La llaman la «enfermedad del ciervo zombi» y temen que se propague a los humanos: ¿CÓMO?
Manadas de ciervos, alces y renos están siendo afectados por una enfermedad llamada caquexia crónica en al menos 24 estados de Estados Unidos, causando alarma en todo el mundo, ya que, sus síntomas, convierten a estos animales en « zombis».
La enfermedad del ciervo zombi
Esta enfermedad produce un deterioro gradual en el sistema nervioso y está bautizada con tal llamativo nombre, debido a los síntomas que generan en los animales: babeo, tropiezo, falta de coordinación, agresión o apatía.
A su vez, causa fuerte pérdida de peso, que dejen de tenerle miedo a las personas (a quienes usualmente temen), que los animales caminen en patrones repetitivos y que su visión se nuble, motivo por el cual, se conoce como la « enfermedad del ciervo zombi».
El virus que inevitablemente produce la muerte en los animales afectados, se detectó por primera vez en 1967 en un ciervo en Colorado, Estados Unidos. De acuerdo al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades ( CDC) se encontraron 251 cérvidos infectados en 24 condados de Estados Unidos y 2 canadienses. También señalan que hay casos registrados en Noruega, Finlandia y Corea del Sur.
Enfermedad del ciervo zombi: cómo se contagia
Los investigadores del CDC creen que esta infección se transmite mediante fluidos corporales como la saliva, la sangre o la orina y permanecen en el ambiente por un período de tiempo largo, siendo capaz de continuar contagiando cuando el animal enfermo ya ha muerto.
Por el momento no existe un tratamiento ni vacuna para prevenir o curar la caquexia crónica y los síntomas pueden tardar hasta un año en aparecer.
Si bien la enfermedad todavía no ha surgido en humanos, expertos del Centro de Investigación Prion de la Universidad Estatal de Colorado, explicaron a la revista Live Science que existen motivos para sospechar que el virus «puede estar evolucionando» y podría ser solo cuestión de tiempo antes de que sea capaz de infectar a un humano debido al consumo de carne contaminada.
Michael Osterholm, científico de la Universidad de Minnesota, comparó la caquexia crónica con la enfermedad de las vacas locas, señalando que durante un tiempo los expertos no creían que pudiera extenderse a los humanos, cuando finalmente terminó sucediendo lo contrario.