Cómo las polémicas designaciones de Trump para su gobierno priorizan la lealtad sobre la capacidad de los candidatos
Durante gran parte de su primer mandato, Donald Trump se sintió traicionado por muchos de quienes había puesto en posiciones de poder. Por eso, esta vez no correrá riesgos.
Mientras trabaja para completar los puestos de su segundo gobierno, el magnate ha recurrido a una combinación de candidatos ciertamente desconcertante. Tanto, que incluso algunos causaron polémica entre varios de su propio Partido Republicano, lo que podría provocar complicaciones para su aprobación en el Senado.
Muchos de los elegidos hasta ahora son amigos personales. Otros son rostros conocidos del canal de noticias Fox News o de otros medios conservadores. Algunos tienen amplia experiencia en las áreas para las que han sido elegidos, pero muchos otros parecen no tener absolutamente ninguna. Algunos parecen elegidos para sorprender y asombrar, unos más para tranquilizar, otros para desatar el caos.
Pero, sean cuales sean las diferencias en su ideología o la solidez de su currículum, los elegidos estarán allí, sobre todo, para llevar a cabo la voluntad de Trump.
En su primer mandato, se irritaba por los intentos de asistentes y asesores por “gestionar” su labor al frente de la Casa Blanca, y le frustraban las filtraciones.
Ahora, Trump ubica la lealtad por encima de todo con el objetivo de reducir las luchas internas y maximizar su capacidad para remodelar Washington durante su segunda etapa en la Oficina Oval.
“Cuando fue elegido la primera vez”, Trump “no tenía esa clase de abundante experiencia en (Washington) DC, ni las relaciones con la gente de Washington”, dijo a la agencia AP Marc Lotter, un exasistente que ahora trabaja en el America First Policy Institute, un organismo sin fines de lucro que está estrechamente vinculado a su transición.
“Muchas de las personas a quienes recurrió trataban de aprovecharse de eso para convencerlo de su punto de vista, en lugar de cumplir con el punto de vista de él y para lo que fue elegido”, aseguró.
Ahora, agregó Lotter sobre Trump, “si toma una decisión, quiere que la ejecuten”.
¿Cómo fue la elección de los del primer gobierno de Trump?
Es obvio que los presidentes siempre nombran asistentes de confianza y a personas que probablemente apoyarán su agenda. Pero, esta vez, expertos temen que Trump esté construyendo un gobierno diseñado para erradicar cualquier oposición interna a sus políticas e impulsos.
Con un notable apetito de venganza y una lista de aquellos a quienes tiene en la mira, Trump asumirá el cargo con muchas menos barreras y controles a su poder que la ocasión anterior. Regresará a Washington con dictaminó que es en gran medida inmune a ser enjuiciado.
Trump ha dicho desde hace tiempo que el mayor error de su primer mandato fue elegir a las personas equivocadas. Había llegado a Washington siendo alguien que nunca había trabajado en el gobierno y dice que dependió de otros para que le recomendaran a qué personal contratar.
“Hicimos un muy buen trabajo. Pero ahora haremos un trabajo mucho mejor porque ahora conozco a la gente. Conozco a los buenos, a los malos. Conozco a los débiles, a los fuertes. Conozco a los estúpidos. Conozco a los inteligentes. Los conozco a todos”, dijo en un mitin en Carolina del Norte durante la recta final de la campaña.
Trump ha culpado a asesores de obstaculizar sus objetivos en su primer mandato, y ha tildado a algunos de ellos de “tontos” y débiles. El grado al que Trump ha enfrentado la resistencia de aquellos a quienes él mismo eligió fue a menudo un reflejo de la naturaleza extraordinaria de sus órdenes.
Su primer mandato estuvo lleno de ejemplos de asesores que trataron de ser más hábiles que él al responder con lentitud a sus órdenes o ignorar directrices que consideraban desacertadas.
En 2016, Trump llenó gran parte de su equipo con líderes empresariales de alto nivel, muchos de los cuales habían trabajado en las industrias que les pidió regular. También trató de rodearse de un grupo de altos mandos militares a los que le gustaba llamar “mis generales”.
Pero, en esta ocasión, el presidente electo está yendo en una dirección muy diferente.
Algunos de los ejemplos de designados por Trump en los que antepone lealtad a experiencia en el cargo
Ahora, Trump está anteponiendo esa anhelada lealtad a la experiencia que sus designados puedan tener en las áreas concretas para las que les elige.
fue señalado por "agresión sexual" (aunque no se presentaron cargos) y calificado de “amenaza interna” por sus propios excolegas.
Igual de inesperada fue la nominación del polémico representante republicano de Florida Su elección consternó a muchos empleados del Departamento de Justicia, considerando la falta de experiencia de Gaetz en la aplicación de la ley y el hecho de que una vez fue objeto de una investigación federal por tráfico sexual.
También levantó gran inquietud entre los demócratas, quienes temen que desate represalias contra los oponentes de Trump y proteja a sus aliados para que no sean enjuiciados. Incluso los compañeros republicanos de Gaetz en la Cámara de Representantes, quienes estaban reunidos en el Capitolio cuando se hizo el anuncio, pensaron inicialmente que la noticia era una broma.
La elección de Robert F. Kennedy Jr. su historial de declaraciones y creencias, repleto de conspiraciones antivacunas y de teorías médicas rechazadas rotundamente por estudios.
Tulsi Gabbard, excongresista de 42 años nominada para dirigir los servicios de inteligencia del país, ha sido bien acogida por los aliados de Rusia por sus opiniones moderadas sobre la guerra en Ucrania. Según sus críticos, no cuenta con ninguna experiencia ni preparación que justifiquen o respalden su nombramiento para esta importante posición.
O también está el caso de Lee Zeldin, excongresista por Nueva York elegido para estar al frente de la Agencia de Protección Ambiental, y que tiene poca experiencia en cuestiones climáticas o regulatorias. Sin embargo, ya se mostró crítico en torno a la reincorporación de EEUU al Acuerdo de París para la lucha contra el cambio climático
“El pueblo estadounidense reeligió al presidente Trump por un margen rotundo, dándole el mandato de implementar las promesas que hizo durante la campaña electoral, y sus selecciones para el gabinete reflejan su prioridad de poner a EEUU primero”, dijo Karoline Leavitt, portavoz del equipo de transición de Trump y del vicepresidente electo, JD Vance.
Analistas aseguran que Trump elige a personas que cree que están comprometidas con su agenda de “EEUU primero” y que puedan ejecutarla mejor, y le complace que sus polémicas selecciones ya estén sacudiendo Washington.
Dirigir el Pentágono es una tarea monumental y Hegseth parece “totalmente no calificado”, dijo a la agencia AP Matthew Waxman, un republicano que fue alto exfuncionario de los departamentos de Estado y de Defensa y del Consejo de Seguridad Nacional.
“Respeto a cualquiera que haya servido en uniforme, pero Hegseth no es una persona seria para dirigir al Pentágono”, dijo Waxman. “Miro a Hegseth y digo: Va a ser 100 veces mejor librando guerras culturales que guerras reales si, por desgracia, tenemos que librar una”.
“Creo que le está dando prioridad a la lealtad por encima de la gobernanza. Y eso es peligroso para el país. Eso es peligroso para el liderazgo estadounidense en el mundo”, concluyó Waxman sobre la selección de Hegseth y el resto de nombramientos de Trump.
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