El futuro es de los nerds y los enfermeros: estos son los trabajos que más crecerán en EEUU

La manufactura colapsará. Las ventas minoristas serán débiles. La automatización avanzará lentamente, pero se mantendrá lejos de las carreteras, por ahora. Los ricos se harán cada vez más ricos. Y a una porción cada vez mayor de la población del país se le pagará por cuidar a los ancianos. Ése es el futuro del mercado laboral, según las últimas previsiones a diez años de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés).
Estos informes de pronósticos a diez años —el producto de dos años de trabajo de aproximadamente 25 economistas de la BLS— son quizás el mejor análisis del gobierno sobre los empleos de mayor y menor crecimiento en el futuro. Están en declive los trabajos automatizables, como los operadores de máquinas, y las ocupaciones amenazadas por cambios en el comportamiento del consumidor (más personas están comprando en línea), como cajeros de tiendas de ropa.
Los empleos de más rápido crecimiento en el año 2026 pertenecen a lo se les puede llamar las tres C: cuidado de la salud, computadoras y energía limpia (‘clean energy’ en inglés). La ocupación que se prevé aumente su número de trabajadores es la de ayudantes de cuidado personal, quienes realizan funciones no médicas para los estadounidenses de mayor edad, tales como ayudar a bañarlos y cocinar para ellos. Junto con los asistentes de salud en casa, se proyecta que estas dos ocupaciones creen 1.1 millones de nuevos empleos en la próxima década. Sorprendentemente, ése es un 10% de los 11.5 millones de empleos que la BLS espera que se agreguen a la economía. Los trabajadores del sector de la energía limpia, como los instaladores de es solares y técnicos de turbinas eólicas, son las únicas ocupaciones que se espera que se dupliquen para el año 2026. Matemáticos y estadísticos completan la lista de los diez primeros.
Estas proyecciones no son simplemente un divertido experimento para los pronosticadores económicos y periodistas que necesitan predicciones verídicas las cuales escribir. Pueden ayudar a los estudiantes universitarios a escoger sus carreras —por ejemplo, el crecimiento proyectado de los estadísticos es un buen augurio para las matemáticas— y moldea los debates sobre el gasto del gobierno.
Sin embargo, a veces parece como si nadie en los altos niveles de gobierno tuviera algún indicio de que existen estos informes. Cuando el presidente Donald Trump habla sobre el futuro de la economía, a menudo alaba a los trabajadores siderúrgicos y del sector manufacturero. Pero la manufactura es la única gran industria que se prevé que disminuya en la próxima década, y se proyecta que el número de trabajadores siderúrgicos aumente en sólo 9,000 en los próximos diez años. Esa cifra es aproximadamente la misma que el aumento que se proyecta en el sector de los profesores de drama y música en colegios privados, una ocupación que ningún político considera símbolo del ideal estadounidense (¡qué triste!).
Aquí están los cuatro grandes temas de las proyecciones de empleo.
1) La atención sanitaria tomará las riendas de la economía
Lo divertido sobre envejecer es que, fuera de las películas de Christopher Nolan, es un fenómeno de una sola velocidad, que no se somete a los titulares de noticias repentinas y sorprendentes. Sin embargo, el envejecimiento de Estados Unidos es tranquilamente uno de los acontecimientos económicos más importantes del país.
Por ejemplo, el envejecimiento explica por qué se prevé que los trabajos crezcan un 50% más lentamente en la próxima década que durante el período entre 1996 y 2006. Esto explica por qué, desde mediados de los noventa, la proporción de la fuerza laboral de más de 55 años se habrá duplicado para mediados de la década de 2020, de un 12% a un 25%. Puede explicar la disminución de la productividad de la nación. Y explica por qué el futuro de la economía es la atención sanitaria.
El predominio estadístico de la atención sanitaria en la fuerza laboral emergente es impresionante. De los diez empleos que se pronostica crecerán más rápidamente por porcentaje, cinco están en el sector del cuidado de la salud y la asistencia a los ancianos. Esas cinco ocupaciones —ayudantes de atención personal, asistentes de salud en casa, enfermeras especializadas, asistentes médicos y asistentes de enfermería— representan casi una quinta parte de los nuevos empleos netos que se crearán para el año 2026. Ya que es difícil automatizar (e imposible de deslocalizar) la labor táctil de cuidar a un anciano frágil, estos trabajos parecen resistentes incluso a las más agresivas consecuencias de la Inteligencia Artificial y la automatización de máquinas de la fuerza laboral.
2) El comercio minorista ya no es el motor del crecimiento del empleo
En la segunda mitad del siglo XX, las tiendas estadounidenses sustituyeron las fábricas como el lugar más importante para el crecimiento del empleo. La cifra de trabajadores minoristas se triplicó entre 1940 y 2000. Cajeros y vendedores minoristas son dos de los trabajos más comunes en el país. Pero en los últimos años, a medida que han crecido las ventas minoristas en línea, el comercio minorista ha resultado muy afectado y prácticamente una tienda por departamentos tras otra se ha declarado en bancarrota.
La BLS proyecta que ya acabó el apogeo del comercio minorista. Hace una proyección bastante sorprendente: que a medida que crezca el comercio electrónico y proliferen las cajas de pago automatizadas, el número de cajeros disminuirá ligeramente en los próximos 10 años, en alrededor de 30,000 puestos de trabajo. Eso no es catastrófico—una reducción de un 0.8%—pero es un indicio de cómo los economistas piensan acerca de los efectos de la tecnología y el cambio de las preferencias de los consumidores. El cajero, siguiendo el camino recorrido por el obrero, está en declive estructural.
En algunos casos, creo que los pronósticos del comercio minorista no son lo suficientemente pesimistas. Por ejemplo, los economistas estiman que los empleos en tiendas de ropa y tiendas por departamentos se reducirán en alrededor de 150,000 en los próximos diez años. Eso parece una cifra enorme. Pero la economía ha perdido ya 120,000 de esos puestos de trabajo tan sólo en los últimos dos años.
Algunos de estos trabajos se desplazarán a los almacenes para satisfacer los pedidos en línea. Pero no todos, dice Frankie Vélez, un economista de la BLS. "Ya existe mucha tecnología en los centros de logística para mover y ordenar la mercancía sin asistencia humana", dijo. Aunque estos trabajos han sido un punto positivo en los últimos años, la BLS proyecta que el empleo en los almacenes no crecerá mucho más rápidamente que el resto del mercado laboral en la próxima década.
3) La desigualdad de ingresos, educación y geográfica seguirá creciendo
Actualmente, los estadounidenses universitarios ricos que viven en o cerca de las grandes ciudades están prosperando. Los estadounidenses más pobres y menos educados que viven en las áreas rurales se están quedando aún más rezagados. Entretanto, la clase media, una vez compuesta de hombres sin títulos universitarios que trabajaban en la industria manufacturera y la construcción, está siendo drenada por la globalización y la tecnología.
Los próximos diez años pueden exacerbar la desigualdad geográfica y de los ingresos. Se proyecta que los trabajos para personas con licenciatura crezcan dos veces más rápidamente que los trabajos para personas que sólo tienen el título de la enseñanza secundaria.
Mientras tanto, no habrá escasez de trabajo mal remunerado ni de trabajo altamente remunerado. Pero se prevé que los trabajos donde se ganan entre 30,000 y 50,000 dólares crezcan lentamente, conforme los empleos se reducen en la manufactura y el comercio.
Los trabajos de la próxima década serán también polarizados por la geografía, dijo el economista Jed Kolko en su análisis de las cifras de BLS. Se prevé que los trabajos en las grandes ciudades y sus suburbios crezcan más rápidamente que en las zonas rurales. Mientras tanto, en la franja de tierra que se extiende desde el río Mississippi hasta la Cordillera Azul, desde la punta de Michigan hasta los pantanos de Louisiana, gran parte de los estadounidenses están trabajando en ocupaciones que se prevé se reduzcan, muchas de ellas en la manufactura. Éstas son áreas que usualmente votaron por Trump en las elecciones.
4) La automatización tendrá muy poco impacto sobre la economía
Los vehículos sin conductor pueden ser la comidilla de Silicon Valley y los fabricantes de automóviles. Pero la BLS no ve su impacto en el mercado laboral hasta después de 2026. En sus proyecciones, la conducción de camiones pesados añadirá 114,000 nuevos empleos en la próxima década, creciendo casi al mismo ritmo que la economía. Se prevé que la cifra de conductores de servicios de entrega crezca aún más rápidamente que la fuerza laboral.
¿Por qué estos economistas no creen que los vehículos autónomos reemplazarán a los conductores de camiones? "Pensamos que la conducción autónoma de camiones está un poco más lejana en nuestras proyecciones", dijo Teri Morisi, jefa de la División de Proyecciones de Ocupación Laboral. "Los avances tecnológicos como la agrupación y la asistencia al frenado harán que la conducción de camiones sea más segura y energéticamente eficiente, pero no debe cambiar la demanda en el sector de la conducción de camiones".
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Esto plantea una pregunta más amplia: ¿Es bueno el gobierno la hora de predecir el futuro? Los pronósticos que hizo la BLS a principios de siglo sobre la próxima década no anticiparon la gran recesión, la cual restringió el crecimiento del empleo global y diezmó el sector de la construcción, o la revolución del gas natural, la cual creó un auge en la minería. Por otro lado, acertó en cuanto al crecimiento de la educación y la atención sanitaria en un punto porcentual.
¿La gran conclusión? La BLS sabe bien cómo combinar la información públicamente disponible y el pensamiento económico dominante para proyectar el crecimiento de la fuerza laboral y del gobierno, de los que en gran medida dependen la educación y el trabajo de atención sanitaria. Pero muy pocas organizaciones pueden predecir con exactitud sucesos sorprendentes.
Las sorpresas económicas y tecnológicas son intrínsecamente impredecibles. Si tomamos este informe al pie de la letra, la próxima década sería mucho menos sorprendente (y, quizás, mucho más aburrida) que la pasada. Esperemos que así sea.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.