¿Es Joe Biden "socialista" como alegan los republicanos?
"Esta elección decidirá si salvamos el sueño americano o si permitimos que una agenda socialista derribe nuestro preciado destino", dijo el presidente Donald Trump en la convención nacional del partido en agosto. También llamó a Biden "un caballo de Troya del socialismo".
Los partidarios de Biden rechazan la noción de que es socialista y dicen que cualquier mirada imparcial a su historial demuestra que la afirmación es absurda.
“No podría haber nada más lejos de la verdad. No hay ni un hueso socialista en su cuerpo”, dijo Felice Gorordo , hijo de un exiliado cubanoamericano que trabajó en la Casa Blanca durante el mando del presidente Barack Obama, y estuvo muy involucrado en el esfuerzo por restablecer las relaciones con Cuba en 2015.
Gorordo señala que Biden es profundamente religioso, de fe católica. El socialismo tradicional rechaza la creencia en dios, aunque los regímenes de Maduro y Castro han tolerado las religiones bajo ciertas restricciones.
El propio Biden rechazó de forma enérgica la acusación en un discurso en Pittsburgh la semana pasada. alista radical con una debilidad por los manifestantes violentos? ¿En serio?" preguntó. "Quiero un Estados Unidos seguro, a salvo de la covid, a salvo del crimen y el saqueo, a salvo de la violencia por motivos raciales, a salvo de los malos policías", añadió.
¿Qué es el socialismo?
Parte del problema se origina en la semántica y lo que la gente quiere decir cuando usa la palabra socialismo. Por definición, el socialismo implica un mayor grado de control estatal de la economía, dando mayor prioridad al bienestar general y los derechos de los trabajadores, en lugar de las ganancias corporativas y los beneficios individuales.
El socialismo europeo, tal y como se practica en España, Francia y Reino Unido, ofrece una economía mixta y el respeto por los derechos civiles y elecciones libres y justas. Pero la campaña de Trump ha buscado vincular a los demócratas con una versión deformada del socialismo como se practica en Cuba y Venezuela, con límites mucho mayores al sector privado y los derechos civiles, además de restricciones a la democracia al prohibir los partidos políticos de oposición.
La campaña de Trump también ha criticado la simpatía de Biden por el movimiento 'Black Lives Matter' y las protestas por la justicia racial, con disturbios de anarquistas y antifascistas en las calles de un puñado de ciudades de Estados Unidos, en particular Portland, Oregon, Kenosha, Wisconsin y Nueva York.
El supuesto "secuestro" del partido
Para reforzar su argumento, los republicanos afirman que el Partido Demócrata ha sido "secuestrado" por figuras de izquierda como el senador de Vermont, Bernie Sanders, y la representante de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez, quienes se describen a sí mismos como "socialistas democráticos".
"Biden está completamente controlado por la izquierda en el partido", dijo Yali Núñez, vocera del Partido Republicano, nacido en Cuba. "Hay un dicho en español, ‘dime con quién andas y te diré quién eres’", dijo Núñez, y señaló que Biden había recibido con agrado el apoyo de Sanders y Ocasio-Cortez, al tiempo que eligió a una compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris con un historial de votaciones liberales.
Los demócratas responden que Biden derrotó con fuerza a Sanders en las primarias, señal de que el ala progresista del partido no tiene la ventaja.
Trump también se ha alineado constantemente con el presidente ruso Vladimir Putin, un exagente de la inteligencia soviética, además de recibir al presidente de China, Xi Jinping , en Mar-a-Lago en 2017, y mantener conversaciones fallidas con el dictador de Corea del Norte, Kim Jong Un. Trump ha llamado a Kim un "gran líder" y dijo que recibió de él " una hermosa y muy cálida y agradable carta".
Cambio climático
Es cierto que Biden ha alterado su plataforma política para incluir algunos aspectos de la agenda de Sanders y Ocasio-Cortez, en particular el Green New Deal que aboga por una mayor inversión en energías renovables y esfuerzos para combatir el calentamiento global. Pero esas no son ideas socialistas y son aceptadas en el sector privado de los Estados Unidos, como el fabricante de automóviles eléctricos, Tesla y los agricultores estadounidenses que producen etanol para reducir las emisiones de carbono en la gasolina.
Biden también se ha opuesto enérgicamente a la idea de desfinanciar a la policía, un concepto que tiene poco respaldo en la corriente principal del Partido Demócrata, aunque es popular entre los radicales y algunos manifestantes callejeros.
Seguro médico
Biden también ha rechazado las propuestas para abolir el seguro médico privado, que apoyan Sanders y otra candidata en las primarias demócratas, la senadora de Massachusets Elizabeth Warren. En cambio, Biden prefiere expandir la cobertura bajo la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, también conocida como Obamacare.
Kamala Harris también apoyó brevemente, durante las primarias, la abolición de la atención médica privada, que podría considerarse parte de una agenda socialista, pero rápidamente abandonó la idea a favor de la expansión de Obamacare, meses antes de aceptar la nominación del partido a la vicepresidencia.
“Las políticas que defienden los demócratas de salud, seguridad laboral, contra el cambio climático y para no armar a los profesores ni siquiera se acercan al socialismo radical ”, dijo José Javier Rodríguez, un cubano-estadounidense de 42 años que busca la reelección como senador estatal.
“Esas no son las cosas de las que huyó la generación de mis padres en Cuba. No vinieron aquí por las propuestas económicas moderadas. Huían del autoritarismo y la confiscación de la propiedad privada ”, agregó.
Cuba y Venezuela
A los republicanos les gusta destacar la línea dura de Trump sobre Venezuela. Sin duda, Trump ha aumentado drásticamente las sanciones contra el régimen de Maduro, pero fue Obama quien, de hecho, comenzó a imponer sanciones contra Venezuela, en 2015.
Los republicanos dicen que Obama debería haber actuado antes durante sus ocho años en el cargo a medida que aumentaban los abusos en Venezuela. Pero los demócratas señalan que el autor intelectual de la revolución socialista en Venezuela, Hugo Chávez, asumió el cargo en 1999 y los republicanos tomaron poca acción durante los dos periodos de George W. Bush. Eso a pesar de que Chávez llamó a Bush "el diablo" en un discurso en las Naciones Unidas en 2006.
De cualquier manera, el debate sobre las sanciones es una distracción de si Biden es socialista o no. Si bien existe una discusión sobre la efectividad de las sanciones contra Venezuela y Cuba, Biden ha condenado repetidamente al régimen de Maduro y los demócratas han apoyado el uso de sanciones por parte de la istración Trump. En el caso de Cuba, Biden como vicepresidente apoyó el restablecimiento de relaciones de Obama con La Habana, pero ni Obama ni Biden han abogado por el levantamiento del embargo económico de cinco décadas contra Cuba.
Pero los expertos electorales saben que en una carrera cerrada la difamación de los oponentes no necesita cambiar la opinión de muchos para marcar una diferencia. Florida, como el estado pendular más grande de Estados Unidos, tiene un historial de victorias con márgenes estrechos, incluida la elección de 2000, que se decidió por solo 537 votos.
"El presidente Trump tiene una habilidad única para estigmatizar a las personas con las campañas", dijo Matt Terrill , quien dirigió la estrategia presidencial del senador Marco Rubio y ahora trabaja para Firehouse Strategies, una firma de consultoría corporativa en Washington DC.
" La táctica aquí se dirige a la percepción y a pintar a Joe Biden como alguien que está en los márgenes de su partido", agregó, y dijo que la campaña de Trump busca contrarrestar la imagen que presentan los demócratas de su candidato como un moderado que puede atraer a una amplia coalición de votantes, tal comolo hizo Obama.
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