Una tumba de la familia de Michelle Obama te dará escalofríos: el mensaje es muy potente
La historia contemporánea está llena de las múltiples hazañas que han conseguido los Obama. Tanto Michelle como Barack, se han ganado al mundo con su carrera política y carisma.
Por sí solo, Barack Obama marcó un nuevo capítulo en la agenda estadounidense al ser el primer presidente afroamericano, pero sin duda, Michelle destacó en su propio séquito por su firme compromiso social con diversas causas humanitarias globales.
La grandeza y la determinación de Michelle, están asentadas en su familia. Para muestra, basta conocer a Melvina Shields, una valiente y aguerrida antecesora de la ex primera dama.
Melvinia Shields era la tatara-tatara-tatarabuela de Michelle Obama. En vida, Shields se desempeñó como partera y ayudó a traer al mundo a miles de bebés sanos en Georgia.
Nacida en el año 1844 en Carolina del Sur, el contexto histórico de Melvina no fue tan desahogado como el de Michelle. Melvinia nació en una familia de esclavos y vivió la lucha por librarse de la opresión.
Si bien el presidente Abraham Lincoln promulgó la Proclamación de Emancipación en 1863 (vigente hasta 1865) la liberación de esclavos aún era cuestionada por múltiples grupos conservadores, quienes mantenían bajo su yugo a familias afroamericanas de manera clandestina.
Melvinia tuvo que luchar para ejercer sus derechos básicos, pero cargó con una historia marcada por la supremacía. En 1859, dio a luz al hijo de quien fue su amo gran parte de su juventud: Charles Marion Shields.
Tras ser libre, Melvina se mudó a Georgia y continúo ejerciendo como partera por el resto de su vida. En el condado de Kingston, se dio a conocer su gran labor, y con frecuencia volvían a ella los "bebés" que había traído al mundo: ya adultos y conocedores de su historia de lucha.
Melvinia falleció en 1938 a los 93 años de edad y fue enterrada inicialmente en una tumba sin nombre. Se requirió de una investigación genealógica diligente impulsada por Michelle Obama (y por un artículo del The New York Times) para darle un memorial digno.
En el año 2014, la tumba de Melvinia se estableció de manera oficial en la Capilla Mayor de la Iglesia Metodista en Kingston. Entre los asistentes a la ceremonia que recordaron su legado, estuvieron Michelle Obama, el activista William Hill y Jarrod Shields, quien pidió una disculpa a nombre de su familia: su antepasado caucásico era dueño de Melvinia Shields y padre de su hijo.
Hoy día, la tumba de Melvinia y su memorial descansan junto a un tributo especial secundado por Michelle Obama, quien la honra como su descendiente y reconoce su lucha de liberación.
Melvinia trabajó como esclava de los ocho a los 26 años de edad, pero los seguidores de su causa perciben en ella una historia de esperanza por su emancipación, haciendo énfasis en el giro que dio la vida de sus descendientes. El hijo de Melvinia se mudó con el tiempo a Alabama, y de allí, sus hijos partieron a Chicago.
Una larga historia de más de cinco generaciones, inició un nuevo capítulo en 1964, cuando la ex primera dama llegó al mundo y siguió una carrera en pro de garantizar los derechos humanos básicos para todos los grupos vulnerables. La lucha de Melvinia persiste.
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