5 claves: Trump se convierte en el candidato republicano por tercera vez, con el partido rendido a sus pies
El masivo evento llevó miles de personas a uno de los estados clave para las presidenciales.
Trump, con su oreja derecha vendada por la herida que le dejó el atentado contra su vida que vivió días atrás en un evento de campaña, dio un discurso de cierre que duró cerca de 95 minutos y que al inicio tuvo un innovador tono mesurado, pero que pronto volvió al carácter cáustico con el que acostumbra dirigirse a sus seguidores.
El expresidente estuvo acompañado por su esposa, la exprimera dama Melania Trump, y la mayor parte de su familia, así como también por su compañero de fórmula, el nominado a vicepresidente, JD Vance, senador de Ohio.
Estas son las claves tras el cierre del evento republicano más importante del año:
1. El discurso de Trump marcado por el atentado
La primera parte del discurso de Trump se refirió al reciente intento de asesinato en un evento de campaña en Butler, Pensilvania. Se presentó en el escenario junto al uniforme de bombero del hombre que murió en el ataque, Corey Comperatore.
"Muchas personas me han preguntado qué sucedió y, por lo tanto, les contaré lo que sucedió y nunca lo escucharán de mí una segunda vez, porque es demasiado doloroso contarlo", señaló Trump sobre su experiencia en el atentado contra su vida.
"Había sangre corriendo por todas partes, pero, de cierta manera, me sentí muy seguro porque tenía a Dios de mi lado... No se supone que esté aquí esta noche", dijo.
Trump elogió a los partidarios que estaban en el evento cuando ocurrió el intento de asesinato y pidió un momento de silencio por Comperatore. Trump besó el casco del fallecido seguidor suyo.
El discurso, que tuvo momentos de tono más mesurado que de costumbre, busca ganar tracción entre votantes independientes indecisos y entre conservadores más moderados que rechazan el estilo del republicano.
2. Aparte de eso, el discurso de Trump no tuvo sorpresas
Si bien comenzó su discurso de aceptación de la nominación con un mensaje y un tono de voz más suave, y dio por momentos mensajes de "unidad", la alocución no tuvo muchas sorpresas y el expresidente pronto derivó hacia su habitual verbo agresivo.
"La discordia y la división en nuestra sociedad deben sanarse. Como estadounidenses, estamos unidos por un solo destino y un destino compartido... Nos levantamos juntos, o nos desmoronaremos... me postulo para ser presidente de todo Estados Unidos, no de la mitad de Estados Unidos, porque no hay victoria en ganar para la mitad de Estados Unidos", expresó leyendo el texto en el teleprompter.
Luego retomó su habitual carácter para hablar de sus temas preferidos de campaña: inmigración y seguridad fronteriza. Como suele hacer, el expresidente conjugó delincuencia con inmigración. Y llamó "una invasión", como de costumbre también, a los migrantes que llegan a la frontera. Dijo que "hay terroristas entrando" al país como "nunca antes" (una afirmación que la campaña republicana no ha respaldado con evidencia alguna); y dijo que otros países están enviando a sus criminales hacia EEUU. Y dijo que en Venezuela el crimen estaba bajando drásticamente porque supuestamente estaban enviando a sus "asesinos" hacia EEUU.
También habló de economía, de los juicios en su contra e hizo referencias a sus teorías falsas sobre fraude electoral. Sugirió, sin sorpresas y falazmente, que los demócratas habían hecho trampa durante las elecciones de 2020 que él perdió. Deformó hechos y exageró, y con grandilocuencia dijo que "la mejor economía" fue bajo su mandato y que la Convención Republicana era la "más entusiasta" de la historia.
Aseguró que las presidenciales de 2024 "serán las elecciones más importantes en la historia de nuestro país" y también que obtendrá "una victoria increíble y comenzaremos los cuatro mejores años de la historia de nuestro país".
Mencionó solo una vez al presidente Joe Biden (estaba planeado que no lo mencione ni una vez), luego se refirió al mandatario como la "horrible istración". "Bajo la istración actual, somos una nación en decadencia", añadió.
3. El Partido Republicano enamorado de Trump
El último día de la Convención Republicana dejó claro que el Partido Republicano es el partido de Trump. La mirada embelesada de los delegados que por poco más de hora y media siguieron con atención el discurso del expresidente era la ratificación de cómo la organización ha quedado bajo su total control.
Ya antes del inicio de la Convención, la claudicación del GOP quedó reflejada en los cambios adoptados por la plataforma partidaria, que aceptó los cambios y reducciones que pedía la campaña de Trump, algo a lo que el expresidente hizo referencia en su discurso.
“Esta semana, la totalidad del Partido Republicano ha formalmente adoptado una agenda para la renovación estadounidense”, dijo Trump haciendo referencia a las plataformas anteriores “aburridas” y demasiado “extensas”, dando a entender que era un compendio de ideas irrelevantes a las que nadie prestaba atención.
En su discurso, Trump no se vanaglorió, como suele hacerlo, de la derogación de Roe vs. Wade, la decisión de la Corte Suprema que garantizaba el derecho al aborto en todo el país. El tema del aborto salió por primera vez en décadas de la plataforma del partido a pedido de la campaña, que ha visto como los demócratas han usado el punto para movilizar al electorado liberal y hasta a algunos conservadores moderados.
Mientras que en años anteriores hubo presencia de líderes republicanos de línea más tradicional, para esta 'coronación' de Trump no hubo voces disonantes. Incluso, sus más enconados competidores en la carrera de las primarias, como la exembajadora Nikki Haley o el gobernador de Florida, Ron DeSantis, estuvieron el tercer día del encuentro ofreciendo su apoyo al candidato.
El que su compañero de fórmula para la vicepresidencia sea un antiguo crítico, el senador JD Vance, refuerza la idea de que el expresidente ha logrado incluso hacer cambiar de opinión a conservadores que desconfiaban de esa celebridad que en 2015 salió del mundo de los negocios y la TV para atropellar al liderazgo republicano.
4. Un cierre de Convención con poca política en el escenario
El último día de la Convención es el más importante del evento. Sin embargo, el escenario tuvo pocos políticos de carrera, otra señal de que la vieja guardia republicana quedó fuera, al menos de la organización del evento.
Todo quedó centrado en demostraciones de fuerza y vigor presentada por celebridades, como el cantante rockero Kid Rock al grito de "pelea"; el luchador profesional Hulk Hogan; y el CEO del campeonato de lucha Ultimate Fighting Championship, Dana White (amigo de Trump).
De la familia Trump, solo habló Eric, uno de los hijos varones mayores del expresidente, y también hizo su presentación Tucker Carlson, el influyente comentarista conservador que salió de Fox News intempestivamente en 2023 y fundó su propio medio independiente.
La extensa familia Trump, desde sus hijos a sus nietos, fueron la presencia más destacada de la noche. Sobre todo la exprimera dama Melania Trump, quien hizo una entrada 'triunfal' poco antes de que su esposo hablara a la concurrencia.
La nota política en el escenario se produjo mucho más temprano, al inicio de la jornada de discursos, con Mike Pompeo, el último secretario de Estado de la istración Trump, y Linda McMahon, jefa de la istración de Pequeños Negocios bajo el exmandatario republicano.
5. Wisconsin, el escenario de la Convención en clave electoral
¿Por qué los republicanos eligieron Milwaukee como escenario? La Convención Nacional Republicana se realizó en la ciudad considerada un bastión liberal en un estado mayoritariamente republicano que Trump perdió en 2020 por un puñado de votos (cerca de 20,000) frente a Biden.
Se espera que las elecciones de 2024, tal como fue en 2020, se gane voto a voto en un puñado de estados claves como Pennsylvania, Carolina del Norte, Arizona... y Wisconsin.
Milwaukee es un epicentro de poder demócrata en Wisconsin y es la ciudad más poblada del estado.
El expresidente recordó que el Partido Republicano había invertido millones de dólares en organizar el evento que dio trabajo a "miles de personas"; aseguró, y reconoció que estaba tratando de comprar el voto del estado.