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Los síntomas del suicidio infantil son silenciosos: debes estar alerta ante algunas señales

Publicado 10 Feb 2020 – 05:41 PM EST | Actualizado 10 Feb 2020 – 05:41 PM EST
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Desde hace un par de años, las cifras de suicidio infantil en México han crecido notablemente haciendo evidente la falta de información y apoyo que existe al respecto. Con el fin de que estés informada de que hacer y cuáles son los signos de alerta, te presentamos todo lo que debes saber sobre esta grave problemática.

El suicidio infantil es un tema delicado del que no se habla mucho y que, en la mayoría de los casos, es difícil de diagnosticar y, por lo tanto, de prevenir. En México, desde hace un par de años la cifra de muertes autoprovocadas ha aumentado brutalmente, lo que indica que aún no se cuenta con los suficientes recursos para afrontar este lamentable acontecimiento.

En solo tres meses, México fue testigo de tres muertes de pequeños de entre 8 y 15 años: el primero, Kevin de ocho años, se suicidó porque su abuelo le quitó el celular; un día después, Esteban, de 15 años, atentaría contra su vida luego de ser castigado por sus padres, y por último, un caso en Iztacalco de un niño de ocho años que se quitó la vida tras manifestar que abusaban de él en la escuela.

Estos casos forman partes de las estadísticas que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México entrega año con año al gobierno de la Ciudad de México.

Para el doctor Raymundo Calderón, Director Nacional de Psicología en la Universidad del Valle de México, la tendencia en el incremento del suicidio en los últimos 25 años coincide con la disminución de la calidad de las relaciones humanas y la falta de atención que hay en la interacción con los jóvenes, principalmente por parte de la familia.

Pero ¿qué pasa cuando todo, a simple vista, marcha bien?

En un artículo escrito por Lydiette Carrión, la periodista habla con Miguel Angel Navarrete padre de Mariano, un joven de 14 años que el año pasado decidió quitarse la vida.

Miguel Ángel, en medio de la tristeza y la frustración, narra cómo es vivir después de perder a un hijo con el que pensaba que todo estaba bien. Aunque le dio una vida con todo lo que el joven pudo haber querido, Miguel se siente culpable por no haber detectado a tiempo la depresión de su hijo:

quote: “Nadie lo supimos ver, nadie lo supimos deprimido. Él iba en una escuela privada, y con una terapeuta recomendada por la propia escuela. Un niño que siempre estuvo rodeado, si no de lujos, sí de comodidades”

Casos como este se presentan mes con mes en todo el país y al parecer, nadie hace nada para que las cifras reduzcan y se ponga verdadera atención a la salud mental de los infantes.

En medio de una crisis en las que no se llevan a cabo acciones reales para informar respecto a enfermedades y padecimiento mentales, el temprano reconocimiento de las señales de alerta podrían hacer la diferencia entre la vida y la muerte.

Causas

El suicidio infantil es un tema tabú en la mayoría de países. Aunque entre adolescentes está siendo investigado con más ímpetu, hay pocos estudios científicos acerca del suicidio de niños más pequeños, y son pocos los datos acerca de la incidencia de este fenómeno a nivel nacional.

Según el Dr. Calderón, la razón más importante por la cual las personas tienen ideas suicidas es porque sienten que “han perdido el control de su vida”:

quote: “Las personas asumen que la muerte resuelve los problemas que sobredimensionan y piensan que no tienen forma de resolverlos".

Para él, el gran problema en México se presenta en que si bien sí se han creado políticas públicas para prevenir el suicidio infantil, no se ha puesto suficiente atención en crear proyectos que impidan llegar a estos extremos y que brinden las herramientas para que los pequeños puedan superar situaciones en las que se sientan perdidos.

Control de emociones

A diferencia de los niños, el fenómeno del suicidio se manifiesta de una forma distinta (pero igual de grave) entre los prepúberes.

El especialista explica que la adolescencia, al ser una etapa en la que la salud y la inteligencia emocional se van formando, es normal que los jóvenes construyan su realidad a través de las emociones que sienten.

Es por ello que todos los jóvenes tienen la urgencia de pertenecer, ya sea a un grupo de fútbol, de amigos o incluso entre sus hermanos, el sentimiento de no sentirse parte de algo puede generar mucha inseguridad y desconfianza.

Es importante mencionar que nunca se trata de un único factor que los empuja a esto, puesto que cada mente funciona y absorbe las problemáticas de distinta manera por lo que será preferible hablar de múltiples causas, escenarios y factores que podrían empujarlos a esto.

Raymundo Calderón explica de manera general que en la mayoría de los casos que ha estudiado en niños, hay dos razones que sobresalen del resto: la primera, es la ruptura del carácter afectivo relacionado con la inteligencia emocional, que como mencionamos anteriormente, aún no se ha desarrollado.

La segunda, tiene que ver con el sentimiento de coerción de la libertad. Es decir, cuando el pequeño se irrita, enoja o deprime al darse cuenta de que crecer no es sinónimo de libertad, sino de que debe de seguir órdenes.

quote: “En ocasiones, la acumulación de frustraciones provoca que el paciente ya no quiera seguir sufriendo y su lógica es: si yo no puedo controlar esto, se va a hacer más grande”, explica el especialista.

Aunque este fenómeno no ocurre en todos los casos, el experto advierte que hay personas que de acuerdo a su composición afectiva y sus antecedentes mentales, son más propensas a tener este tipo de pensamientos suicidas.

Señales de alerta.

Existen tres señales que pueden indicar focos rojos en torno a esta problemática.

Urgente necesidad de atención. Esto puede verse en los cambios radicales de conducta, por ejemplo: si el pequeño comenzó a cambiar sus amistades, llegar tarde a casa sin justificación o de pronto se siente enojado y triste y quiere expresarlo a como dé lugar aunque esto implique perder el control, puede ser una señal de alerta.

Sobredimensiona los problemas, lo que para ti parece algo sencillo y fácil de resolver para el puede ser todo lo contrario. Esto NO quiere decir que debas hacer menos sus emociones, al contrario: ponte en sus zapatos y analiza por qué se siente tan preocupado o preocupada.

Quejas permanentes, si todo el tiempo manifiesta quejas respecto a su entorno, sus amigos, la escuela o lo que antes le hacía feliz, puede ser una señal de que algo anda mal.

Otros signos que pueden ser menos fáciles de detectar son:

– Trastorno del sueño (dormir mucho o muy poco)
– Pérdida del apetito y/o peso
– Aislamiento
– Pérdida del interés en las actividades preferidas

– Absentismo escolar
– Agresividad física o psicológica
– Falta de preocupación por la apariencia e higiene
– Malas notas o problemas escolares inusuales

Tratamiento

Lo más importante que debes hacer es buscar ayuda profesional y bajo ninguna circunstancia desacreditar sus sentimientos y problemas, especialmente si los pequeños están atravesando un periodo estresante o existen cambios profundos en su vida.

Evita hacer comentarios que puedan hacer que crea que está exagerando o que sus problemas no son importantes. Sé paciente y escúchalo con atención, entre sus palabras puede haber un grito de ayuda.

Las personas que estén a su alrededor diariamente, ya sean amigos, maestros o familiares, deben estar entrenados para detectar signos de alarma y responder antes ellos, por ello es importante explicarle al pequeño de la existencia de números de emergencia como última opción.

Si los síntomas revelan una situación seria, es MUY importante que el niño sea revisado por un especialista en salud mental para determinar si sufre de problemas y, en su caso, poder aplicar un tratamiento adecuado o en casos extremos, recurrir a internación hospitalaria.

¿Conoces otras señales de alerta? Cuéntanos en los comentarios.

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