Sentencian a otros dos años de cárcel a la madre del niño de 6 años que disparó contra su maestra en una escuela de Virginia
La madre de un niño de 6 años que disparó contra su maestra en Virginia fue sentenciada el viernes a otros dos años de prisión por delito grave de negligencia infantil, casi un año después de que su hijo usara su arma para herir gravemente la educadora.
La sentencia del viernes fue la segunda vez que Deja Taylor, de 26 años, fue responsabilizada por el tiroteo en el aula a inicios de 2023, que conmocionó a la nación y sacudió a la ciudad de construcción naval militar de Newport News.
En noviembre pasado, Taylor fue sentenciada a 21 meses en prisión por cargos relacionados con armas de fuego. La combinación de sus sentencias estatales y federales equivale a un castigo total de casi cuatro años tras las rejas.
La sentencia estatal que recibió este viernes del juez del Tribunal de Circuito Christopher Papile fue más estricta de lo que exigen las pautas estatales de sentencia y más dura que una recomendación de sentencia conjunta de seis meses que los fiscales y los abogados de Taylor habían acordado en un acuerdo de culpabilidad.
La bala disparada por el arma de Taylor alcanzó a Zwerner en la mano izquierda y en la parte superior izquierda del pecho, rompiendo huesos y perforando un pulmón. La maestra llevó a sus otros estudiantes al pasillo antes de desplomarse en la oficina de la escuela.
El menor consiguió la pistola de su madre
El hijo de Taylor dijo a las autoridades que consiguió la pistola de 9 mm de su madre subiéndose a un cajón para llegar a la parte superior de una cómoda, donde estaba el arma de fuego en un bolso.
El menor ocultó el arma en su mochila y luego en su bolsillo antes de dispararle a su maestra, Abby Zwerner, frente a su clase de primer grado.
Taylor inicialmente les dijo a los investigadores que había asegurado su arma con un seguro en el gatillo, pero los investigadores dijeron que nunca encontraron uno.
La madre se declaró culpable a principios de este año del cargo de negligencia grave. Como parte de ese acuerdo de culpabilidad, los fiscales locales acordaron retirar un cargo menor de almacenamiento imprudente de un arma de fuego.
Taylor se declaró culpable en junio de obtener ilegalmente el arma de fuego y de hacer una declaración falsa en un formulario gubernamental necesario para comprarla. Taylor había afirmado, falsamente, en el formulario de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos que no consumía drogas ilegales.
La madre se disculpó con la maestra
James Ellenson, uno de los abogados de Taylor, dijo a principios de este año que había “circunstancias atenuantes” en torno a la situación, incluidos los abortos espontáneos y la depresión posparto de Taylor. También le han diagnosticado trastorno esquizoafectivo, una afección que comparte síntomas con la esquizofrenia y el trastorno bipolar, según documentos judiciales.
Taylor dijo en mayo al programa “Good Morning America” de ABC que se siente responsable y se disculpó con Zwerner.
“Ese es mi hijo, así que, como madre, obviamente estoy dispuesta a asumir la responsabilidad por él porque él no puede hacerlo por sí mismo”, sostuvo Taylor.
Durante su sentencia en un tribunal federal el mes pasado, uno de los abogados de Taylor leyó en voz alta una breve declaración en la que Taylor dijo que sentiría remordimiento “por el resto de mi vida”.
La maestra logró sobrevivir
Zwerner le dijo al juez durante la sentencia federal de Taylor que recuerda haber perdido el conocimiento mientras los médicos trabajaban en ella.
"No estaba seguro de si sería mi último momento en la tierra", dijo Zwerner.
La maestra pasó casi dos semanas en el hospital y se sometió a cinco cirugías para restaurar el movimiento de su mano izquierda. Le cuesta ponerse la ropa o atarse los zapatos.
Ella está demandando a las Escuelas Públicas de Newport News por $40 millones, alegando que los es ignoraron múltiples advertencias de que el niño tenía un arma. Le dijo al juez federal que había perdido el sentido de sí misma y había sufrido una “pérdida financiera masiva”.
Zwerner ya no trabaja en el sistema escolar y ya no enseña. Dijo que ama a los niños pero que ahora tiene miedo de trabajar con ellos.
Asiste a terapia y le han diagnosticado un trastorno de estrés postraumático, además de sufrir depresión y ansiedad.
“A diario me enfrento a profundas cicatrices emocionales”, mencionó Zwerner.
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