Tiene 9 años y recoge botellas para darle una casa a su madre. También tiene un sueño: quiere ser bailarín
Derek Benítez es un niño de República Dominicana que sueña con dos cosas: ser bailarín profesional y darle una casa a su madre.
En las pedregosas calles de La Caleta, en el municipio costero de Boca Chica, ubicado a 25 millas al este de Santo Domingo, Benítez pasa los días recogiendo botellas de plástico con un gran anhelo de superación.
El objetivo de este pequeño de 9 años y espíritu inquebrantable a quien todos apodan ‘El Pequeño Bailarín’ es ayudar a su familia.
“Yo quisiera ser un gran bailarín profesional y tener una fundación para ayudar a los niños”, mencionó Derek Benítez a Univision. “Me puse a bailar y me di cuenta que eso era un arte dentro de mí”.
No pudo continuar en la academia de baile
Su madre, Carmen García, aseguró que al ver el deseo que mostraba su hijo para el baile comenzó a investigar el costo de la inscripción y la membresía a una academia y el vestuario que consistía en una camiseta tipo polo.
García le dijo a su hijo mayor que no contaban con dinero para apoyar a Derek. Sin embargo, el hijo mayor le dijo a su madre que él iba a comprar para su hermano la camiseta porque “eso es lo que a Derek le gusta y hay que ayudarlo”.
El pequeño pudo entrar a la academia de baile. No obstante, al poco tiempo, su familia ya no contó con recursos para seguir pagando la membresía, lo que llevó al pequeño a comenzar a recoger botellas de plástico para costear sus estudios y ayudar a su familia.
“Recojo las botellitas plásticas y así yo puedo ahorrar el dinero”, mencionó el pequeño. “Me siento feliz cuando recojo las botellitas también, porque yo siento que estoy ayudando a la comunidad”.
Problemas de salud
Nada parece detener a Benítez, quien sufre constantemente diversos síntomas por padecer anemia falciforme, una enfermedad hereditaria que le causa dolores en diversas partes del cuerpo.
“A veces estoy bien y otras veces me duelen los huesos”, señaló al tiempo que mencionó que a veces le pide a su madre que le dé un masaje para que se le calme el dolor.
Benítez también ha tenido que hacer frente a las crisis de epilepsia que sufre su madre en ocasiones. “ver a mami tirada así en el piso agonizando, ay, eso me da pique porque ella no se bebe la pastilla (…) Cuando ella se desmaya, hago la misma rutina, busco la hoja de guayaba, la estrujo y se la pongo en la nariz a veces con alcohol”.
Carmen García dijo que en ocasiones no se toma la pastilla que tiene diagnosticada por el médico porque “son más caras” que las que necesita Derek para su enfermedad.
Esta temporada navideña para esta familia de cuatro hijos y una madre soltera es una época de incertidumbre por las vicisitudes que les ha tocado vivir, ya que reviven episodios de tristeza y miseria.
“Pasamos una Navidad bastante mal, vamos a cenar en familia, prepare mi cena y puse todo en el piso con una colcha abierta y ahí cenamos y él me ve y me dice: `¿mami y a usted no le da vergüenza de que pase alguien y nos vea cenando en el piso?` Yo le dije que hasta los pollitos tienen su nido”, mencionó García.
Esta es la realidad que Derek Benítez intenta cambiar aspirando a lo grande. Por eso, aunque su deseo es ser un destacado bailarín, nos desveló su sueño navideño: “tener mi casa con mi mamá”.
La esperanza es que sea cuestión de tiempo y fe para que este pequeño cumpla ese sueño que podría cambiar para siempre su navidad y la de su familia.
Quien quiera apoyar a Derek Benítez a cumplir su sueño navideño puede llamar o ar a la FUNDACIÓN JOMPEAME al: 829 431 1855
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