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Bienestar

Cinco consejos para no saltarte el gym en el invierno

Que el sonido de las campanas no te desvíe del camino.
8 Dic 2015 – 02:57 AM EST
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¡Que no te detenga el frío! Crédito: iStock

Por Graciela Miramontes

El primero de diciembre no sólo marcó el arranque del mes más especial del año, también oficializó la temporada de: “Hace mucho frío, así que mejor me quedo en mi casa”.

Lamentablemente, esta temporada no aplica en horarios laborales, pero sí es la excusa —socialmente aceptada— para escapar de las garras de tu entrenador personal.

Navidad no es navidad hasta que tu amigo fanático del gym te invita a tomar algo después de la chamba (cuando se supone que tiene clase de CrossFit).

¿Sus excusas?

1.     Hace frío

2.     ¿Y si llueve en el camino?

3.     Escuché en las noticias que quizás nevaba y no me quiero enfermar.

4.     Acaban de subir “The Grinch” a Netflix

5.     En enero me preocupo… Por cierto, ¿dónde quedaron los cupcakes?

¿Qué le pasó a ese obsesivo de las pesas?, te preguntarás, pero le dirás “tienes razón, mejor no vayas”. Eso no te hace mal amigo, sólo humano.

 
 

No pain, no gain

La frase de “No pain, no gain” no se inventó para apantallar a tu ligue cuando le presumiste tus biceps en su primera cita. El significado, es tan real como el dolor de regresar caminando a tu casa, después de un intenso leg day: ¡insoportable!

Dolores musculares, de articulaciones, fatiga y mucho sueño, son el resultado natural de cualquier actividad física intensa, pero en estas fechas, pareciera triplicarse al grado de parecer la descripción perfecta de alguien mayor de 70.

Entiendo este sentimiento a la perfección, después de todo, yo lo experimento día tras día. Llámame masoquista, pero por alguna extraña razón, me sigo “obligando” a mí misma a entrenar, incluso con el terrible clima, que ni se compara con las temperaturas que alcanzan ciudades como Chicago, Boston, Washington DC o Nueva York.

Todos tenemos nuestros días de debilidad en que la idea de un chocolate caliente, comida a domicilio y nuestra pijama de franela favorita, suena mucho más sensual que cualquier beach body que pudiera cruzar nuestra mente. Sin embargo, y tal como funcionan los espejismos, al desmontar el arbolito navideño, lo único que queda es basura y varios kilos de más.

Si pones en Google: “Quema grasa sin moverte del sillón” o “La dieta de la dona: cuerpo perfecto sin sacrificar antojos”, es muy probable que lo primero que aparezca sea: SORRY! NOT FOUND.

Lo único que queda

Basta de engañarnos. No existe una fórmula mágica para tener cuerpo de semidiosas. Aquí cinco consejos —sister to sister— para combatir la pereza decembrina.

1.     Prepara todo un día antes. El consejo favorito de mi mamá que ahora se ha convertido en el diario recordatorio de que tengo que ir al gym. Una noche antes, prepara tu maleta para ir a entrenar, tal y como lo hacías en la escuela. Tomarte el tiempo de guardar, acomodar y elegir tu atuendo deportivo para el día siguiente te mandará muy mentalizado a la cama.

2.     Ponte una alarma. Nunca subestimes el poder de los recordatorios en el teléfono. Si prefieres ir antes del trabajo, una alarma con un mensaje motivacional te sacará (al menos una sonrisa). Si vas después, un recordatorio a tu hora de salida te hará saber que tienes una cita a la que no puedes faltar.

3.     Encuentra un compañero. No a todos nos encanta entrenar con alguien más, pero como me dijo un amigo con el que fui a correr una vez: “Entrenar con alguien, siempre me hace el trayecto más agradable y mucho menos pesado. La plática hace que todo se te olvide; la meta y el dolor”. Además, tendrás con quien pasar por un café o ir a cenar, al terminar.

4.     Haz un calendario. Tal y como cuentan los días para que llegue Santa, cuenta los días que no te quedaste en casa. Siempre que tengo algún viaje, fiesta o simplemente, cuando quiero echarle ganas en serio; hago un calendario. Date hasta el 31 de diciembre como límite, pégalo en tu pared y tacha cada día que lo lograste. Te darás cuenta que después de un rato, se convertirá en un reto personal.

5.     Hazlo en donde sea. Si sales de viaje, lleva tu maleta del gym. Si visitas a tu tía, también, o si de plano, no quieres salir de tu casa; descarga una app para hacer entrenamientos en casa. ¡No más excusas!

Al final

Puedes permitirte algunos cheat days de comida o de gimnasio, sólo procura que no se convierta en algo recurrente. No esperes a las uvas de año nuevo para pedirle perdón a los astros, mejor trata de funcionar en modo risk control y te será mucho más fácil retomarlo en enero.

Recuerda que sólo los osos hibernan, lo tuyo se llama pereza.

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