Caza de pumas, zorros y aves rapaces: la razón oculta de la propagación del hantavirus en Argentina
Argentina se encuentra atravesando un momento crítico en materia de salud, debido al brote del hantavirus en el país, que ya se llevó la vida de más de 10 personas. Aún no existe tratamiento para tratar la enfermedad, por lo cual la prevención es indispensable. Sin embargo, a las autoridades nacionales se les está escapando algo muy grave para poder frenar la plaga: la caza indiscriminada de pumas, zorros y aves rapaces.
Las consecuencias de la caza en la expansión del hantavirus
El hantavirus es una enfermedad viral aguda, causada por el virus Hanta que se transmite por los roedores silvestres (principalmente los colilargos). Las personas se contagian por inhalación de saliva, orina o excrementos de los roedores infectados, obteniendo un cuadro de insuficiencia respiratoria conocido como síndrome pulmonar por hantavirus (SPH) que, en gran medida de los casos, provoca la muerte de los pacientes.
Si bien las principales medidas de prevención que brinda la Secretaría Nacional de Salud de Argentina incluyen evitar tener o directo con cualquier tipo de roedor y realizar limpiezas en el hogar con frecuencia, están excluyendo un punto muy importante: si hay menos pumas, zorros y aves rapaces, habrá más ratas y hantavirus.
La plaga que no es tan plaga
En la Patagonia argentina, se considera «plaga» y perjudiciales para la ganadería y agricultura a pumas y zorros. Incluso la ley provincial de Río Negro 763/72 premia económicamente al cazador. Actualmente paga 3000 pesos por cuero de puma y 700 por cuero de zorro, favoreciendo directamente la proliferación de los ratones colilargos.
Los pumas, los zorros y las aves rapaces (águilas y lechuzas) fueron siempre importantes reguladores de las poblaciones de roedores (ratas y ratones) y lagomorfos (liebres y conejos) que pueden convertirse en plagas, motivo por el cual la caza de estos depredadores naturales puede perjudicar fuertemente el equilibrio de la naturaleza.
Norberto Ovando, presidente de la Asociación Amigos de Parques Nacionales, explicó a Página 12 una de las principales causas del hantavirus: «La población de los colilargos aumenta porque no hay quién se los coma. Por lógica consecuencia, el resultado es mayor cantidad de animales infectados con hantavirus».
Además, el especialista subraya que la ley que declara «plaga» a los pumas y zorros se efectuó sin ninguna prueba. «El gobierno autoriza a cazar sin saber qué cantidad de pumas o de zorros hay en la zona. Como no hay ningún estudio previo, se le pone la palabra plaga porque vienen los señores ganaderos y dicen que el puma les mató a unos corderos. Pero nunca se sabe qué cantidad de corderos o en qué circunstancias murieron».
De esta manera, las leyes provinciales no respetan a las nacionales, como la Ley 22.421 que protege y conserva la fauna silvestre. Tampoco se respeta la 25.675, que es la ley general del ambiente. Solo en el año 2017 en la provincia de Chubut, se mataron 5000 zorros y 250 pumas.