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El asesino que aparece por detrás y otros 8 clichés del cine que ya nos tienen hartos

Publicado 9 Abr 2021 – 05:46 PM EDT | Actualizado 9 Abr 2021 – 05:46 PM EDT
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El cine está lleno de clichés que deberían tener un alto y nadie le ha dicho a los directores que ya no funcionan.

Un cliché es un elemento que ha sido repetido en el arte o en las películas en incontables ocasiones por un gran número de creadores.

Estas situaciones surgieron para darle sentido o continuidad a las historias; sin embargo, se sobreexplotaron, se volvieron predecibles e incluso ahora son motivo de burla. ¿Cuántas veces no hemos visto al asesino que aparece detrás de la protagonista? En vez de hacerle daño, sólo se queda ahí mirando.

Los clichés son tan identificables que es probable que la audiencia se muestre descontenta cuando uno de ellos aparece en pantalla, en lugar de estar sorprendidos. ¿Cuál de todos estos es el que te tiene harto?

Las citas sin organización

–Me gustaría invitarte a salir.

–Me encantaría.

Este es un diálogo común en las películas, especialmente si se trata de una historia de amor o una comedia romántica.

Sin embargo, esas invitaciones nunca tienen una organización real: ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿A qué hora?

Hay algunas películas que sí resuelven la situación de manera básica, pero la mayoría se salta las preguntas y los protagonistas se reúnen sin ningún tipo de organización.

Los científicos jóvenes

En la vida real, los científicos reconocidos han pasado años experimentando en sus disciplinas para convertirse en referentes de la comunidad.

En las películas, además de tener laboratorios impecables con tecnología de punta, los científicos brillantes son jóvenes en excelente forma física, especialmente las mujeres.

Las científicas en el cine son mujeres jóvenes y atractivas, que usualmente se vuelven el interés romántico de un protagonista. Es raro ver mujeres mayores en la ciencia en una película.

El Elegido

Las películas de aventura y fantasía suelen contar una historia que gira en torno a una profecía con un personaje denominado como El Elegido.

El Elegido nunca es adulto, sino un niño que desconoce el mundo al que está a punto de adentrarse y su vida cambiará para siempre con un nuevo camino lleno de problemas.

Además, por razones que rara vez se explican, los elegidos no pueden renunciar a su destino y aceptan sin cuestionamiento alguno la travesía que otros personajes adultos acaban de decidir por ellos.

Los fallos en la electricidad, autos o teléfonos

Este cliché usualmente es utilizado en películas de terror o suspenso cuando los protagonistas necesitan huir o pedir ayuda.

Los teléfonos suelen quedarse sin batería o las líneas se caen, la casa se queda sin luz; por lo que están en desventaja frente al villano; o el auto en el que intentan huir no enciende y son alcanzados por el asesino.

Los noticieros de televisión

Cuando hay un problema en la historia que amenaza la humanidad, los protagonistas encienden la televisión e inmediatamente aparece un noticiero dando una explicación detallada de la situación.

El cliché se utiliza para llenar huecos en la trama que no pueden ser resueltos por los protagonistas o para darles pistas de lo que deben hacer.

Las mujeres se caen cuando huyen

La damisela en apuros es un tropo común en las películas, pero no contentos con eso, algunos directores desestiman las habilidades de las mujeres, especialmente en las historias de terror.

Cuando alguna protagonista huye de la amenaza, olvida cómo funcionan sus piernas y se tropieza repetidamente hasta caer al suelo y ser alcanzada.

También es común que tiren lo que llevan en las manos, como las llaves del auto, el celular o el arma para defenderse.

En cualquier caso, es una torpeza injustificada.

Los villanos no tienen puntería

No importa si un protagonista se enfrenta a un numeroso ejército porque ninguno de sus contrincantes es tan hábil como él.

La balas o ataques de los villanos nunca lo alcanzarán porque tienen una terrible puntería y, en caso de que lo hagan, las heridas solo son superficiales y pueden continuar con la pelea.

El antagonista se queda sin munición

Llega un momento, usualmente en las películas de acción, en las que el protagonista no tiene más recursos para atacar a su contrincante y debe rendirse.

Cuando parece que todo terminó para el héroe porque el villano lo tiene sometido con un arma en la frente, jala el gatillo del arma, pero no dispara porque se quedó sin munición.

Esto le da una segunda oportunidad al protagonista de seguir peleando cuerpo a cuerpo.

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