Desde hace semanas el gobierno de Bashar al Asad comenzó un feroz ataque en Guta Oriental, un enclave rebelde en las afueras de Damasco, la capital de Siria. Desde entonces, han muerto 805 civiles entre ellos al menos 178 niños, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Este martes, una tregua humanitaria ha puesto una pausa momentánea al sangriento asedio ya que Asad manifestó sus intenciones de continuar con los bombardeos.