El escándalo del pago de sobornos de EEUU a espías españoles: esto es lo que se sabe
Lo que en octubre pareció una reunión más entre la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, y la embajadora de EEUU en Madrid, Julissa Reynoso, era en realidad uno de los episodios clave de un inédito culebrón de espionaje que llevó a la salida del país de dos funcionarios estadounidenses y el arresto de dos agentes locales.
El encuentro entre Robles y Reinoso estaba destinado, nada menos, que a exigirle explicaciones al gobierno estadounidense por “una acción hostil e insólita entre dos países aliados”, de acuerdo con la información publicada este jueves por el diario El País, citando fuentes gubernamentales.
Los españoles habían detectado que funcionarios de la Embajada de Estados Unidos habían captado a dos agentes de inteligencia locales para obtener filtraciones de secretos. Y en Madrid, sorprendidos porque consideran wue siempre han facilitado la información de inteligencia que EEUU solicita, lo que ha causado mucho malestar que emplearan una estrategia considerada propia de adversarios, no de aliados.
La decisión de expulsar a los agentes estadounidenses tras meses de investigación fue llevada con mucha discreción por parte del gobierno de Pedro Sánchez y, de hecho, no tuvo que materializarse ya que Washington se adelantó y los sacó del país.
Eso sí, Sánchez itió el martes, durante una charla informal con un grupo de corresponsales extranjeros, que este incidente causó tensión entre Madrid y Washington, pero aseguró que el asunto estaba zanjado, sin más precisiones, según AFP.
Qué se sabe del espionaje de EEUU a España
Los dos estadounidenses reclutaron a una pareja de agentes de los servicios secretos de España, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), quienes supuestamente habían sido sobornados a cambio de la filtración de información confidencial.
En un control de seguridad, el CNI notó que los dos empleados, un jefe de área y su ayudante, habían accedido a información clasificada que no requerían para el desempeño de su trabajo y para la que no tenían autorización.
Eso hizo saltar las alarmas y dio pie a una investigación interna que concluyó que al menos uno de ellos había sido captado por los funcionarios estadounidenses para que le facilitara la información (de la que no han trascendido detalles), se supone que a cambio de dinero. Su detención en septiembre fue adelantada el lunes por el diario El Confidencial.
Ambos fueron procesados por el delito de revelación de secretos, castigado con hasta cinco años de cárcel, aunque la acusación podría llegar a ser del más grave delito de traición por espionaje para favorecer a una potencia extranjera, que contempla hasta 12 años de cárcel. El ayudante salió en libertad bajo fianza.
El ministro de Justicia de España, Félix Bolaños, cuando salió la información de la detención, dijo que ahora "lo que procede es que se desarrolle la investigación judicial". "Toda la colaboración que podamos aportar desde luego que lo haremos para que se esclarezcan cuanto antes estos hechos".
La versión de la embajadora es que ella desconocía el asunto y que se trató de una operación puesta en marcha antes de que llegara el presidente Joe Biden a la Casa Blanca. Aseguró también desconocer por qué seguía en marcha e incluso pidió disculpas, además de que prometió la máxima colaboración en el esclarecimiento del asunto.
Mientras en los servicios de inteligencia de España, según El País, se preguntan: “¿Para qué tienen que pagar si les damos todo lo que nos piden?”.
Con información de AFP.
