Las historias de princesas son positivas para las niñas: un estudió lo comprobó
Desde hace algunos años se cree que las historias de las princesas son malas para las niñas debido a los roles de género marcados. Frecuentemente, las doncellas son aquellas que deben ser rescatadas por su príncipe azul.
Estos efectos negativos habían sido compilados por la profesora de la Universidad Brigham Young, Sarah Coyne, en 2016, pero ahora su nuevo estudio publicado en el portal de la Sociedad para la Investigación del Desarrollo Infantil, demuestra que sí existe un cambio radical en el campo de las princesas. ¡Tenemos los detalles!
Su primer hallazgo se basó en que la cultura de las princesas se asoció con un comportamiento estereotípicamente femenino, gracias a que 307 niños clasificaron diversos juguetes en tres categorías: femeninos, masculinos y neutrales.
Con la duda si ahora esto sería diferente, reanudó su investigación y usó a una parte de los niños que la ayudaron la primera vez. Ahora que ya tienen 10 u 11 años, Sarah Coyne les pidió que indicaran cuánto se relacionaban con declaraciones estereotipadas como: «Decir malas palabras es peor para una niña que para un niño» o «Me gustan los bebés y los niños pequeños».
Descubrió que las niñas que estaban obsesionadas con la cultura de las princesas a los 5 años eran más propensas a tener puntos de vista progresistas sobre los roles de género y entenderían lo que es el empoderamiento femenino.
Además, en general, los niños que estaban expuestos a las narrativas de princesas tuvieron un efecto positivo en la imagen corporal, haciéndoles ganar más confianza.
Si hacemos una reflexión sobre las princesas, encontraremos que sus historias cambiaron, pues no todas terminan enamorándose, más bien logran sus metas y comenzar a tener confianza en sí mismas, mensaje que es claro para la población infantil en general.
Estar expuesto a estos contenidos los ayuda a expresar sus emociones de manera no violenta pues muestran diferentes tipos de lazos, como de amistad y de familia, porque el romance no es prioridad en las últimas narrativas.
Gracias a estas nuevas princesas, los niños se fijan en la pasión por seguir sus sueños y descubrir quiénes son en realidad, dejando atrás la vieja creencia de que casarse es un 'felices para siempre'.
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