Nada puede destruir al “oso de agua” y ya hay una explicación científica del porqué
Dentro de la naturaleza existen misteriosas criaturas que parecen ser invencibles, no importa su tamaño o hábitat éstas simplemente no se mueren: ¿cómo es que un ser vivo puede soportar las temperaturas más altas o incluso la radiación? La explicación es un poco complicada, pero vale la pena conocerla.
Un tardígrado u oso de agua es una criatura microscópica capaz de soportar las condiciones más extremas que ofrece nuestro mundo (e, incluso, el espacio exterior). Para algunos son adorables, para otros son bichos aterradores, pero para la ciencia son un misterio que ya va resolviendo poco a poco.
Este animalito de ocho patas es imparable: en diversos experimentos, lo han expuesto a radiación, temperaturas bajo cero, calor extremo y nada, sobrevivió como un héroe a todo.
Esta resiliencia fue, justamente, una pista que ayudó a los científicos a entender mejor a los tardígrados.
Thomas Bothby, investigador de la Universidad de Carolina del Norte, habló con The New York Times sobre los resultados de su investigación, y señaló que su peculiar estilo de vida y su enorme capacidad para sobrevivir se debe a que son criaturas a base de agua.
quote: «Pueden permanecer así en un estado seco durante años, incluso décadas, y cuando los vuelves a poner en el agua, reviven en cuestión de horas»
Al inicio se pensaba que el tardígrado utilizaba un azúcar llamado trehalosa para protegerse, algunas criaturas son capaces de producir hasta un 20% de su peso de trehalosa para mantenerse con vida ante situaciones adversas. Pero el oso de agua no utiliza esta azúcar, sino que se convierte en vidrio para sobrevivir.
Para comprobar su teoría, el investigador sometió a desecación (seco por completo) a un oso de agua. Al comenzar a sentir afectaciones por el cambio extremo, la criatura llevó su cabeza y extremidades a su “exoesqueleto”, convirtiéndose por completo en un bola inmóvil, misma que no se “recuperó” hasta haber sido introducida al agua.
Lo que genera el oso de agua como protección es una proteína, mediante un proceso muy similar al que desarrollaron los monos marinos. Una vez que el tardígrado comienza a secarse, la vitrificación da inicio.
Con la vitrificación de un oso de agua se podrían desarrollar sistemas de conservación más eficientes para medicinas en zonas donde la energía eléctrica no es una opción, e incluso podría ser el comienzo del sueño criogénico que por años hemos visto en Hollywood.
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