El gobierno aprueba el mayor aumento en la historia del programa de cupones alimenticios SNAP
El gobierno del presidente Joe Biden aprobó el mayor aumento decretado hasta ahora de los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (Supplemental Nutrition Assistance Program, SNAP), que por largo tiempo ha sido considerado clave para que las familias más necesitadas puedan llevar alimentos a sus mesas y ha sido un salvavidas para muchas durante la pandemia del covid-19.
Se espera que el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, anuncie este lunes los nuevos montos concretos del programa, ampliamento conocido como food stamps, que se prevé aumentarán —en promedio— un 25% frente a los niveles previos a la pandemia.
La medida ayudará al programa, que proporciona asistencia a familias que han sufrido los embates económicos de la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus y que, en gran medida, dependen de estas ayudas para alimentar a los suyos.
Los beneficios mensuales, en promedio, eran de 121 dólares antes de la pandemia. De acuerdo con los reportes de The New York Times y The Washington Post, aumentarán alrededor de 36 dólares.
El aumento se basa en una actualización del cálculo que rige el Thrifty Food Plan, que rastrea el costo de 58 categorías diferentes de alimentos necesarios para proporcionar una dieta consciente del presupuesto para una familia de cuatro.
Este beneficio se suma a las ayudas por desempleo, la moratoria federal de desalojos y la suspensión temporal de pagos de préstamos estudiantiles, entre otras ayudas, que han sido una suerte de línea de vida para los trabajadores golpeados por el embate económico.
El caso concreto de la ayuda alimentaria supone una importante expansión —aunque temporal— de la red de seguridad social, una que según algunos defensores de la medida debería de mantenerse de forma permanente.
Defensores del subsidio consultados por The Washington Post han argumentado que las métricas del Thrifty Food Plan están desactualizadas con la realidad económica de los Estados Unidos del siglo 21. El plan, formulado en los años sesenta, se diseñó cuando muchas familias estadounidenses solo tenían un solo ingreso (en la mayoría de ocasiones, por parte del padre), lo que hacía que se hiciera más comida en casa, lo cual puede ser barato pero requiere mucho más tiempo.
En las últimas dos décadas, más familias trabajadoras están formadas por dos padres asalariados o una sola persona, lo que hace mucho más difícil la tarea de dedicar tiempo a la cocina. En una orden ejecutiva de enero, la istración Biden pidió al USDA que revisara ese plan para reflejar mejor las necesidades de la sociedad moderna, a casi medio siglo de que se diseñó esta estrategia.
“Estamos en un momento que cambia las reglas del juego”, explicó Jamie Bussel, oficial senior de programas de la Fundación Robert Wood Johnson, una organización filantrópica centrada en la salud, a The Washington Post. “Los cambios tienen un enorme potencial para reducir y potencialmente eliminar el hambre y la pobreza infantil en este país. Esto reflejará con mucha más precisión lo que realmente cuestan los alimentos en las comunidades", agregó.
Durante la istración Trump y en plena pandemia no se expandieron los fondos de SNAP, aun cuando 40% de sus beneficiarios ya dependían de las prestaciones máximas del programa. Al llegar al poder, Biden firmó una orden ejecutiva que permite a los estados aumentar las asignaciones de emergencia de SNAP, lo que ha hecho posible que 12 millones de personas adicionales reciban beneficios mejorados.
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