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Aaron Paul

Breaking Bad: escape a ninguna parte [Crítica 5x15]

Publicado 24 Sep 2013 – 12:37 PM EDT | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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Después del que fue para muchos un episodio perfecto y para todos uno de los mejores de la serie, Breaking Bad tenía por delante la difícil tarea de retomar la acción con un Walter White ( Bryan Cranston) huyendo, con el aparente final de Heisenberg, con su familia destruida y con Jesse ( Aaron Paul) esclavizado por los nazis, en una situación que ya no parecía deparar la posibilidad de la tensión y la intensidad de antes, sino más bien la calma (y el desamparo) después de la tormenta.

Algo de esto tuvo el episodio pero también, por ese motivo, no demora en comenzar a responder la pregunta más evidente después del final anterior, que era saber por qué motivo retornaría Walter después de cambiar de identidad e irse a comenzar una “nueva vida”.

De esta forma, con Walt decidido a volver para meterse con los nazis y recuperar lo que le corresponde, es como si se comenzara a construir una enorme bomba que inevitablemente detonará en algún momento, sólo que no sabemos dónde ni cuándo.

La nueva misión

Walt no está sobrellevando de la mejor manera la situación de tener que escapar y dejar a los nazis con casi todo su dinero y a su familia desprotegida y se intenta aferrar a lo mismo de siempre, a lo que siempre antes le dio resultado, para lograr lo que quiere.

Trata de intimidar a Saul Goodman ( Bob Odenkirk) -éste en cambio sí ya está pensando en una nueva vida y no quiere saber nada (a pesar de que le brinda algunos consejos bastante razonables)-, trata de volver a ser Heisenberg, sigue justificando todo con su familia, sin darse cuenta o sin querer darse cuenta (debido a su orgullo y a su monstruoso ego) de todo el daño que les ha provocado y, como Skyler ( Anna Gunn) alguna vez le dijo, de lo necesario que es que alguien proteja a su familia del hombre que “la protege”.

Pero ya no está en condiciones de ser Heisenberg, su salud está empeorando, las apuestas están todas en su contra y, por mucho que se resista o por mucho que intente volver a ponerse en la piel del temible capo de la metanfetamina, que desempolve su viejo sombrero, es un hombre débil y solitario que no tiene otra opción que refugiarse en una cabaña en la nieve. 

Si bien sabemos gracias al flashforward del comienzo de temporada que, de algún modo, logrará volver, no deja de ser algo muy impactante ver a Walt completamente derrotado y solo en esa cabaña, suplicando por una hora de compañía cuando viene “el reparador de aspiradoras” y pagando 10.000 dólares para eso. 

Un hombre brillante

Pasó algún tiempo con Walt en esa cabaña, no sabemos cuánto, pero sí sabemos que lo suficiente como para que le crezca el pelo y la barba y adelgace de tal manera que ya su dedo no sostiene su anillo.

Desesperado ante la certeza de que morirá pronto y su familia no verá su dinero, se decide a ir hasta el pueblo, llamar a su hijo y tratar de hacerle llegar, al menos, la cantidad de dinero que cabe en una caja. La reacción de Walter Jr. ( RJ Mitte) es bastante razonable y esto termina por derrotar a Walt, que se rinde, llama a la policía para que rastreen su llamada y se sienta a tomar un último trago antes de que lo atrapen. 

Todo esto no tuvo, evidentemente, la intensidad en la acción que tuvo el episodio anterior, pero ahora sin embargo, la intensidad es toda emocional, a lo largo de todo el capítulo, y se nota en los momentos con Walt solo en la cabaña, el momento en que su hijo le dice -le pide- que se muera, Skyler sola viendo como vigilan su puerta y, después, sobre todo, con todo lo ocurrido con Jesse.

Jesse ha sido exigido hasta límites impensados en cuanto a todo lo que alguien puede soportar y, en este momento, creo que lo único que realmente podría redimirlo o darle un final merecido es que -de alguna forma- termine asesinando a Walt. No parece algo fácil o probable teniendo en cuenta su situación.

Un detalle que cualquier otra serie podría haber olvidado pero no Breaking Bad, hace cambiar de opinión a Walt y nos ubica directamente en el momento del flashforward del comienzo de la temporada, con el que probablemente comience el próximo, el episodio final de Breaking Bad

La cuestión de Gray Matter, la relación de Walt con la pareja, su aporte para el éxito de la compañía y su posterior desvinculación no han sido del todo explicadas, pero lo cierto es que cuando la ve a ella en la tv decir que no sabe qué ha sido del hombre dulce, amable y brillante que conocieron, esto lo lleva a decidirse, o bien a finalmente reclamar lo que es suyo, o bien a demostrar que sigue siendo, por lo menos, un hombre brillante.

Puntaje: 9. El episodio ahonda aún más en la gran ambigüedad de las motivaciones de Walt. ¿Hace todo por su familia o por su propio orgullo? Habiendo perdido las esperanzas con su familia se entrega, pero es su orgullo el que lo vuelve a la acción. Fue además una buena introducción al gran final en el que da la sensación de que son demasiadas cosas las que van a pasar para tan solo un episodio.

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