Descubrieron un nuevo dinosaurio:¿es el eslabón perdido entre las aves y los reptiles?
Aunque los dinosaurios se extinguieron hace millones de años y ahora solo se pueden traer a la vida con efectos especiales, para los museos de historia natural sigue siendo sorprendente el que existan fósiles en diferentes partes del mundo. De hecho, los descubrimientos de nuevas especies aún ocurren.
Los paleontólogos usan sus conocimientos para saber dónde pueden existir restos fósiles y así un experto halló un hueso en Cataluña, España que no pertenecía a algún dinosaurio ya conocido, por lo cual es una especie nueva.
Después de estudiarlo, lo identificaron como un dinosaurio perteneciente a la familia de los troodóntidos, que se caracterizaban por ser de talla mediana, poseer patas muy largas y también por tener una garra en forma de hoz en el segundo dedo de sus extremidades inferiores.
El animal extinto fue bautizado como Tamarro insperatus. Se calcula que vivió hace 66 millones de años en la Tierra, es decir al final de la era Cretácica y que vivió principalmente en una isla conocida como la península ibérica, región que albergaba en aquellos prehistóricos días una rica variedad de dinosaurios y otros vertebrados. De acuerdo con el doctor Albert G. Sellés, paleontólogo del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont de la Universidad Autónoma de Barcelona y el Museo de la Conca Dellà.
Los análisis revelaron que el animal crecía de forma rápida, similar a como lo hacen las avestruces o los emús, pues en pocos años podía alcanzar un tamaño adulto de entre 1.5 y 2 metros, además de llegar a pesar 20 kilogramos.
Los detalles del descubrimiento fueron publicados en la investigación del experto que confirma que los troodóntidos sí habitaron Europa pues no fue creíble hasta éste importante hallazgo:
Gracias al hueso encontrado se pudo hacer una representación gráfica que mostraba su apariencia real. Aunque no están familiarizados de manera directa con las aves, tienen ciertos rasgos similares como los ojos grandes, las patas y el plumaje, la diferencia radica en que ellos no podían no volar, ya que son dinosaurios terrestres capaces de correr a gran velocidad.
Después del increíble hallazgo se puede confirmar que no solo el mar esconde grandes secretos, sino también la tierra. ¡Quien sabe cuantos dinosaurios más quedan aún por descubrir alrededor del mundo!
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