Los demócratas, con más de un millón de boletas enviadas, lideran la votación por correo en Pensilvania
El Departamento de Estado de Pensilvania confirmó que se han emitido el 55% de las boletas por correo solicitadas, es decir, 1,5 millones de residentes de Pensilvania que ya han votado por correo o en ausencia a siete días antes de la elección.
"Es casi exactamente el número total de residentes de Pensilvania que votaron por correo en las primarias", dijo la secretaria de Estado, Kathy Boockvar.
Para darle una perspectiva, en este momento antes de las primarias de junio, se había recibido menos del 30% de las boletas por correo.
Votar temprano está resultando más popular entre los demócratas que entre los republicanos. Según el Departamento de Estado, 1.023.402 de las papeletas devueltas provinieron de demócratas, 293.318 de republicanos y 132.680 de personas inscritas en otros partidos o no afiliados, para un total de 1.449.400.
A medida que nos acercamos al día de las elecciones, esperamos ver a los funcionarios preparándose para mantener la integridad de las elecciones en el estado de campo de batalla.
La secretaria Boockvar dijo que se están coordinando con funcionarios de todos los niveles y dijo: "No creo que haya existido nunca este nivel de coordinación entre este sector transversal".
Se avecinan días cruciales
Los habitantes de Pensilvania también podrán ser testigos de más pleitos en el tribunal por demandas presentadas por ambas campañas en la última semana de las elecciones.
El viernes, la Corte Suprema de Pensilvania falló por unanimidad sobre una preocupación clave en torno a una avalancha de boletas enviadas por correo, prohibiendo a los condados rechazarlas si la firma del votante no se parece a la firma en el formulario de registro del votante.
Dos jueces republicanos se unieron a cinco jueces demócratas en la decisión.
El veredicto fue una victoria para Boockvar, quien había pedido al tribunal que la respaldara en una disputa legal con la campaña del presidente Donald Trump y los legisladores republicanos.
"Las juntas electorales del condado tienen prohibido rechazar las boletas electorales ausentes o enviadas por correo basándose en la comparación de firmas realizada por funcionarios o empleados electorales del condado, o como resultado de impugnaciones de terceros basadas en análisis y comparaciones de firmas", escribieron los jueces.
Qué sucedió en el tribunal
En su presentación ante el tribunal, Boockvar había dicho que cualquier rechazo de este tipo representa "un grave riesgo de privación del derecho al voto sobre una base arbitraria y totalmente subjetiva", y sin ninguna oportunidad para que un votante verifique su firma antes de que su boleta sea descalificada.
Los legisladores republicanos y la campaña de Trump habían argumentado que la ley es clara en el sentido de que los funcionarios electorales deben comparar la información en el sobre de la boleta por correo, incluida la firma del votante, con la información del votante en el archivo para determinar las calificaciones de una persona para votar.
Pero los jueces no estuvieron de acuerdo, al igual que un juez federal en un caso separado presentado anteriormente por la campaña de Trump. Ambos dijeron que la ley sobre las papeletas de votación por correo deja en claro solo que el sobre de la papeleta requiere la firma del votante, pero no una firma que coincida.