Iguales en combate, diferentes en tiempos de paz

El “Día de los Veteranos” es el sucesor de la celebración del “Día del Armisticio”, cuando el entonces presidente Woodrow Wilson seleccionó el 11 de noviembre de 1919 para recordar el fin de la Primera Guerra Mundial, que terminó ese mismo día del año 1918. Más adelante, en el 1954, el presidente y héroe de la Segunda Guerra Mundial, Dwight Eisenhower, denominó ese día como “Día de los Veteranos”. Desde esa fecha, en toda la Nación incluyendo el territorio de Puerto Rico, recordamos y rendimos tributo a todos los hombres y mujeres que honrosamente han vestido el uniforme de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos de América.
Como latinos y puertorriqueños siempre nos hemos sentido muy orgullosos de nuestra larga y reconocida tradición y vocación de servir en las Fuerzas Armadas. Son muy pocas las familias que no tengan o hayan tenido uno de los suyos en el servicio militar, o que en algún momento estuvieron en algunas de las ramas de nuestras Fuerzas Armadas. Esos valerosos boricuas han prestado sus servicios en todos los conflictos bélicos del siglo XX y en la guerra contra el terrorismo de este nuevo siglo. Es imperativo recordar la gran cantidad de militares puertorriqueños que participaron y participan en esos conflictos:
Estos números representan un porcentaje de participación mucho mayor que muchos estados de la Nación. Estos héroes boricuas sirvieron y combatieron hombro con hombro como iguales, junto a otros soldados de todos los estados. Nueve de esos soldados han sido merecedores del más alto honor que se le pueda otorgar a un combatiente, la Medalla de Honor del Congreso. Tampoco podemos olvidar los valerosos del Regimiento 65 de Infantería (Los Borinqueneers), a los que se les otorgó la Medalla de Oro del Congreso, el más alto reconocimiento civil que concede el Gobierno de los Estados Unidos.
No obstante, a pesar de luchar de tú a tú y ser reconocidos por su servicio, al regresar a Puerto Rico los soldados puertorriqueños no pueden disfrutar de los mismos derechos y prerrogativas que tienen sus compañeros de armas en sus respectivos estados. La condición colonial/territorial que sufrimos en la Isla por más de 120 años afecta negativamente a todos los que aquí vivimos, pero es más discriminatoria y aqueja más directamente a nuestros valerosos hombres y mujeres que han servido y hoy sirven en las Fuerzas Armadas de la Nación.
La principal y más patente discriminación es que a esos soldados estadounidenses que residen en Puerto Rico se les priva del derecho fundamental de votar por su Comandante en Jefe (el Presidente de los Estados Unidos), como tampoco pueden votar por los del Congreso, que son los oficiales electos que tienen el poder de declarar guerras. Igualmente, van al campo de batalla para luchar por los postulados de igualdad y democracia que representa la bandera estadounidense, pero no pueden disfrutar en su propia casa de esa misma igualdad y derechos democráticos por los que luchan, siendo nuestra isla territorio estadounidense.
En pocas palabras, nuestros soldados y veteranos son iguales en tiempos de guerra, pero diferentes en tiempos de paz.
El Día de los Veteranos, y durante todo el año, honremos a esos héroes luchando hasta lograr la igualdad que merecen, una igualdad que ya ha solicitado en dos ocasiones el pueblo puertorriqueño: la Estadidad Federada.
*El licenciado Luis Berrios Amadeo es Coronel (retirado) del Ejército de Estados Unidos y actualmente funge como miembro de la Comisión de la Igualdad para Puerto Rico.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.