Agentes federales encontraron que en procesadoras avícolas trabajaban niños inmigrantes de hasta 14 años, quienes habrían sido víctimas de abusos. Los dueños son acusados, entre otras cosas, de falsificar registros de nómina para obstruir las investigaciones. "La mayoría son trabajadores indígenas de Guatemala, les llamaban perros, les llamaban indios. Eran situaciones de trabajo infantil opresivo, sin pagar las horas extra", indica José Carnevali, portavoz del Departamento de Trabajo.