Abuela cubana de 81 años se reencuentra con su familia en Miami tras dura travesía por Centroamérica
Julia Ramona Acosta, una abuela de 81 años que decidió hacer una travesía de dos meses por Centroamérica, dura hasta para los más jóvenes, se reencontró este martes con su familia en Miami. Viajando primero de La Habana a Nicaragua, comenzó desde allí su recorrido hasta los Estados Unidos.
Sobre su viaje, Julia Ramona cuenta que lo más preocupante que vivió fueron las bajas temperaturas que pasó en el desierto de Arizona, una vez que cruzó la frontera.
“Había mucho frío y entonces ahí fue donde más me atacó el dolor en la pierna”, dice Julia.
Sin embargo, dice que lo peor que pasó fue que un perro muy gordo se le tiró sobre la pierna.
Por qué decide hacer el viaje
Julia dice que estaba prácticamente sola en Cuba y que su familia más inmediata vive en Miami.
“Yo tengo que irme con los míos y con ellos voy a terminar el fin de mi vida”, dice la valiente abuela, mientras repite una y otra vez que vino sin miedo, porque no le tuvo miedo a nada en ninguno de los caminos que le tocó atravesar.
Además, señala que si volviera a tener que hacerlo, lo haría.
Su nieta en Miami
Por su parte, Dalays Martín, su nieta en Miami, cuenta que sufrió más que su abuela.
“Sentí dos grandes miedos que me llegué a caer en el piso a llorar. Yo sabía que a ella la podían poner en un lugar con cocodrilos, pero no con frío”, dice la nieta.
Pero, ya con su abuela a su lado, dice que estas navidades y fin de año serán más completas.
“Para mí este fin de año es especial, de hecho hace dos años no adornaba mi casa, pero ya ahora, arbolito y todo, es especial. Porque era lo que me quedaba en Cuba. Ya se me acabaron los viajes a Cuba porque no tengo nada que buscar ahí ”, agrega Dalays.
Y es que Dalays no considera a Julia solo su abuela, sino su maestra, quien le enseñó a no tenerle miedo a nada.
“Si la decisión (de que viajara) fue mía, la victoria fue de ella”, concluye Dalays.
Julia Ramona ya no tiene una de sus mayores preocupaciones, enfermarse y morir en un hospital de Cuba, donde, según dice, el sistema de salud está colapsado.
