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Aaron Paul

10 años de Breaking Bad: estrellas y creadores recuerdan el final de la serie

Publicado 19 Ene 2018 – 12:56 PM EST | Actualizado 23 Mar 2018 – 03:25 PM EDT
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El 20 de enero de 2008 Breaking Bad debutó en la televisión estadounidense dispuesta a narrar, de un modo impactante y brutal, la historia de un humilde profesor de química sobrecalificado que ante el diagnóstico de un cáncer terminal comienza a fabricar metanfetamina y a transitar el oscuro bajo mundo criminal de Alburquerque.

Acompañado, además, por un viejo alumno suyo ( science, bitch!), y en las narices de su propio cuñado, agente de la DEA. ¡Gran idea Walter!

La premisa resultó por lo menos curiosa y comenzó a atraer espectadores, que luego se quedaron por la notable y detallada ejecución de ese argumento, en manos del creador Vince Gilligan y el talentoso equipo de guionistas y directores que terminaron haciendo la que es considerada una de las grandes series de todos los tiempos.

Es por eso que ahora, 10 años después, todo el mundo quiere rememorar Breaking Bad, desde los fans y los que todavía siguen descubriendo la serie, hasta sus propios creadores y protagonistas.

El último día de rodaje

Así como Breaking Bad se convirtió en un hito de la televisión y en una serie muy importante para muchos, también lo fue para los que estuvieron involucrados en su creación y realización, para quienes representó un punto alto y un quiebre significativo de sus carreras.

Vince Gilligan quería, naturalmente, que esta filmación fuera especial, así que decidió rodar una escena flashback, que nos lleva al momento en que Walter White y Jesse Pinkman cocinan metanfetamina por primera vez en su laboratorio improvisado en la parte de atrás de su casa rodante.

La escena luego sería incluida en el memorable episodio "Ozymandias", el antepenúltimo de la última temporada.

Allí Walter estaba con la que era su indumentaria habitual en esa situación: un delantal y calzoncillos.

Bryan Cranston cuenta que Aaron Paul estaba bastante triste ese día, ante el inminente final de la serie, así que decidió que debía animarlo.

Lo que hizo fue bajarse los calzoncillos y mostrarle su trasero.

Cranston canalizando su Bart Simpson interior.

«Finalmente nos despedimos de la serie tal como habíamos llegado» recordó Cranston. «Divirtiéndonos y tomándonoslo con calma». «A lo largo de toda la serie yo siempre buscaba hacerlo reír. Ese día estaba particularmente cabizbajo así que fue bueno verlo tener un buen momento».

Aaron Paul agregó: «En ese momento yo pensaba “wow, cómo voy a extrañar esta serie y a todas estas hermosas personas”. Y así es, extraño su trasero todos los días».

El episodio Ozymandias lo dirigió Rian Johnson (ahora célebre por dirigir The Last Jedi), así que Vince Gilligan pudo deambular libremente por el set, y rememoró el clima que se vivía:

«Era un día muy emocional, pero como último día de rodaje fue perfecto, porque terminamos en el mismo lugar en el que empezamos. Estábamos recreando algo que había ocurrido en el piloto, 62 episodios antes, y todo el mundo estaba de buen humor, aunque también algo tristes».

Cranston recordó también que antes de esa última filmación invitó a Aaron Paul a cenar a su casa para leer el guion juntos, un emotivo momento que quedó registrado en video.

De todas maneras, el actor asegura que no extraña interpretar a Walter White.

«El final marcó que el viaje se completara. Irónicamente, no extraño interpretar al personaje. Fue tan satisfactorio todo el camino que, aunque sigue siendo una de las experiencias más recompensantes de mi carrera, realmente no extraño a Walter White. Creo que es porque su historia fue tan completa y cerrada».

Después de filmar Breaking Bad por última vez, Aaron Paul y Bryan Cranston fueron juntos a hacerse tatuajes.

Aaron Paul se tatuó en uno de sus bíceps la frase “ No half measures” (algo como “Sin medias tintas”, inspirada en un discurso de Mike Ehrmantraut y en el título de un capítulo de la tercera temporada); Cranston se hizo el logo de la serie, esa simulación de la tabla periódica con los símbolos “Br” y “Ba”, debajo de su dedo anular de la mano derecha.

«Cuando íbamos en el coche hacia la tienda de tatuajes me di cuenta que no había pensado qué me iba a hacer» dijo Cranston. «Cada vez que veo mi tatuaje me saca una sonrisa».

Bryan Cranston y Vince Gilligan adjudicaron parte de la popularidad de la serie a su llegada a Netflix y la posibilidad del binge-watching, esas maratones obsesivas que tanto favorecen los episodios de Breaking Bad.

«Cuando la audiencia tuvo la posibilidad de consumir los episodios como si fueran papas chip, de repente vimos que la serie funcionaría muy bien» dijo Gilligan.

El creador también habló de la única cosa que se arrepiente de la serie:

«Estaba viendo un viejo episodio la otra noche y hubo algo que realmente me fastidió: los dientes de Jesse Pinkman son demasiado perfectos. Aaron Paul tiene una dentadura perfecta pero nosotros nunca la modificamos ni le sacamos un par de dientes para que luciera más realista. No sé cómo alguien puede ser golpeado tantas veces y fumar toda esa metanfetamina y mantener esos dientes perfectos».

A pesar de los 10 años desde que comenzó Breaking Bad, el gran fenómeno originado por la serie sigue muy vigente, y se plasma en el brillante spin-off sobre Saul Goodman, que mantiene vivas las esperanzas de ver nuevamente, por lo menos por un momento, a Walter White o a Jesse Pinkman.

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