la piel y el embarazo: Últimas noticias, videos y fotos de la piel y el embarazo | Univision

El embarazo es una etapa llena de cambios físicos y emocionales que incluso podrían transformar el cabello de una mujer drásticamente. Y no, no sólo afecta el grosor de cada hebra, va mucho más allá.

El embarazo es una de las experiencias más bonitas y emocionantes en la vida de cualquier mujer.

Sentir comezón durante el embarazo es uno de los padecimiento más comunes que presentan quienes están próximas a convertirse en madres. Sin embargo, en algunas ocasiones el picor puede ser una señal de que algo no anda bien en el organismo.

Sigues al pie de la letra las indicaciones del tratamiento, pero en vez que los brotes desaparezcan parecen aumentar. El problema podría estar en los hábitos que en lugar de disminuir el acné, estimulan su aparición, ¿cuáles son?

El cuerpo de la mujer jamás cambiará tanto y de forma tan rápida como en el embarazo, por lo que resulta importante saber, ¿qué alteraciones en la piel se pueden esperar y si éstas son reversibles después del período de gestación?

Una de las grandes preocupaciones de las mujeres durante el embarazo está relacionada con la aparición de las estrías. No es posible adivinar si las temidas marcas van o no a aparecer. Por eso, ante la duda, muchas futuras mamás prueban diversos tratamientos para prevenir su aparición.

Durante el embarazo no es raro que algunas manchas aparezcan en el rostro, pero algunas embarazadas son más propensas que otras a tenerlas. De acuerdo con la dermatóloga María Cecilia Machado-Rivitti, profesora de la facultad de Medicina de la Universidad de San Pablo, hay un factor que puede provocarlas.

Depilarse la zona íntima es una costumbre de muchas mujeres y puede necesitar especial atención durante el embarazo. El tema genera muchas dudas, pues algunos profesionales de la belleza advierten de algunos peligros. Para aclarar dudas, VIX consultó a dos médicos obstetras cuáles son los cuidados necesarios para cada tipo de depilación en el embarazo.

Sabrina Sato es mamá de Zoe y actriz y comediante brasileña. Ella compartió un compilado de videos en su canal de YouTube para mostrar algunos estudios que se tuvo que realizar durante el embarazo. En uno de los videos se la ve sorprendida con un hecho curioso y muy común en las embarazadas y que ella misma no había notado.

Los cambios que el cuerpo experimenta durante el embarazo varían de mujer a mujer, pero por regla general hay señales que alcanzan a la mayoría.

Una tendencia que se ha vuelto popular es pintar la pancita cuando ya se nota para una sesión de fotos. Se le conoce como «belly painting» o pintura de vientre, pero no es la única forma. Los tatuajes de henna son otra opción y quedan hermosos.

Traer una nueva vida a este mundo es un proceso lleno de desafíos para tu cuerpo, especialmente cuando se trata de hormonas: náuseas, cansancio, dolores de cabeza, cambios de humor, hinchazón en los pies… puedes culpar a las hormonas de todo eso. Pero el incremento hormonal durante el embarazo también tiene un lado bueno: te da un brillo especial durante esta etapa.

Todas las luces están puestas sobre Meghan Markle. Esto le viene muy bien, dado que le permite lucir en todo su esplendor el brillo del embarazo, tan característico de la piel de las embarazadas. ¿Lo notaste?

La piel es propensa a la hiperpigmentación durante el embarazo. Los pezones y la areola se oscurecen, las pecas se vuelven prominentes, las cicatrices cambian de color y a muchas mujeres les aparece una línea oscura en el vientre. Esto se debe a los cambios hormonales durante la gestación.

Durante el embarazo, son muchos los cambios que se producen en el cuerpo de la mujer para permitir el desarrollo del bebé que está creciendo en su interior y para prepararse para el momento del parto.

Durante el embarazo, el cuerpo de las mujeres sufre diversas transformaciones. Los pies se hinchan, dan ganas orinar frecuentemente, el cabello se cae, entre otros. Los cambios en el transcurso de la gestación y después del parto son tan fuertes, que la ciencia estima que el organismo necesita un año para reponerse.