Las mujeres de otras épocas al igual que ahora estaban preocupadas por cumplir con los estándares de belleza "necesarios" para sentirse aceptadas. En el afán de lograrlo, no se andaban con miramientos y se ponían los cosméticos de moda. Sin embargo, en aquel entonces no existía un organismo regulatorio que se asegurara de la inocuidad de los productos. Así pues, terminaban por aplicarse cosas que ahora nos parecen totalmente inauditas porque sabemos que son súper tóxicas.