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Clima

Por qué cada vez nos azotan más inundaciones extremas que antes se veían cada 100 años

Investigadores de la Universidad de Chicago calcularon que Houston, Texas, fue golpeada por tres eventos de inundación de 1 en 500 años en un lapso de 24 meses desde 2015 hasta 2017.
Publicado 6 Abr 2025 – 12:13 PM EDT | Actualizado 6 Abr 2025 – 12:13 PM EDT
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Los meteorólogos a veces advierten sobre tormentas que desatan lluvias tan inusuales que se describen como inundaciones de 1 en 100 años o incluso en 500 años.

Fue lo que sucedió la semana pasada cuando el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó hasta 15 pulgadas de agua para el noreste de Arkansas, el sureste de Missouri, el oeste de Kentucky y partes del sur de Illinois e Indiana.

“Estamos potencialmente viendo alrededor de dos meses de lluvia en solo unos pocos días”, indicó a la agencia AP Thomas Jones, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Little Rock, Arkansas.

La precipitación media mensual de Little Rock para marzo es de poco menos de cinco pulgadas. Sin embargo, las precipitaciones que el este y el noreste de Arkansas han registrado en los últimos días es algo que solo se esperaba una vez cada 25 a 50 años. Esa gran cantidad de lluvia es rara, dijo Jones, mientras que la humedad del golfo está aumentando la cantidad de precipitación que las tormentas eléctricas pueden liberar.

Aquí explicamos cómo los científicos determinan la magnitud de una inundación y cuán comunes se están volviendo estos eventos cada vez más extremos.

¿Qué significa una inundación de 1 en 100 años?

Los científicos utilizan las matemáticas para ayudar a las personas a entender qué tan inusual es una inundación severa y cómo comparar la intensidad de una inundación con otra.

Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, una estadística que los científicos utilizan es el porcentaje de probabilidad de que ocurra una inundación de una magnitud específica.

Una inundación de 1 en 500 años significa que tal evento tiene una probabilidad de uno en 500, o 0.2%, de ocurrir en un año.

Otro concepto que los científicos utilizan es con qué frecuencia se espera un evento de cierta intensidad. Por ejemplo, un meteorólogo puede observar el intervalo de recurrencia promedio de una inundación pronosticada y ver que un evento similar solo se espera una vez cada 25 años.

Las agencias han preferido expresar el porcentaje de probabilidad de que ocurra una inundación en lugar del intervalo de recurrencia porque esa estadística representa mejor el hecho de que las inundaciones poco frecuentes pueden ocurrir con una diferencia de unos pocos años entre sí. Es algo así como lanzar un par de dados y obtener doble seis dos veces seguidas. Es raro, pero estadísticamente posible.

Otro término que la gente escucha durante una inundación inminente es que podría ser un evento que ocurre una vez en una generación o una vez en la vida, una manera informal de decir que una inundación podría ser diferente a cualquier cosa que muchas personas hayan experimentado.

¿Cómo han cambiado las inundaciones junto con el clima?

Investigadores de la Universidad de Chicago calcularon que Houston, Texas, fue golpeada por tres eventos de inundación de 1 en 500 años en un lapso de 24 meses desde 2015 hasta 2017.

Los eventos incluyeron el huracán Harvey, la lluvia más intensa registrada en Estados Unidos. Hogares y negocios quedaron destruidos y los autos fueron arrastrados por las inundaciones.

Aunque las matemáticas pueden calcular con qué frecuencia se pueden esperar inundaciones de magnitudes específicas, la naturaleza tiene sus propios planes, incluida la irregularidad.

Muchos sistemas interconectados en el medio ambiente, como los patrones climáticos locales y eventos más grandes como 'El Niño', pueden contribuir a la cambiante probabilidad de inundaciones.

Desde principios del siglo XX, los eventos de precipitación se han vuelto más intensos y frecuentes en la mayor parte de Estados Unidos, y las inundaciones se convierten en un problema mayor, según la Oficina Nacional de istración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).

Los gases emitidos por los humanos, como el dióxido de carbono y el metano, están calentando la atmósfera, permitiéndole retener más vapor de agua.

Por cada grado Fahrenheit que la temperatura se calienta, la atmósfera puede retener casi un 4% más de agua, lo que representa un aumento del 7% por cada uno grado Celsius, dijo a AP Victor Gensini, profesor de ciencias atmosféricas en la Universidad del Norte de Illinois. Ese vapor cae de nuevo a la tierra en forma de lluvia o nieve.

“Hemos visto absolutamente un cambio en la distribución de la probabilidad de lluvias intensas en las últimas tres décadas”, afirmó Gensini.

Otras regiones han experimentado sequías debido a los patrones cambiantes de precipitación.

Según la NASA, las grandes sequías y los períodos de precipitación excesiva han estado ocurriendo con más frecuencia. A escala mundial, la intensidad de los eventos extremos de humedad y sequía está estrechamente vinculada al calentamiento global.

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