Los demócratas tratan de explotar la errática política de Trump hacia Venezuela, sobre todo en Florida
Los comentarios erráticos del presidente Donald Trump a funcionarios de la Casa Blanca y a los medios de comunicación sobre la política hacia Venezuela abrieron la puerta para que el partido Demócrata empiece a socavar la confianza en su política hacia Venezuela, especialmente entre la gran comunidad de origen cubano y venezolano del sur de la Florida.
Trump señaló en una entrevista con el medio digital, Axios, que Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por más de medio centenar de países, entre ellos Estados Unidos.
Las declaraciones de Trump coinciden con la publicación esta semana de un controversial libro de memorias del exasesor de Seguridad Nacional del presidente, John Bolton, que ha causado revuelo en Estados Unidos.
En extractos del libro que han circulado previo a la publicación, Bolton menciona el tema de Venezuela y dice que Trump tuvo sus dudas sobre Guaidó desde el principio ya que lo consideraba "un niño" frente a Maduro, cuya imagen era "fuerte".
Bolton, llamó al presidente Donald Trump "ingenuo y peligroso", en una entrevista de ABC News que se transmitió el domingo, y agregó que espera que su ex jefe sea recordado como un presidente de un solo mandato.
Pese a todo ello la mayoría de los partidarios del mandatario le manifestaron su solidaridad este lunes, desestimando los últimos ataques demócratas como esfuerzos inútiles para socavar su sólida base de apoyo que tiene entre hispanos conservadores.
Una larga lista
Si bien nunca es una buena noticia cuando uno de los principales asesores se vuelve en contra del presidente con tanta dureza, Bolton se une a una lista ceciente de personas cercanas a Trump que terminan retirándole su apoyo y criticándolo (algunos con libros escritos).
Es poco probable que Bolton, un politico conservador bastante desacreditado, haga una mella más grande que otros que se han ido antes que él, como el exjefe de gabinete en la Casa Blanca, el general John Kelly y el exsecretario de Defensa James Mattis.
Muchos partidarios del presidente acusan a Bolton de traición personal después de que la Casa Blanca lo despidiera en septiembre pasado.
“Muchos dicen que es cuestionable que si sabía todo lo que publico porque no lo hizo antes y lo hiciera ahora en un libro para ganancia económica,” dijo Ninoska Pérez, una famosa presentadora cubana-estadounidense en Radio Mambi en Miami.
“De todos modos ya su estrella había dejado de brillar desde que se involucró en el caso de Venezuela y el resultado fue catastrófico,” agregó.
Incómodo para Guaidó
Los demócratas buscan explotar el momento y salen en defensa de Guaidó. El presidente del Comité Nacional del Partido Demócrata, Tom Pérez, emitió un comunicado diciendo que Trump se había vuelto blando con Maduro.
"Su política exterior inepta socava el trabajo de nuestros aliados y revela su peligrosa iración por dictadores, autoritarios y caudillos", dijo. "Los votantes en Florida, muchos de los cuales huyeron de las dictaduras, y en todo el país están cansados del caos, la incompetencia y el egoísmo de esta istración", agregó.
La congresista demócrata Debbie Mucarsel-Powell, tuiteó: "El patrón es claro: Trump apoya a dictadores y autoritarios y desea ser uno".
Este lunes por la mañana, en un esfuerzo por aclarar (o corregir) sus declaraciones a AXIOS el presidente dijo en Twitter que se reuniría con Maduro solo para discutir su salida del poder.
"A diferencia de la izquierda radical, SIEMPRE estaré en contra del socialismo y con el pueblo de Venezuela. ¡Mi istración siempre se ha puesto del lado de la LIBERTAD y en contra del opresivo régimen de Maduro! Solo me reuniría con Maduro para discutir una cosa: ¡una salida pacífica del poder!", aseguró Trump en la red social.
"Confianza" en
Guaidó
La portavoz de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, también dijo en su rueda de prensa del lunes Trump "no ha perdido la confianza" en Guaido.
El embajador del gobierno interino de Vemezuela, Carlos Vecchio, reaccionó diciendo que agradecia "el apoyo irrestricto y consecuente" del gobierno de Trump.
Es probable que eso sea suficiente para tranquilizar a su conservadora base hispana en Miami de que, si bien a veces puede encontrar inquietantes las acciones y declaraciones públicas de Trump, nunca han vacilado en su apoyo.
Lourdes Ubieta, una exiliada venezolana que presenta un programa de radio en WURN en español en Miami, aplaudio el tuit de Trump minutos después.
"Totalmente cierto. No como @BarackObama que privilegió sus relaciones tan esperadas con la dictadura #cubana al sacrificar la libertad de #Venezuela. Estamos muy agradecidos, señor presidente," escribió en Twitter.
El influyente senador cubanoestadounidense de Florida Marco Rubio no mencionó a Trump cuando tuiteó un comentario el lunes que sugería que creía que nada había cambiado en la política de Washington hacia Caracas.
"Siempre hemos estado dispuestos a facilitar una transición pacífica a la democracia y al orden constitucional," comento, en lo que parece ser un intento por moderar las declaraciones presidenciales.
Choque de estilos
Las duras palabras entre Trump y Bolton también son una vieja historia para muchos.
El rompimiento con Bolton el ano pasado no fue del todo sorprendente (más allá de la confusión de si él renunció o si fue despedido), dado el choque de estilos e ideologías con el presidente Trump, según algunos observadores.
Aun así, su libro deja sin respuesta algunas preguntas incómodas sobre el rumbo de la política estadounidense, en particular hacia los tres países que Bolton bautizó como "la troika de la tiranía": Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Bolton estableció estrechos lazos con la derecha cubano estadounidense durante décadas. Pero la destitución de Bolton en septiembre de 2019 no cambio el rumbo de la política hacia Cuba y Venezuela.
Bolton fue un destacado halcón de la política exterior en la istración a quien le gustaba lanzar amenazas en Twitter a los enemigos socialistas de Estados Unidos, mientras invocaba el fantasma de la intervención militar estadounidense.
Trump también disfruta de hacer declaraciones belicosas y le encanta pregonar el poderío militar estadounidense, pero al mismo tiempo ha dejado en claro que no le entusiasma enviar tropas al extranjero a menos que sea absolutamente del interés nacional de Estados Unidos.
Adios, Señor Bolton
Hay algo de ironía en el hecho de que los exiliados venezolanos y cubanoestadounidenses que han favorecido la intervención militar de Washington en sus dos países, ahora estén abandonando a Bolton, un defensor del uso de la fuerza militar, a favor de un Trump, que prefiere traer tropas extranjeras a casa.
La incapacidad de Washington para lograr cambios en Venezuela después de crear grandes expectativas, seguirá siendo una espina para el gobierno de Trump.
Sin embargo, aunque la guerra de desgaste de Trump contra Venezuela se ha tomado mucho más tiempo de lo que se esperaba, hay señales de que las sanciones de la istración Trump están comenzando a surtir efecto, aun a costa de afectar la vida de todos los venezolanos independientemente de su filiación con el régimen de Maduro.
Por ejemplo, la compañía petrolera venezolana de propiedad estatal, PDVSA, informó la semana pasada que la producción petrolera venezolana cayó a su nivel más bajo en casi 75 años, algo que, entre otras cosas, se está reflejando en una crónica escasez de combistible en todo el país.