Breaking Bad: el adiós a Heisenberg [Crítica 5x14]
Este episodio de la temporada 5 de Breaking Bad llegaba con un enorme cliffhanger por resolver y contaba además con otros elementos que le dieron algunos atractivos adicionales, como el hecho de que el creador, Vince Gilligan, había dicho que para él este era el mejor episodio de toda la serie, o su título, Ozymandias, que refiere al famoso poema sobre la caída de los imperios que antes Walter White ( Bryan Cranston) había recitado en una promo y que, ahora, a la luz de lo visto en el episodio, resulta mucho más impactante.
Con todo esto, el episodio no sólo cumplió lo que prometía sino que además fue mucho más allá y nos dio cuarenta minutos de puro vértigo, tensión, suspenso y hasta terror, en el que todo se va desmoronando rápida e inevitablemente.
La caída del imperio
Uno como espectador se ha acostumbrado a que Walter White / Heisenberg tenga todo bajo control y que sean sus decisiones y sus estrategias las que definan el curso de la acción y los acontecimientos. Sin embargo, en el punto al que hemos llegado, las acciones de Heisenberg, además de haber contaminado todo lo que encuentra alrededor (volviendo miserables a todas las personas cercanas a él) han desatado ciertas fuerzas imparables y ya completamente ajenas a su control.
Él todavía cree que puede “negociar” salidas, que sigue teniendo el control, y es su propia visión de sí mismo, que se ve más inteligente y astuto que los demás, lo que no le permite ver que ahora las cosas se escapan a su voluntad, como le dice Hank ( Dean Norris) justo antes de ser ejecutado, en uno de los momentos más duros de toda la serie.
De este modo, Walt termina entregándole todo su dinero a los nazis y perdiendo prácticamente todo por lo que alguna vez hizo lo que hizo, excepto por algunos millones de dólares, cortesía del Tío Jack que estaba de buen humor.
Como si lo único que mantuviera a Heisenberg con algún rasgo más o menos humano y decente fuera el hecho de proteger a su familia, tras haber fracasado en esto con Hank, parece hundirse en lo más oscuro y perverso de Heisenberg, entregando a Jesse ( Aaron Paul) a los nazis y todavía después confesándole lo de la muerte de Jane.
Es probable que haya tenido que ponerse en el papel del Heisenberg más malvado e inhumano para sobrellevar ese sentimiento de que todo había terminado y que su fracaso fue total. El fracaso de Walter White fue absoluto -el fracaso del hombre que quiere proteger a su familia y dejarle dinero para cuando él no esté-, sin embargo Heisenberg triunfó.
Heisenberg construyó un imperio y cuando el imperio cayó el salió caminando entre las ruinas y se perdió en el desierto. El que deberá lidiar con las consecuencias es Walter White.
Empezar de cero
Por eso, en un último intento desesperado, va a su casa a intentar proteger a su familia de una vez por todas y comenzar una nueva vida, pero Skyler ( Anna Gunn) ya ha tenido suficiente y con Hank muerto ya no hay esperanzas para ella en Walter (si nos ponemos en su lugar, realmente es muy difícil creer que no fue Walt el que asesinó a Hank).
En medio de ese impulso, de esa última esperanza de proteger a su familia, tenemos los momentos de mayor tensión del episodio y probablemente de la serie. La lucha con la cuchilla entre Walt y Skyler, la presencia de Walter Jr. ( RJ Mitte) ahí, recién enterado de lo de su padre y ahora viendo cómo sus padres se pelean con una cuchilla en la mano (no debo haber sido el único en pensar que la cuchilla iba a terminar hiriendo a alguien durante esa escena) y la posterior huida de Walt con Holly.
Sobre el final, la llamada de Walt a Skyler cierra el círculo. El episodio comenzó con un flashback en el que Walt, mientras prepara metanfetamina por primera vez en el desierto, habla con Skyler por teléfono y le inventa una excusa, en lo que podría considerarse como el nacimiento de Heisenberg y la chispa que encendió todo lo que pasó después.
Ahora, Walter White adopta una vez más en el papel de Heisenberg, una última vez, pero ya no para dar cuenta de su poder o enorgullecerse de lo que ha logrado, sino como una medida desesperada para darle a su familia una última chance de salvación. Nunca antes habíamos visto a Walter White tan ostensiblemente "actuando" de Heisenberg, adoptando un personaje, y eso es lo que marca el fin de Heisenberg: su existencia ya no tiene ningún sentido.
Puntaje: 9.5. Además de la increíble tensión y los grandes momentos, cabe destacar la actuación de muchos de los protagonistas que estuvieron a la altura de uno de los mejores episodios de la televisión.
Bryan Cranston tuvo un par de momentos (durante las escenas en el desierto, durante la llamada a Skyler) que sin dudas están entre lo mejor que ha hecho en la serie. Anna Gunn también, sobre todo cuando Walt se lleva a Holly. Y por último, RJ Mitte tuvo un gran desafío en un episodio en el que debe atravesar por muchas emociones y que le deparó escenas claves, y lo interpretó a la perfección.