Increíble descubrimiento histórico en el Vaticano luego de 500 años
Raffaello Sanzio, más conocido como Rafael, fue un destacado pintor del Renacimiento italiano que se caracterizaba por expresar a través de su arte un ideal de belleza. El prestigioso pintor nació en Urbino en 1483 y falleció en Roma en 1520, y después de 500 años fueron descubiertas dos pinturas de su autoría.
Un descubrimiento histórico
Las dos pinturas del maestro renacentista fueron descubiertas durante la limpieza y restauración de una habitación dentro de un museo del Vaticano. Los expertos creen que forman parte de sus últimas obras antes de su temprana muerte (murió a los 37 años). Se trata de dos figuras femeninas, una que representa la justicia y la otra la amistad. Después de su muerte, otros artistas terminaron la pared y las dos pinturas de Rafael fueron olvidadas.
En 1508, el papa Julio II le encargó a Rafael que pintara sus habitaciones privadas. El artista trabajó en tres salas, conocidas hoy como «las habitaciones de Rafael», con frescos famosos como La escuela de Atenas. Luego comenzó los planes para una cuarta habitación; su plan era pintar la habitación usando aceite, en lugar de la técnica de fresco tradicional. Cuando los restauradores comenzaron a limpiar las paredes de la Sala de Constantino, se dieron cuenta de que dos figuras femeninas estaban pintadas al óleo, mientras que el resto de la sala se pintó con la técnica del fresco.
Las sospechas de los especialistas se confirmaron: las dos pinturas no eran como el resto, la pintura al óleo se diferenciaba claramente del resto. El restaurador del Vaticano Fabio Piacentini explicó que hay ciertas pinceladas típicas de Rafael en las pinturas: «La forma en que se mueve el pincel. [...] incluso la sutileza de la punta de los pinceles para crear los pequeños mechones de cabello».
La directora de los museos del Vaticano, Barbara Jatta, contó que la restauración de las pinturas de Rafael y las de toda la sala les llevará hasta el año 2022 al menos, y su costo será de 2.7 millones de euros. Nuestro gran deseo es que se sigan descubriendo obras de los mejores pintores de la historia, ya sea en el Vaticano o en cualquier rincón del mundo. ¡Que el ideal de belleza renacentista nos siga asombrando!