A qué se debe el enjambre de microsismos en Ciudad de México (y qué tan inéditos realmente son)
Los últimos días han sido cualquier cosa menos tranquilos para quienes viven en Ciudad de México.
Casi una decena de sismos de baja intensidad o ‘microsismos’ han sacudido a la capital mexicana a veces en un mismo día sin que se registraran daños de importancia.
Ninguno ha tenido una magnitud mayor a 3 y no todos han sido perceptibles para los habitantes de la ciudad. Pero pocas personas se han librado de sentir al menos uno de los temblores o “jaloneos” que, en ocasiones, apenas duraron una fracción de segundo.
Lo que la mayoría en Ciudad de México tratan de entender es por qué se registraron tantos microsismos en tan poco espacio de tiempo y si podrían ser la antesala de un hipotético temblor más grande.
Con ayuda de expertos, en Univision Noticias tratamos de responder a algunas de las dudas más frecuentes.
¿Por qué hay sismos con epicentro en Ciudad de México?
Ciudad de México se ubica en el centro de la Faja Volcánica Transmexicana, un plegamiento formado por el empuje de las Placas de Cocos con la de Norteamérica que dieron origen a montañas y volcanes.
Así, los microsismos de este jueves se deben a la acción de las fallas geológicas que existen en el subsuelo de la capital, a una profundidad de entre 0.3 y 1.2 millas.
Mixhuca, Santa Catarina, San Lorenzo Tezonco y Copilco son las cuatro principales. Por si fuera poco, hace apenas unos meses que especialistas dieron a conocer el descubrimiento de una más ubicada al poniente, a la que se conoce como Plateros-Mixcoac.
¿Por qué se registran tantos sismos de baja intensidad en Ciudad de México?
Luis Quintanar, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que estos sismos de baja intensidad son habituales en la capital mexicana por el tipo de sismicidad existente.
“Tradicionalmente, conocemos cómo se dan los sismos en la costa de México, donde se origina un sismo muy grande o principal y que después deja réplicas de magnitud menor. Pero la manera en la que se dan los sismos en Ciudad de México es un poco particular”, explica a Univision Noticias.
“Aquí, y en el Valle de México, la sismicidad se da en lo que llamamos secuencia sísmica. Es decir, una serie de sismos que son como un enjambre, no es que ocurra uno y ya no ocurren más a continuación. Todos con magnitudes similares y en un corto espacio de tiempo”, agrega.
Los microsismos son muy frecuentes en Ciudad de México. “Solo en 2023, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) registró cerca de 85, en su mayoría en las alcaldías de Álvaro Obregón y Magdalena Contreras, explicó Víctor Hugo Espíndola Castro, responsable del Área de Análisis del SSN a la revista Global de la UNAM.
Pero ¿a qué se debe que los microsismos sean tan seguidos y en tan corto espacio de tiempo?
Pese a que muchos habitantes de Ciudad de México quedaron sorprendidos por lo seguidos que se sintieron los sismos este jueves, lo cierto es que este tipo de episodios y con esta frecuencia no son para nada inéditos.
Quintanar enumera cómo se han documentado otras secuencias sísmicas.
“En el año 1980 hubo otra secuencia también en la misma zona poniente. En 2014, en 2019, el año pasado en la zona de Plateros, Mixcoac, Barranca del Muerto… Incluso este año se han sentido en la zona de Naucalpan, en el Estado de México”, asegura.
Por lo tanto, la creencia de que lo ocurrido este jueves en la capital mexicana fue algo casi inédito se debe más a la percepción que tenemos del fenómeno.
Podría ser algo similar a la extendida creencia de que en México tiembla más en septiembre, dado que fue en ese mes cuando se registraron los últimos grandes temblores que recordamos quienes estamos vivos. Sin embargo, una mirada más atrás a las estadísticas históricas desmiente esa afirmación.
“Si lo vemos desde un punto de vista estadístico, en realidad el mes en el que se han registrado históricamente sismos de mayor magnitud es diciembre. Pero es más bien la percepción humana la que da lugar a este tipo de cosas”, dice Quintanar.
También puede ser un factor importante el hecho de que la capital mexicana cuente con una red de 100 estaciones que monitorean los movimientos telúricos y que informan puntualmente del origen y epicentro de cada uno.
Hace años, ante la falta de información, muchos capitalinos podían pensar que un pequeño temblor podría ser consecuencia de un gran terremoto en la costa. Incluso, actualmente, muchos habitantes de la ciudad a veces atribuyen al simple paso de un camión el hecho de notar que la tierra se mueve levemente...
¿Hasta cuándo durarán los microsismos que afectan ahora a Ciudad de México?
En lo que se refiere a los sismos, hay poco que se pueda prevenir con antelación. Esta pregunta es un claro ejemplo de ello.
Quintanar explica que “la duración de estas secuencias depende del estado en que se encuentren las fallas que están siendo activadas y que producen los sismos, depende de la cantidad de energía acumulada y cómo se vaya dosificando su liberación que duren más o menos”.
Así, no hay manera de prever si los microsismos actuales que se sienten en Ciudad de México podrían extenderse mucho más, aunque el experto alerta que en otras ocasiones se han registrado secuencias que han durado “días, semanas o incluso meses”.
¿Estos microsismos en Ciudad de México podrían anteceder a un gran sismo?
De nuevo, este comentario tan escuchado y visto en redes sociales en las últimas horas es imposible de prever por la ciencia, dado que no se sabe qué parte de la falla y qué longitud de la misma se va a activar.
Lo que es cierto, atendiendo a las estadísticas, es que no se han registrado sismos con epicentro en la propia Ciudad de México “mayores a 3.7 o 3.8”, recuerda Quintanar, por lo que no tiene ningún sentido decir que un microsismo podría dar paso a un temblor mayor que históricamente jamás se ha materializado.
“Hasta el momento no se tienen registros históricos de un sismo de magnitud alta con epicentro en la capital, pero la probabilidad de que ocurra es baja”, coincide en la revista Global Delia Iresine Bello Segura, analista del SSM.
Del mismo modo, es importante aclarar que los microsismos de este jueves y el sismo más grande registrado el mismo día en Guerrero no tienen relación ni fueron “causa-efecto”, dado que el origen, placa y profundidad de unos u otros son completamente distintos.
¿Y al contrario? ¿Qué tanto influyen los grandes sismos para que después haya microsismos?
Diversos estudios apuntan a que grandes sismos con epicentro en la costa mexicana pueden transferir energía después hacia el interior del territorio y llegar a provocar secuencias de sismos en la capital del país.
Esto se documentó, por ejemplo, con los grandes terremotos de 1985 y 2017. Tras este último, “detectamos una reactivación de fallas geológicas por largo tiempo inactivas. Es probable que en algunos años más vuelva a disminuir la actividad en la región de la Sierra de las Cruces y, después, se vuelvan a activar”, apuntó Bello Segura.
Sin embargo, muchos de los movimientos locales provocados por el gran terremoto de 2017 desaparecieron al cabo de unas semanas.
“Ya pasaron años, por lo que me parece difícil tratar de asociar que lo que vemos hoy puede ser consecuencia de aquellos sismos. Más bien yo lo vería como un fenómeno aparte, producto de acumulación de energía en este sistema de fallas dentro de Ciudad de México”, apunta Quintanar.
¿Por qué la alerta sísmica no se activó con los microsismos de Ciudad de México?
La alerta sísmica de la capital no se activa cuando los terremotos son inferiores a 5.5 de magnitud y cuando su origen está a menos de 62 millas de Ciudad de México.
El motivo es que las ondas sísmicas viajan tan rápido que, al estar tan cerca, la alerta acabaría sonando a la vez que se estaría sintiendo el temblor.
Por lo tanto, la alerta no se activó con los microsismos vividos este jueves, por mucho que se sintieran sus temblores, dado que el epicentro tuvo lugar en la misma ciudad.
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