Atletas que olvidaron la rivalidad y se apoyaron entre ellas (nos apachurraron el corazón)
La edición de Tokio 2021 de los Juegos Olímpicos ha sido muy especial para las mujeres. En medio de las dificultades que estas competencias han tenido por la pandemia, muchas de ellas han dado su mejor cara. Así, algunas protestaron contra la sexualización, otras inspiraron al mundo entero con sus historias, y hasta nos han dado lecciones de salud mental.
Otro importante mensaje que nos han dejado las atletas de estas olimpiadas es la importancia de la sororidad o del apoyo mutuo.
En el contexto de los Juegos Olímpicos, sería natural que los sentimientos de competencia estuvieran en su máxima expresión, pero contrario a eso, muchas de las deportistas han optado por apoyarse entre sí.
Tal es el caso de las jóvenes Rayssa Leal, Momiji Nishiya y Margielyn Didal. Las tres se enfrentaron por una medalla en el debut del skateboarding en los Juegos Olímpicos.
A su corta edad, demostraron que su generación sabe muy bien que las mujeres son más fuertes si se aplauden entre ellas. A lo largo de su competencia intercambiaron abrazos y gestos de congratulación.
Por otra parte, la natación también vivió un momento emotivo cuando Lilly King (de la delegación de Estados Unidos), Annie Lazor (también de EUA) y Kaylene Corbett (de Sudáfrica), se reunieron para felicitar a Tatjana Schoenmaker (quien representó a Sudáfrica) por haber ganado el oro y haber impuesto un nuevo récord en los 200 metros de pecho.
Mientras ella celebró su victoria derramando unas cuantas lágrimas, sus rivales se veían más que felices de aplaudirle.
Algo parecido sucedió en la final de natación femenil de los 50 metros libres. Cate Campbell (quien representaba a Australia) no dudó ni un segundo en felicitar a su rival Emma McKeon (del equipo de Estados Unidos) cuando se dio cuenta de que se había llevado el oro.
Ni siquiera habían salido del agua cuando le ofreció un abrazo de felicitación.
En tanto, la surfista Bianca Buitendag (de Sudáfrica) tuvo un gesto único cuando se enteró de que su contrincante, Carissa Moore (de EUA), no solo le había ganado, también se llevó el oro en la competencia de shortboard: volteó a verla y le dio un abrazo sincero.
Continuando con la vibra de sororidad, una mención especial merece la gimnasta Simone Biles. Se esperaba que en estos Juegos Olímpicos arrasara con todas las medallas de oro, pero, de último momento, abandonó la competencia.
Lejos de dejar que sus problemas la opacaran, desde las gradas aplaudió a cada una de sus compañeras del equipo de Estados Unidos y a las gimnastas de otros países. Incluso, les aplaudió y gritó algunos de sus nombres para echarles porras.
Así, las atletas de los Juegos Olímpicos de Tokio nos dejan grandes lecciones de sororidad, ¿no lo crees?. Cuéntanos en los comentarios si viste a otras mujeres que se apoyaran en las competencias.
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