¿El apocalipsis está cerca? Los genes zombies son el nuevo descubrimiento de la ciencia
Aunque parece alejado de la realidad, muchos nos hemos preguntado si sería posible una invasión de muertos vivientes. La ciencia reveló que los genes zombies sí existen y son un gran avance en los conocimientos sobre el cuerpo humano. ¡Te explicamos de qué se trata exactamente!
Gracias a un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago en Estados Unidos, se corroboró que algunos genes cobran vida en el cerebro después de la muerte, es decir, que algunas células del cerebro siguen activas incluso si ya pasaron diversas horas. De hecho, algunas aumentan su actividad y crecen cuando los órganos del cuerpo dejan de funcionar.
Este resultado se logró cuando los científicos analizaron la expresión genética del tejido cerebral fresco después de su extracción para simular el intervalo de la conocida post mortem. Las células que mostraron actividad fueron aquellas llamadas gliales, las cuales forman parte del sistema nervioso y son vitales para que el tejido de la zona funcione de la manera correcta.
Además, los científicos notaron que algunas células se ampliaron después de la muerte a través de nuevas extensiones con forma de brazo.
Los resultados también arrojaron que los genes zombies no son los únicos que se manifiestan después del deceso, también estaban los conocidos genes de mantenimiento que desempeñan funciones celulares básicas y otros más que están ligados a la actividad cerebral como la memoria, el pensamiento y la actividad convulsiva.
A la par de entender un poco más la actividad cerebral post mortem, este tipo investigaciones se realizan para encontrar tratamientos y posibles curas de trastornos como el autismo, la esquizofrenia y la enfermedad de Alzheimer, que aún son muy difíciles de controlar.
Para el alivio de todos, estos genes zombie no se ganaron su nombre por comer parte del cerebro, sino que más bien fue porque se presentan en el cuerpo después de que la persona acaba de fallecer. Resulta fascinante saber que el cuerpo aún en ese estado presente cambios significativos que pueden ayudar a la medicina moderna, ¿no crees?
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