Te miras al espejo y piensas: “me pinto los labios y estaré lista para salir”, pero cuando vas a sujetar el labial, éste cae con la punta abierta sobre tu blusa y la mancha. ¡Rayos!, ¿y ahora? Tranquila, busca una aspirina, ¡pero no para tomarla!, sino para quitar la mancha.