Quemas más calorías en la noche por estos motivos (y así es como puedes aprovecharlo)
Hay un dicho popular que dice así: «Desayuna como rey, come como príncipe y cena como mendigo». A lo que esta frase se refiere es que el cuerpo procesa mejor los alimentos, y quema más rápido las calorías, en el día que durante la noche.
Una idea que podría no ser del todo acertada, por lo menos así lo sugiere un reciente estudio realizado por la División de Trastornos del Sueño y Circadianos del Hospital Brigham and Women's. En éste se encontró que las personas con un ritmo circadiano variable queman más calorías en las últimas horas de la tarde que en la mañana.
Tu reloj biológico, ¿amigo o enemigo?
Los problemas del sueño son cada vez más recurrentes; insomnio, apnea del sueño, síndrome de las piernas inquietas… Esto llevó a que los autores de la investigación se hicieran la siguiente pregunta: ¿Cómo la alteración del descanso afecta la pérdida de peso?
¡Lo que se encontró fue sorprendente!
La quema de calorías se incrementa en un 10 %, lo que equivale a 129 calorías. «Esto se debe a que el reloj interno del cuerpo no puede mantenerse al día, por lo que crea un propio ritmo», describe Jeanne Duffy, autora del estudio.
Nuestro cuerpo, en una rutina de sueño normal, registra que en las horas de descanso solo necesita la energía suficiente para las funciones esenciales: actividad cerebral, respiración, circulación sanguínea… Cuando no existen horarios específicos, el organismo se adapta a los que hay y sigue en plan de trabajo.
Aunque, ¡ojo!, los expertos encontraron que entre más avanza la noche, el calor corporal disminuye, por consiguiente también el consumo calórico.
Para bajar de peso
Si bien, este estudio ofrece luz sobre los cambios de peso de las personas que laboran en horarios nocturnos. Es una realidad que la mejor forma para bajar sigue siendo el respetar los tiempos de descanso, y si vas a cenar que sea preferible proteínas (pescado y pollo) antes de las siete de la noche.
Si vas a caer en el antojo del pan de dulce o pasta, que sea por la mañana, así lo afirma un estudio de la Universidad de Tel Aviv. Un desayuno más nutritivo permite que el cuerpo regule mejor la insulina.
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