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Sueño Navideño

Madre de niña con autismo busca hacer realidad el sueño navideño que tiene para su hija

En la casa de los Caviedes falta de todo. Los techos de lata de la habitación en donde viven ya no resisten un aguacero más y no tienen con qué pagar las facturas de la electricidad. Pero allí esperan por su sueño navideño para poder ayudar a sus hijos, especialmente a la pequeña Keila Diana de 5 años de edad que sufre de autismo.
Publicado 12 Dic 2023 – 12:04 PM EST | Actualizado 12 Dic 2023 – 12:04 PM EST
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La pequeña Keila Carolina y su hermana Karen, espera que este año se haga realidad su sueño navideño. Crédito: Univision

En la casa vieja con portón de lata de la familia Caviedes, en un barrio en la montañas de las afueras de la ciudad de Bogotá, Keila Diana, una niña autista de cinco años de edad, ya suma, resta y multiplica como pocos niños de su edad.

Su familia descubrió el autismo de la pequeña hace solo dos años.

Keila sabe leer bien, sabe las tablas de multiplicar, las vocales, el abcedario y ya está intentando hablar en inglés.

Su padre Ricardo se gana la vida como plomero y no le alcanza el dinero para una pagar por una escuela especial, las terapias y los materiales didácticos necesarios para que Keila desarrolle su potencial.

A Ricardo le preocupa también lo que pasará con Keila cuando él muera. Dice que esa preocupación es “su peor pesadilla”.

“Lo que me duele mucho, me duele mucho, de partir, es cuando yo deje a mis hijas, especialmente a la pequeñita, usted sabe que nadie es eterno en este mundo y algún día tenemos que partir”, dice Ricardo.

En la casa de los Caviedes falta de todo. Los techos de lata de la habitación en donde el anciano padre de Ricardo les deja vivir ya no resisten un aguacero más y no tienen con qué pagar las facturas de la electricidad.

Viviana Espitia, la madre de Keila, a pesar de que no encuentra trabajo para limpiar casas asegura que la condición de su hija es para ella una enseñanza diaria que la muestra que la compasión si puede cambiar el mundo.

A pesar de que es poco lo que puede ofrecer, Viviana ha ado a otras madres de niños autistas, también humildes como ella, para ver cómo pueden ayudar a sus hijos.

En medio de la incertidumbre que generan las fiestas de fin de año y la inminente llegada de 2024, los Caviedes esperan que se haga realidad un sueño de navidad

Viviana sería feliz si pudiera darles a sus niñas, a su esposo y su suegro una cena de navidad, así como materiales didácticos a Keila y a los otros niños autistas de su barrio.

“Juguetes didácticos, de pronto ropa, pictogramas, a veces con un niño con autismo, hay que tener pictogramas a la mano. También sus juegos didácticos, le gusta demasiado la plastilina, las pinturas, le gusta mucho los números, demasiado, demasiado los números. Tableros y marcadores nos dice Viviana”

Karen, la hermana mayor que constantemente ayuda a la pequeña Keila, sueña con convertirse en una experta terapista en educación para niños con necesidades especiales, pero no tiene dinero para costear sus estudios.

“Mi papá es el único que está trabajando”, dice Karen, “pero no me puede sustentar nada porque el sueldo es casi todo para los deberes del hogar”.

Ricardo bendice su modesto empleo y espera que la salud lo acompañe hasta que pueda pensionarse para que a su muerte su niña no quede desamparada. “Le pido a dios, que me deje aunque sea pensionar y esa pensión yo se la pienso dejar a mi hija, a la niña que está discapacitada, a Keila.

A los Caviedes le sobra amor y aseguran que para ellos la condición de Keila, al igual que la de los otros niños autistas, no es una desgracia sino una bendición.

Sin embargo, les hace falta muchas cosas materiales. Los que quieran ayudar a a Viviana y Ricardo a cumplir su Sueño Navideño pueden llamar al: 011 57 (317) 753-1082.


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