Entre los amantes de sus mascotas nunca falta quienes aseguran que “escuchan” hablar a sus animales preferidos. Incluso en salas de espera de grandes clínicas veterinarias, una vez que se confirma que a nadie se le ocurrirá tratarles de locos, los amos se relajan y surgen anécdotas sobre lo listas que son sus mascotas, “y lo mucho y claro que les escucho responderme, aunque, claro, sólo le escucho yo, no vayan a pensar que…”.