Multan con 15,000 dólares a los organizadores de una boda judía ortodoxa en Nueva York que reunió a miles de invitados
Las autoridades de Nueva York impusieron una multa de 15,000 dólares a los organizadores de una boda celebrada el pasado 8 de noviembre por un destacado miembro de la comunidad ultraortodoxa judía de la ciudad a la que acudieron miles de personas, en medio del incremento en los casos de coronavirus en todo el país.
En una rueda de prensa, el alcalde Bill De Blasio, que no confirmó el número de personas que acudieron a la ceremonia, aseguró que "más allá de la cifra, tanto si fueron cientos como miles, eran demasiados y parece que hubo un esfuerzo muy consciente de ocultar lo que estaba ocurriendo".
"Una multa de 15,000 dólares es muy seria, además se ha impuesto una orden de cese de actividades en el edificio. Si hay más actividades inapropiadas, serían la causa para que el edificio fuera cerrado permanentemente", agregó el alcalde.
El evento fue celebrado en la sinagoga Yetev Lev en el vecindario de Williamsburg, en Brookyn, que tienen capacidad para 7,000 personas.
El pasado domingo, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó una investigación sobre lo ocurrido y aseguró que de ser cierto se trataría de "un flagrante desprecio de la ley y una falta de respeto a la gente de Nueva York".
Asistentes sin mascarillas
Se trataba de la boda de un nieto de un rabino hasídico de la que se publicaron varios videos en los que se podía ver a un gran número de asistentes sin mascarillas.
El cumplimiento de las restricciones de coronavirus en algunas de las comunidades judías ortodoxas de Nueva York ha sido un problema desde que comenzó la pandemia la primavera pasada.
Las protestas estallaron en la sección de Borough Park de Brooklyn el mes pasado después de que Cuomo anunciara una ofensiva en varios vecindarios ortodoxos a medida que aumentaban los casos de virus. Muchos de las comunidades ortodoxas se quejaron de que estaban siendo señalados.
Cuomo y de Blasio han advertido a todos los neoyorquinos que incluso las pequeñas reuniones durante las vacaciones podrían impulsar un aumento en las infecciones por coronavirus.
“El problema es que este es un período peligroso porque ha aumentado la actividad social por definición”, dijo Cuomo.
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