Ant-Man and the Wasp: el antídoto de Marvel para Infinity War (que nadie pidió)
Ant-Man and the Wasp es la entrada más anticlimática del Universo cinematográfico de Marvel y en cierto modo la que parece más desencajada del resto, más fuera de lugar. Pero no es su culpa.
No es la primera película de Marvel que opta por una historia más sencilla y contenida en sí misma, sin perderse demasiado en conexiones con otros personajes y otras películas, y de hecho esta ha sido siempre la estrategia de Marvel, alternar un gran evento épico con otras historias más acotadas e individuales ( Ant-Man después de Age of Ultron, Doctor Strange después de Civil War, etc.).
Pero Ant-Man and the Wasp llega en un momento peculiar del MCU, tras el cataclismo de Avengers: Infinity War.
Y se siente como una distracción. Como si estuvieras deseando llegar a un destino largamente prometido pero antes tuvieras que desviarte de manera inesperada por un camino alternativo, que aunque resulta en un paseo llevadero y hasta por momentos agradable en definitiva alarga el viaje y demora la llegada.
Thanos aniquila medio universo, la mitad de los superhéroes que hemos conocido se desvanecen como polvo en el viento, el caos y la destrucción dominan el planeta, ¿pero tenemos que volver a interesarnos por saber qué ha sido de Scott Lang, que ha estado en arresto domiciliario desde Civil War, y por cómo se recompuso la relación entre Hope Van Dyne y su padre Hank Pym, que ahora están haciendo experimentos físicos encerrados en un laboratorio?
Quizá por primera vez Marvel sobreestimó el interés que tenemos por sus personajes.
Son personajes agradables y atractivos, sí, pero ni Scott Lang ni Hope Van Dyne como héroes han adquirido dentro del MCU un estatus tan significativo como para que su historia contrarreste los efectos de Avengers: Infinity War o permita apartar la mirada del sacudón que representó Thanos para la saga.
Un viaje al reino cuántico
Ant-Man and the Wasp es una película entretenida, una secuela que vuelve sobre los aspectos que funcionaron de la primera, que alterna su costado de ciencia ficción entre lo disparatado —insectos gigantes, vehículos miniatura— y lo «serio» —pseudo complejas teorías y explicaciones de física cuántica—, con énfasis en la acción y en el humor, y con una trama que se construye en torno a vínculos familiares y afectivos.
Es sin embargo un regreso por completo a la fórmula clásica de Marvel, la misma estructura narrativa y los mismos elementos de probada (y gastada) eficacia que películas como Spider-Man: Homecoming, Black Panther y Avengers: Infinity War habían logrado evitar, mediante diferentes métodos (una versión novedosa de un héroe clásico, una ambientación y un villano novedosos y un crossover novedoso y épico, respectivamente).
El aspecto formulaico, nuevamente, sobresale con los villanos y antagonistas: un olvidable traficante de artefactos tecnológicos de genéricos intereses personales maliciosos (Sonny Burch, un villano menor generalmente enemigo de Iron Man en los cómics de Marvel), interpretado por Walton Goggins; y Ava Starr, a.k.a. Ghost ( Hannah John-Kamen), una antagonista con una historia más compleja y prometedores poderes que resulta desaprovechada y cuya presencia nunca se siente realmente amenazadora.
Lo mejor de la película es que ahora la verdadera protagonista es Hope Van Dyne, y Evangeline Lilly se vuelve a lucir.
En Ant-Man ya se dejaba entrever que podía ser una heroína muy interesante y ahora lo comprobamos, al punto de que Scott Lang en muchos momentos parece estar allí nada más que porque Paul Rudd es divertido.
De hecho, es muy poco lo que vemos a Ant-Man en acción propiamente dicha, antes del predecible tercer acto y la inevitable batalla final.
Ant-Man and the Wasp se centra en el intento de Hope y Hank Pym por reconectar con Janet Van Dyne ( Michelle Pfeiffer), que hace tres décadas se perdió en el reino cuántico, en un acto heroico que vimos en Ant-Man. La breve estadía de Scott Lang en el reino cuántico puede contener la clave para este reencuentro.
Así, la principal contribución de Ant-Man and the Wasp a la narrativa global del MCU podría ser la revelación de ciertos aspectos del reino cuántico y su funcionamiento, un concepto que podría jugar un rol importante en toda la trama Avengers vs. Thanos.
La película está situada cerca de dos años después de Civil War pero antes de Infinity War. La primera escena durante los créditos finales revela una conexión, la única realmente importante, con Infinity War, sin embargo esto deja más preguntas que respuestas.
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