El temor a un 'caos electoral' en Georgia tras la decisión de la Junta Electoral de forzar un conteo manual de las boletas en noviembre
Una nueva norma aprobada en el estado de Georgia el viernes, a solo 46 días antes de las elecciones, obliga a hacer un recuento manual de los votos antes de que el conteo final pueda ser tabulado.
La norma, aprobada por la Junta Electoral Estatal, requiere que tres personas en cada distrito electoral verifiquen los recuentos de votos arrojados por las máquinas contando los votos manualmente.
La norma hace eco de las teorías conspirativas que ponen en duda los resultados de las máquinas de votación y descarta las advertencias de expertos electorales de que los recuentos manuales son costosos y menos confiables que las máquinas.
La medida fue aprobada con los votos favorables de tres de la junta alineados con Trump y dos votos en contra, incluyendo el del presidente de grupo, John Fervier, designado por el gobernador republicano del estado Brian Kemp.
“ De lo que estamos hablando en términos sencillos es de pedir a miles de personas que manipulen las papeletas antes de que se conozcan los totales y se informen formalmente, sin prácticamente ninguna salvaguarda en su lugar, incluso sin considerar el riesgo de que haya malos actores”, advirtió Marisa Pyle, del grupo de activismo electoral All Voting Is Local, durante la parte de comentarios públicos de la reunión del viernes. “El personal electoral les ruega que dejen de hacerlo”.
El fiscal general de Georgia, Chris Carr, emitió una carta el jueves para informar a la junta que las normas propuestas “muy probablemente excedan la autoridad legal" del grupo.
“Una norma propuesta que permita a los observadores electorales un mayor iría más allá de la lista designada por ley de lugares en los que un superintendente puede decidir ubicar a los observadores electorales”, advirtió Carr en la carta, agregando que de ser aprobada “muy probablemente estaría sujeta a impugnación legal por inválida”.
Los de la Junta que Trump llama sus 'pitbulls'
La junta electoral de Georgia, con una mayoría de tres abiertamente favorables a la candidatura del expresidente Donald Trump, generó titulares a nivel nacional el mes pasado cuando aprobó una regla que permite a los de los colegios electorales locales realizar una "investigación razonable" indefinida antes de poder certificar una elección y les da un derecho ilimitado a acceder a documentos para hacerlo.
En un mitin en Georgia el mes pasado, Trump elogio a los tres de la junta electoral que le son favorables, llamándolos “pitbulls que luchan por la honestidad, la transparencia y la victoria”. Una de los , Janice Johnston, se puso de pie y agradeció los aplausos de la multitud.
Durante la reunión, la representante estatal de Georgia, Saira Draper, acusó a la junta de "sembrar el caos" antes de la elección. "Estamos preparando a nuestros condados para que fracasen", dijo. "Cuando estos condados fracasen, cuando haya imprecisiones, si hay un resultado de la elección que a algunos de los de esta junta no les guste, podrán señalar esas imprecisiones".
“El mundo nos va a pedir cuentas por las decisiones que tomemos”, dijo Milton Kidd, director de elecciones del condado de Douglas, expresando la opinión de funcionarios electorales locales de todo el estado que habían instado a la junta a dejar de cambiar las reglas en torno a las elecciones tan cerca de la votación.
“Nuestras principales preocupaciones son los plazos de aplicación de estas normas”, dijo Travis Doss, director ejecutivo de la junta electoral del condado de Richmond en Augusta y presidente de la Asociación de Funcionarios Electorales y de Registro de Votantes de Georgia.
El secretario de estado republicano de Georgia, Brad Raffensperger, criticó las medidas tomadas por la junta. “Es demasiado tarde en el proceso electoral para que los condados implementen nuevas normas y procedimientos, y muchos trabajadores electorales ya han completado la formación requerida”, escribió en una carta reportada por el The New York Times a principios de esta semana.
“Si la junta considera que los cambios en las reglas son importantes para una elección, el proceso debió haber comenzado mucho antes para permitir una implementación y capacitación sin inconvenientes, e incluir el aporte de los funcionarios electorales”, agreg[o Raffensperger en la carta.
La junta planea considerar otras normas propuestas que exigirían recuentos manuales diarios de los votos anticipados, informes públicos de los votantes que hayan emitido un voto durante la votación anticipada, y un mayor de los observadores electorales durante la tabulación, entre otras medidas.
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