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Marihuana

Euforia por la marihuana legal en California: cientos hicieron largas filas por cigarros y productos de cannabis

El boom de la marihuana recreativa se asomó este martes en West Hollywood, donde cientos de clientes acudieron a tres expendios de la hierba que recién abrían sus puertas a venderla legalmente para fines placenteros. Por su parte, el municipio de Los Ángeles, que espera otorgar los primeros permisos la próxima semana, ha pedido a los clientes un consumo "responsable" y evitar conducir bajos los efectos del cannabis.
2 Ene 2018 – 09:50 PM EST
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LOS ÁNGELES, California.- El pop de Michael Jackson ha puesto a bailar a cinco jóvenes, pero no dejan de observar los mostradores de una tienda de marihuana para uso recreativo. Parecen niños en una dulcería. Hace tres horas abrió este negocio en West Hollywood, en el condado de Los Ángeles, y cientos ya han comprado productos de cannabis, aprovechando la legalización que entró en efecto este lunes. Varios más esperan en una extensa fila que abarca una cuadra del bulevar Santa Mónica.

Hay cientos de artículos en el menú de Zen West Hollywood, que tras 15 años ofreciendo la hierba para uso medicinal obtuvo un permiso para entrar al negocio del consumo lúdico. Es uno de los tres locales más fáciles de encontrar en Santa Mónica. Como este, afuera de los otros dos expendios de marihuana recreativa hay decenas de compradores, la mayoría jóvenes blancos, esperando entrar.

"Claramente necesitamos un lugar más grande", dice 'Mozy', un antiguo productor musical que ahora maneja la publicidad de Zen West Hollywood. Se refiere a que, debido al reducido espacio de este local, solo se permite la entrada de hasta siete clientes, el resto debe esperar en fila afuera. A un costado hay un sitio donde se vende la hierba "medicinal", pero ahora luce vacío.

En una vitrina se exhiben distintas marcas de la "flor", como le dicen a la hierba lista para poner en papel arroz y fumarla, dentro de pequeños recipientes transparentes. Cada una tiene nombre y logotipo. Así se diferencian las marcas. Zen vende tres tipos de marihuana: 'Indica', la más potente; 'Sativa', de tipo regular; e 'Híbrida', la más ligera. Los que llegan ya saben qué pedir.

“La 'Indica' es cuando quieres irte a dormir, tiene una dosis muy potente; la 'Híbrida' te hará relajar y la 'Sativa' está en medio de esas dos", explica 'Mozy', quien dice que la hierba es el producto más comprado en el primer día de operaciones. Un octavo de onza vale entre 40 y 75 dólares en esta tienda.

Detrás del mostrador también hay dulces y chocolates de cannabis, pipas y concentrados. Además se venden camisetas, para mostrar la fidelidad a la tienda ahora que no hay nada qué esconder. "Estos son como cigarros cubanos", comenta mostrando una especie de habano.

"Soñé con este día"

En el segundo piso del negocio, su dueño, Eric 'Loc' Kinney, observa cada detalle del expendio en una de las casi 30 cámaras de vigilancia. Sentado junto a una enorme bolsa con marihuana, él comenta que se siente como Willy Wonka y la Fábrica de Chocolate, la historia fantástica sobre el productor del dulce.

"Lo planeamos hace cinco años, solo estábamos esperando que el estado reconociera cómo iba a cobrar los impuestos", dice Kinney en una entrevista con Univision Noticias.

Como este expendio, unos 130 dispensarios de marihuana medicinal en Los Ángeles esperan obtener una licencia del municipio. Estos tendrán prioridad en el proceso. El Departamento de Regulación del Cannabis en esa ciudad, que recibe solicitudes a partir de este miércoles, espera que tan pronto como la próxima semana se otorguen permisos provisionales a quienes pagan impuestos puntualmente, no se han metido en líos con la justicia y cumplen con otras regulaciones. El costo del trámite va de los $9,000 a los $11,000. Al final, unas 390 licencias se concederán en esa localidad.

"Nosotros vendemos dulces, galletas, paletas de caramelo; tenemos cientos de productos", dice Kinney, quien celebra estar en una industria comparada al boom del Internet, estimada en 7,000 millones de dólares anuales. "Es un negocio de miles de dólares. El estado espera el 25% por impuestos de cada producto. Imagina que por cada dólar que recibimos 'El Tío Sam' se lleva 25 centavos", señaló Kinney.

Como se esperaba, la marihuana para uso recreativo comenzó con el pie derecho esta semana en West Hollywod, Palm Springs, Cathedral City, Santa Ana, Oakland, San Diego, Santa Cruz, San José y otro puñado de municipios que se adelantaron en el trámite de permisos para abrir sus puertas el 1 o 2 de enero.

"Aquí hemos recibido cientos de clientes", dijo Kinney, quien compra productos a mayoristas y se abastece de siete granjas localizadas en el Valle de Sonoma, en el norte de California. "Todo lo que nosotros compramos es orgánico. Ahora hay normas en la industria del cannabis, comparado a lo que ocurría antes que no estaba regulada", explica.

A unas cuadras de su local, en el local MedMen, decenas de clientes hacían fila en dos cuadras del bulevar Santa Mónica. También ahí se limitó el para no entorpecer las compras. "Llevo mucho tiempo esperando entrar, pero no se compara con todos los años que he esperado para comprar marihuana legalmente, sin tener que voltear a ver hacia todos lados esperando que llegue un policía", comenta Julio, un hispano que pide no publicar su apellido para no meterse en problemas con su empleador.

"Soñé con este día y hasta pensé que no viviría para contarlo, pero aquí estoy", dijo el joven, quien esperaba gastarse unos 200 dólares en hierba y galletas.

En otro expendio de West Hollywood, otro cliente contaba que a pesar de la despenalización del cannabis su familia tiene un mal concepto de quienes la consumen. "Preferiría que mi madre no me viera en esta fila porque me cuelga", dijo soltando una carcajada. "Tampoco quiero que mi jefe vea esto, porque seguramente me mandará a hacerme un examen de drogas mañana", agregó quien se identificó solo como Armando.

Este joven, que trabaja como oficinista en una distribuidora de alimentos, viajó más de 40 millas para comprar un poco de "María", como él le dice "de cariño". "Esto es como comprar una botella de Whisky, porque de ti depende si te la acabas, manejas y chocas, o solo te tomas un pequeño vaso", dijo.

LAPD promete vigilar el mercado

Aunque la Policía de Los Ángeles ha reconocido que no pudo meter en cintura a los dispensarios ilegales de marihuana medicinal, que en un punto habrían sido alrededor de 700, advirtió este martes que participará en el proceso para extender permisos a los vendedores de productos de cannabis y que a estos les vigilará constantemente para que no se conviertan en un problema para las comunidades.

"No nos quedaremos cortos en tomar acción", dijo Michel Moore, subjefe del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), en una conferencia de prensa. "Los que se involucren en actividades criminales y de pandillas, los sacaremos".

Respecto a los consumidores, las autoridades señalaron que espera un consumo "responsable" y aclaró que hay varias limitaciones establecidas por ordenanzas municipales que fueron aprobadas el pasado 19 de diciembre, como prohibir que una persona tenga más de seis plantas de marihuana, que menores de edad compren productos de cannabis y el conducir o consumir la hierba dentro de un vehículo.

"Queremos ser claros: el consumo de la marihuana debe ser responsable y cumpliendo con la ley. Al igual que para la gente que consume alcohol y otro tipo de sustancias legales", advirtió Moore. "El departamento prestará atención especial al consumo de marihuana en los vehículos y a las personas que compren marihuana a los menores de edad, esas son actividades ilegales", enfatizó.

Moore dijo que le preocupa que la tasa de muertes por accidentes vehiculares causados por conductores que consumieron marihuana subió en los estados que despenalizaron la hierba.

Cat Packer, directora ejecutiva del Departamento de Regulaciones del Cannabis de Los Ángeles, mencionó que esta ciudad no ha querido apresurarse en el proceso de extensión de permisos para verificar que los expendios cumplen con normas municipales, como localizarse lejos de escuelas, iglesias, guarderías, parques y complejos de apartamentos.

"Esto es el comienzo de algo nuevo en Los Ángeles", dijo Packer, indicando que también regularán los productos que se ofrezcan. "Queremos que el público y los clientes sepan exactamente lo que tienen en la mano", concluyó.

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