribe.

La instalación también podría reforzar el uso de las redes de telecomunicaciones por parte de China para espiar a los ciudadanos estadounidenses.

Los funcionarios estadounidenses han sospechado durante mucho tiempo que las empresas de telecomunicaciones chinas Huawei y ZTE instalan servidores y equipos de red en todo el mundo, incluso en Cuba, para ayudar al gobierno chino a recopilar información confidencial sobre los líderes del gobierno local y los ciudadanos.

Empresas chinas como China Harbour Engineering Company han construido docenas de proyectos portuarios de aguas profundas en países de América Latina y el Caribe, donde las agencias de inteligencia chinas podrían rastrear los movimientos de barcos comerciales o navales de EEUU en importantes rutas marítimas como el Canal de Panamá, lo que podría ayudar a China a comprender dónde restringir las rutas marítimas estadounidenses durante un posible conflicto militar.

Las empresas chinas también han construido u operado 12 instalaciones de investigación espacial en América del Sur que pueden utilizarse para la investigación espacial legítima. Pero funcionarios de EEUU y otros han expresado su preocupación de que estos mismos sitios puedan usarse para espiar los satélites de EEUU e interceptar información confidencial.

Policía china ilegal

Las fuerzas policiales chinas también tienen una presencia creciente. En abril de 2023, el FBI arrestó a dos ciudadanos chinos por presuntamente operar una comisaría ilegal en el barrio chino de la ciudad de Nueva York. Según The New York Times, los hombres supuestamente hostigaron a los disidentes chinos que vivían en EEUU

China supuestamente opera 100 de estos puestos policiales en todo el mundo. Catorce de ellos están en ocho países de América Latina y el Caribe.

China también ha estado intensificando su participación en la aplicación de la ley en América Latina y el Caribe, donando chalecos antibalas, cascos y vehículos a las fuerzas de seguridad locales. Agentes de la ley de América Latina y el Caribe han ido a China para recibir capacitación.

Las empresas tecnológicas chinas Huawei, ZTE, Dahua y Hikvision han donado cámaras de vigilancia y tecnología de reconocimiento facial a los gobiernos municipales de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Guyana y Surinam.

Si bien estas empresas chinas implementan estas tecnologías para ayudar a los gobiernos de América Latina y el Caribe a reducir el crimen, también podrían usarlas para espiar al personal del gobierno de EEUU que vive en estos países. De hecho, EEUU ha prohibido la presencia de algunas de estas empresas por temor a que espíen para el gobierno chino.

La participación de China en las actividades de aplicación de la ley en estos países erosiona la posición de EEUU como el socio de seguridad preferido de la región.

Décadas de influencia creciente

Mientras tanto, una fuente importante de conflicto entre EEUU y China es el suministro de la droga fentanilo. En abril de 2023, la istración Biden declaró al fentanilo como una amenaza emergente para la seguridad nacional de los Estados Unidos.

La cadena de suministro global de fentanilo a menudo termina en las calles de EEUU, pero comienza en varios laboratorios de compañías farmacéuticas en China. Los departamentos del Tesoro y de Justicia de EEUU sancionaron o acusaron a varias empresas y personas chinas por vender a sabiendas precursores de fentanilo a de carteles mexicanos, quienes luego producen el letal fentanilo y lo venden a los estadounidenses.

La conexión China-Cuba es solo un ejemplo de cómo el gobierno chino y las empresas chinas han estado expandiendo su influencia en las puertas de Estados Unidos durante décadas. No solo a través del comercio y la inversión, sino también a través de actividades de espionaje, militares, policiales y de drogas. Tales actividades afectarán en gran medida la seguridad nacional de EEUU en los años venideros.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el artículo original.
* Leland Lazarus es Director Asociado de Seguridad Nacional, Florida International University, miembro temporal del Consejo de Relaciones Exteriores, miembro no residente del Atlantic Council Global China Hub y miembro de la junta de la Asociación Fulbright..