Si algo caracteriza a México son la infinidad de maravillas naturales que roban el aliento de todo viajero. Esos rincones que nos recargan de energía y nos hacen valorar aún más la bondad que la Madre Tierra tiene con nosotros, al mostrarse en cascadas, cenotes, volcanes, sierras, ciudades arqueológicas en medio de la selva… la lista es interminable.