Blockbuster. Antes de los servicios en línea de Netflix, Hulu, Amazon Prime o Disney, esta empresa fundada en 1985 lideraba cómodamente el mercado de alquiler de películas. Tenía locales literalmente en todos lados (más de 9,000) pero desde 2004 fue desapareciendo hasta dejar solo uno en Bend, Oregon. Su decisión de no invertir en el servicio en línea condenó a esta empresa y se declaró en quiebra en 2010.
Crédito: David Friedman/Getty Images
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Vine. Esta aplicación para hacer videos cortos arrasó en Internet a principios de la década de 2010. Twitter la compró en 2012 por 30 millones de dólares y luego Instagram y otras plataformas de redes sociales comenzaron a ofrecer servicios de video similares. La cantidad de s de Vine se desplomó y Twitter suspendió la aplicación en 2016. Crédito: Hoch Zwei/Corbis via Getty Images
The Weinstein Company. Después de su éxito con Miramax Films, Harvey Weinstein (en la foto) y su hermano Bob fundaron el estudio de cine The Weinstein Company en 2005. Luego del escándalo que generó las acusaciones de conducta sexual inapropiada de Weinstein con numerosas mujeres, la compañía entró en una crisis de relaciones públicas. The Weinstein Company se declaró en quiebra a principios de 2018. Crédito: ANGELA WEISS/AFP via Getty Images
Pier 1 Imports. Esta compañía ya estaba en camino de desaparecer antes de la pandemia de covid-19. La cadena de tiendas de artículos para el hogar se declaró en bancarrota en febrero de 2020, luego de nueve trimestres consecutivos de ventas decrecientes. Unos meses después, decidió cesar todas las operaciones y liquidar sus activos. Crédito: Ethan Miller/Getty Images
Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus. Durante casi 150 años este circo viajó por todo el país, pero comenzó a perder popularidad en las últimas décadas. Los activistas por los derechos de los animales venían criticando al circo durante años y la asistencia de público cayó hasta en un 50% desde 1990. El alto costo de trasladar el espectáculo de una ciudad a otra eventualmente hizo que el modelo de negocio fuera insostenible. En la fotografía el último acto de esta compañía en Uniondale, Nueva York, en 2017.
Crédito: The Washington Post/The Washington Post via Getty Im
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Theranos. Esta compañía parecía que estaba a punto de revolucionar la industria de la salud, pero toda la operación resultó ser una farsa. Su CEO, Elizabeth Holmes (en la foto), aseguraba que estaba creando un dispositivo que podía diagnosticar una amplia gama de enfermedades analizando apenas unas gotas de sangre de un dedo pinchado. Esta prometedora idea le dio a Theranos una valoración de 9,000 millones de dólares, pero más tarde se reveló que la oferta no era real. Holmes enfrenta hasta 20 años de prisión por cargos de fraude electrónico y estafa a inversionistas, médicos y pacientes. La empresa se disolvió en 2018.
Crédito: Jeff Chiu/AP
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Toys R Us. En la década de 1990 esta cadena controlaba la cuarta parte del mercado mundial de juguetes en sus más de 1,500 tiendas. La suerte de la empresa cambió en el siglo XXI cuando se vio afectada por las nuevas preferencias del mercado y las ventas en línea. En 2017 se declaró en bancarrota, con una deuda de 5,000 millones de dólares. Luego anunció que cerraría todas sus tiendas. Crédito: Moses Robinson/Getty Images for Tru Kids
Modell's. Esta gran cadena de artículos deportivos operaba en el noreste del país desde 1889. Después de planear inicialmente cerrar solo 24 de sus tiendas, la compañía se declaró en bancarrota en febrero de 2020, antes de la pandemia, y anunció el cierre de todas sus tiendas. Sus ejecutivos culparon a la competencia de otras grandes tiendas y de Amazon, así como a los inviernos más cálidos que reducen las ventas de abrigos. Crédito: Astrid Stawiarz/Getty Images for Modells
Alta Motors. En un momento en que el mercado de autos eléctricos continuaba en aumento, uno de los principales fabricantes de motocicletas eléctricas cerró sus operaciones en 2018. Alta Motors se había expandido a más de 70 concesionarios en 2018, pero no pudo mantener una base financiera firme. Una posible asociación con Harley-Davidson fracasó y la compañía dejó de operar en 2018. Crédito: Alta Motors
Pebble. En 2012 en esta tecnológica recaudó más de 10 millones de dólares para financiar su primera incursión en relojes inteligentes. Se había adelantado a Apple y sus ventas iniciales fueron sólidas. Para 2015, Pebble estaba valorado en 740 millones, pero todo cambió cuando Apple lanzó su propio reloj inteligente. No pudo competir y fue vendida a FitBit por menos de 40 millones de dólares. Crédito: Jonas Birmé/Flickr
Compaq. Después de su fundación en 1982 la compañía experimentó un tremendo crecimiento y, para 1994, controlaba más del 10% del mercado mundial de computadoras. En su apogeo llegó a valer más de 40 mil millones de dólares, sin embargo, competidores como Dell tomaron gran parte de su la participación en el mercado vendiendo directamente a los clientes, mientras que Compaq tenía acuerdos de distribución con minoristas como Best Buy y Circuit City. En 2002 HP adquirió esta empresa por 24 mil millones de dólares y retiró el nombre de Compaq en 2013. Crédito: JAMES NIELSEN/AFP via Getty Images
A&P Supermarket. Desapareció en 2015 después de más de 100 años en el negocio. No resistió la competencia con tiendas de comestibles más baratas como Walmart o cadenas de gama alta como Whole Foods. Pidió protección por bancarrota por primera vez en 2010, pero en 2015 cerró definitivamente después de declararse en quiebra por segunda vez. Crédito: Chris Hondros/Getty Images
Solyndra. Esta empresa de fabricación de es solares era una de las más prometedoras de Silicon Valley cuando fue fundada en 2005. Recaudó alrededor de mil millones de dólares en fondos de capital de riesgo y obtuvo un préstamo de más de 500 millones gracias a una iniciativa del Departamento de Energía. A pesar de que tuvo cientos de millones en ingresos, la entrada al mercado de es solares más baratos dejó a Solyndra fuera del negocio en 2011. Crédito: Justin Sullivan/Getty Images
Gawker. Este blog de chismes fundado en 2003 se hizo increíblemente popular y polémico, y se convirtió en un imperio mediático. El luchador Hulk Hogan ganó una demanda por violación de la privacidad luego que Gawker publicara un video sexual de él sin su permiso. La sentencia de 140 millones de dólares se redujo a 31 millones, Gawker se declaró en quiebra y la empresa fue puesta en subasta. Univision adquirió todas las marcas bajo el paraguas de Gawker Media, pero cerró Gawker.com. Luego la marca fue adquirida por Bustle pero aún no se ha relanzado.
Crédito: Gawker
Crédito: Gawker
Palm. Mucho antes de los teléfonos inteligentes, los ‘asistentes digitales personales’ (PDA) eran dispositivos imprescindibles. Palm, fundada en 1992, fue la empresa que los introdujo y en 1998 tenía más de dos tercios del mercado mundial de estos aparatos. En 2000, la valoración de Palm era de más de 53,000 millones de dólares, pero competidores como Sony comenzaron a morder ese mercado y el precio de las acciones de de la compañía se desplomó. En 2009 HP la adquirió por 1,200 millones de dólares y en 2011 anunció que retiraría la marca.
Crédito: alexeys/Getty Images/iStockphoto
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Henri Bendel. Esta cadena de tiendas de ropa de lujo funcionaba desde 1895, pero en 2018 registró una pérdida de 45 millones de dólares. Sus operaciones en centros comerciales comenzaron a competir con la creciente demanda en línea y algunos analistas sugieren que la tendencia de los consumidores en los últimos años ha sido gastar menos menos en artículos de lujo y más en teléfonos y tecnología. Comenzaron a cerrar sus tiendas en 2019. Crédito: Craig Barritt/Getty Images for Henri Bendel
Dressbarn. Desde 1962 ofrecía ropa para mujeres profesionales en sus locales, pero fue una de las muchas empresas que se vieron afectadas con el declive de los centros comerciales en Estados Unidos. En 2019 anunció que cerraría todas sus tiendas en todo el país, aproximadamente 650. Crédito: Justin Sullivan/Getty Images
Jawbone. El caso de esta tecnológica fabricante de auriculares y altavoces Bluetooth es similar al de Solyndra: llegó a tener un valor de miles de millones de dólares solo por el capital que recaudó y no por su potencial de ganancias. Fue fundada en 1999 y llegó a valorarse en más de mil millones de dólares en 2014. En 2017 enfrentó innumerables demandas de proveedores y la empresa entró en liquidación.
Crédito: Torsten Maue/Flickr
Crédito: Torsten Maue/Flickr
Teavana. La cadena Starbucks es la principal vendedora de café del país. En 2012 decidió incursionar en el té y adquirió Teavana, que operaba desde 1997, por unos 620 millones de dólares. Muchas tiendas Teavana estaban ubicadas en centros comerciales, que han experimentado una disminución significativa en el tráfico peatonal en los últimos años. Starbucks decidió en 2017 cerrar los casi 400 locales de Teavana. Crédito: Spencer Platt/Getty Images
Vertu. Fue establecida en 1998 por Nokia como su marca de teléfonos de lujo. Los aparatos a menudo se ofrecían cubiertos de joyas y metales preciosos, y costaban más de 10,000 dólares. Eran difíciles de vender, en parte debido al alto precio, pero también porque su tecnología era inferior a otras marcas. Fue vendida a un fondo con sede en Hong Kong en 2015 y luego a un empresario turco en 2017. Ese año se reveló que la compañía tenía más de 130 millones en deuda y fue liquidada.
Crédito: Kevin Lee
Crédito: Kevin Lee
Borders. A medida que Amazon se fue expandiendo de su objetivo inicial de vender libros a través de Internet, las librerías tradicionales como Borders lucharon por sobrevivir. Marcas como Barnes and Noble lanzaron sus propios dispositivos para leer libros en línea, pero Borders no se adaptó a los cambios y se declaró en quiebra en 2011. La empresa tenía una deuda de casi 1,300 millones de dólares, superior al valor total de sus activos. Crédito: Scott Olson/Getty Images
Sports Authority. Fue fundada en 1987 y luego de varios años de éxitos comerciales esta tienda de artículos deportivos comenzó a enfrentar la dura competencia de otras tiendas similares y las ventas en línea. En 2016 la compañía solicitó protección por bancarrota e inicialmente planeó mantener abiertas la mayoría de sus tiendas. Finalmente decidió cerrar todos sus locales. Crédito: Joe Raedle/Getty Images
American Apparel. Esta cadena fundada en 1989 tenía tiendas en todos los centros comerciales de Estados Unidos. En su apogeo estaba valorada en más de mil millones de dólares pero se declaró en bancarrota en 2015, después de no obtener ganancias durante seis años. Despidió empleados, subastó su marca y ahora opera como una tienda en línea. Crédito: Justin Sullivan/Getty Images
Movie. El negocio de esta empresa consistía en permitir a los s pagar una tarifa mensual de 9.95 dólares para ver tantas películas como quisieran en los cines. Esta cifra no era suficiente para mantener el modelo de negocio y su empresa matriz Helios y Matheson Analytics comenzaron a perder dinero. Impusieron restricciones y alejaron a los s. Finalmente, en septiembre de 2019, Movie cesó sus operaciones. Crédito: Joe Scarnici/Getty Images for Movie
Lord & Taylor. Abrió sus puertas en 1826 y es considerada la tienda por departamentos más antigua del país. Cerró en gran parte debido al covid-19 pero desde antes sufría el mismo problema que otras cadenas: menos gente en los centros comerciales a medida que aumentaban las compras en línea. Fue vendida en 2006 a una firma de inversiones por más de mil millones de dólares, y en 2019 la empresa de alquiler ropa Le Tote la compró por alrededor de 71 millones. En agosto de 2020 comenzaron a liquidar las tiendas. Crédito: Bruce Bennett/Getty Images